Brizuela le coge el gusto a ser campeón

Campeón de Europa en septiembre y campeón de la Copa ACB en febrero. Darío Brizuela está viviendo su temporada más fructífera con dos éxitos tan rotundos y merecidos como inesperados. En la entrevista que publicó este periódico después del oro en el Eurobasket el canterano del Easo transmitía que «es la primera vez que soy campeón de algo y una vez que lo pruebas quieres repetir, y quiero hacerlo en Málaga».

Dicho y hecho tan solo cinco meses después. Sin embargo, esta última victoria le ha llegado en una etapa personalmente complicada y dura por los problemas de salud que ha sufrido su hijo Bruno, nacido el 20 de enero, el día de San Sebastián, y que se encuentra actualmente ingresado en la UCI, aunque los últimos días ha mejorado de manera notable. «He tenido la cabeza en dos sitios», expresaba el escolta donostiarra después de alzar el título de Copa, el segundo en la historia del Unicaja de Málaga.

El capitán Alberto Díaz tuvo el detalle de compartir ese momento tan especial con su gran amigo Darío para inmortalizar una imagen que pone en valor a la figura del jugador que ha llegado a lo más alto pasando por casi todas las categorías del baloncesto español y que está recogiendo ahora los frutos de años de haberse mantenido a la sombra de las grandes estrellas de la ACB y de la selección.

El Unicaja de Málaga ha completado una auténtica gesta en esta Copa que se ha disputado en Badalona. En cuartos de final eliminó al Barcelona, en la semifinal al Real Madrid y en la final, ante casi doce mil aficionados, al Tenerife. Dicho de otra manera, ha sido superior, se ha merecido el triunfo y se lo ha llevado de manera justa ante los tres primeros clasificados de la ACB al término de la primera vuelta con un juego colectivo en el que, a falta de grandes estrellas, hasta nueve jugadores de los doce de la plantilla campeona han tenido su momento decisivo durante los tres partidos disputados.

Brizuela tuvo el suyo en los cuartos de final con los 27 puntos que anotó al Barcelona. Lleno de chispa, velocidad, acierto e inspiración, lideró junto a Kendrick Perry a su equipo hacia la primera hazaña. El donostiarra sorprendió después con las declaraciones en las que desvelaba el problema familiar que estaba sufriendo, lo que dio más valor a su actuación sobre la pista. Hizo soñar al aficionado con una Copa espectacular suya a nivel individual, pero lo sucedido en los dos siguientes encuentros, con un punto ante el Real Madrid y siete en la final, correspondía más a la circunstancia que está viviendo.

Contra los culés no estuvo fino en la finalización de entradas a canasta y tan solo pudo sumar un tiro libre, mientras que en la final sí que tuvo su pequeña racha de cinco puntos en la segunda mitad. Tras una primera parte en la que tampoco estuvo acertado, Ibon Navarro, consciente de la importancia de tener a Brizuela metido en partido, apostó por él en el quinteto titular del tercer cuarto para activarlo desde el principio. Después, la aparición y exhibición de Tyler Carter, MVP de la Copa, sirvieron para que no se echara de menos al donostiarra.

Esta Copa ACB, la segunda del club tras la conseguida en 2005, tiene ciertos paralelismos con el Eurobasket logrado en septiembre en Berlín. Para empezar, este Unicaja de Málaga comenzó la temporada con tan solo tres jugadores de la anterior campaña (Brizuela, Alberto Díaz y Jonathan Barreiro) y se había adentrado en una profunda renovación de plantilla, como el cambio de generación que ha sufrido la selección. Y por otro lado, el responsable de que esta nueva construcción haya salido tan bien y haya dado resultados tan rápido, como hizo Scariolo, es Ibon Navarro.

El técnico vitoriano, destituido por el MoraBanc Andorra en la 2021/22 y fichado por el Unicaja hace poco más de un año, ha dominado las pizarras de esta Copa hasta el punto de afirmar que «el del Tenerife ha sido el partido más difícil para nosotros. No por ser una final, sino porque es el equipo que mejor nos ha sabido plantear las cosas y que más nos ha dificultado nuestro juego».

Las jugadas que surgían desde el poste bajo con Will Thomas para ejecutar un maravilloso movimiento sin balón del resto de sus compañeros bailaron completamente al Barça de Jasikevicius (87-89) y en la semifinal, con los interiores Sima y Lima lesionados, dominó el rebote al Real Madrid, que se diluyó y no tuvo ni opciones de ganar (82-93) ante un Chus Mateo inoperante con los jugadores que tenía en sus manos. Sus propios jugadores han reconocido la enorme labor de su entrenador.

El Unicaja de Málaga, con su tradicional txaranga y el gran ambiente del Martín Carpena, ha vuelto. Las expectativas de este equipo se disparan después de romper el oligopolio que Barça y Real Madrid mantenían en el torneo de febrero desde hace trece años y los focos se centran en la FIBA Champions League y en el playoff de la ACB para lo que resta de temporada. Sin embargo, ahora es el momento para dedicar el tiempo a la familia, y Darío Brizuela ha pedido no ser convocado por la selección en los partidos de esta semana para estar junto a Bruno y Uxue, su mujer.

El donostiarra termina contrato este junio con el Unicaja y serán muchos los equipos interesados en la 'Mamba Vasca', quien ya ha mostrado su felicidad por haber dado el paso de irse a jugar a la Costa del Sol, donde ha despegado y se ha asentado como uno de los mejores anotadores de la ACB. La Supercopa y la Copa de la próxima temporada aterrizarán en Málaga, por lo que el hambre de títulos de Brizuela puede seguir siendo saciado en la misma mesa en la que ya se ha convertido campeón de Europa y de la Copa ACB.

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