Un histórico de los crosses que baja la persiana

El Cross Ciudad de Irun, uno de los clásicos del calendario guipuzcoano, no se disputará este año. El Bidasoa Atletiko Taldea, club organizador de esta cita, lo anunció este jueves después de haber tomado esta complicada decisión en junta directiva. Nunca es fácil cancelar un evento, y menos si puede considerarse como histórico, pero la realidad es que el cross no pasa por su mejor momento, ni mucho menos, y que Gipuzkoa y sus organizaciones no son ajenas a esta realidad.

«La junta directiva del BAT, motivada por diferentes circunstancias, ha decidido dejar de realizar anualmente el Cross Ciudad de Irun. Se estudiará la posibilidad de realizarlo cada tres años tanto en categoría escolar como federado, haciéndolo coincidir con la organización del Campeonato de Gipuzkoa y así asegurando una participación acorde con el evento», rezaba el comunicado publicado por el club bidasotarra.

Solo la pandemia del Covid pudo con esta prueba que en 2023 alcanzó su edición número 53 y que se verá en el futuro si sigue sumando. Por el momento, este año no habrá cross en Txingudi Ikastola, lugar en el que en las semanas finales de cada año solía desarrollarse la competición.

«La participación estaba siendo muy baja y no estábamos encontrando la fórmula para darle la vuelta a esta situación que también se ve en otros crosses del territorio», apuntaba Ibon Muñoz, responsable del club bidasotarra. «Ya solo la preparación del circuito tiene un coste importante... Y desde que perdimos la posibilidad de ser los organizadores del cross de apertura en Gipuzkoa, lo que ahora hace el Cross Internacional de San Sebastián, la verdad es que la participación se ha resentido. Solamente se nota un pequeño empujón cuando nos toca organizar el Campeonato de Gipuzkoa, algo que ocurre cada tres años porque lo hacemos entre el de Eibar, el de Ordizia y el de Irun. Ya veremos si en dos años, cuando nos volvería a tocar, recuperamos el cross. Lo estudiaremos».

Lo cierto es que las temporadas de campo a través son cada vez más cortas e interesan a un menor número de fondistas, más centrados ahora en las carreras de montaña y en la ruta. La participación de los últimos años en los crosses guipuzcoanos está siendo muy baja, con incluso podios absolutos o de categorías inferiores que no se completan.

En Irun, en 2023, coincidiendo con la celebración del Campeonato de Gipuzkoa, solamente cuatro mujeres se clasificaron en categoría absoluta, una en sub20... Y los datos de 2022 fueron peores aún: dos mujeres en la prueba femenina y catorce hombres absolutos.

Con la caída del Cross de Ciudad de Irun, únicamente serán cuatro los crosses que quedarán en el territorio para federados: Elgoibar, Donostia, Ordizia y Eibar. «El cross como producto está sufriendo y somos conscientes de ello porque lo estamos viviendo», aseguraba ayer Ramón Goikoetxea, presidente de la Federación Atlética Guipuzcoana, que organiza en el hipódromo un Cross Internacional de San Sebastián que reúne a escolares pero que sufre también con los federados. Y más cuando no es ni Campeonato de Euskadi por clubes ni nada similar, como es el caso este año.

Con el del hipódromo donostiarra arrancará la temporada en Gipuzkoa este año el 3 de noviembre. El 1 de diciembre, será el turno del Bolunburu en Eibar (Campeonato de Gipuzkoa coincidiendo con el centenario del CD Eibar) y, a falta de aprobación por parte de la junta directiva de la Federación Vasca de Atletismo, el 12 de enero se disputará en Ordizia el Campeonato de Euskadi.

Será una semana después del Muguerza en Elgoibar (5 de enero), una cita que sigue resistiendo como una de las mejores del mundo gracias al trabajo de la organización y a cómo se vuelca la localidad guipuzcoana. Aunque con sus dificultades, es un oasis en este cada vez más complicado mundo del cross.

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