El brillo de Marisa Paredes en Donostia
La desaparecida actriz será homenajeada este viernes en la inauguración de un certamen que visitó prácticamente todos los años desde hace más de cuatro décadas
A pesar de su fallecimiento el pasado diciembre, Marisa Paredes también va a estar presente en esta edición del Zinemaldia. El cartel con la magnífica foto que le sacó hace unos años Manuel Outumuro invadirá los lugares más emblemáticos de San Sebastián y servirá de homenaje a un actriz que tuvo una estrecha vinculación con el Festival. Desde hace muchos años lo visitaba y era más que habitual verla durante la segunda quincena de septiembre entre los espectadores de una película o sentada en alguno de los restaurantes que frecuentaba, generalmente acompañada por su pareja desde hace más de cuarenta años Chema Prado, el que fuera director de la Filmoteca Española durante 27 años y asesor del certamen donostiarra desde hace cuatro décadas, concretamente desde 1986.
En esas visitas, la actriz siempre sacaba unas horas para visitar a su familia donostiarra, el matrimonio formado por Ángel Paredes, su primo, y Celia Goenaga. Ella, que define a la actriz como «todo brillo» asistirá este viernes a la inauguración en el Kursaal donde se va a rendir un homenaje a la actriz al que van a venir desde Madrid la hija de la intérprete María Isasi acompañada de su marido Manuel y su hija Telma, así como sus hermanos Ángel Luis y Petra.
Momentos especiales
Chema Prado, siempre reacio a hablar sobre su vida con la actriz, se presta a recordar con DV algunos de los momentos más especiales que han compartido juntos en el Zinemaldia.
La relación de la pareja, como no podía ser de otra manera, surgió en un festival de cine, pero no en el de San Sebastián sino en el de Sevilla, ya desaparecido. Prado acompañó a su amigo Pedro Almodóvar que presentaba 'Entre tinieblas' (1983) que ya había pasado previamente por la Mostra de Venecia. Una de esas primeras 'chicas Almodóvar' que protagonizaban la película era Marisa Paredes.
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Desde entonces han estado juntos en prácticamente todas las ediciones del Zinemaldia, salvo cuando la actriz tenía algún rodaje. Paredes participó en el certamen como intérprete de alguna película, como presidenta de la Academia de Cine o acompañando a su pareja, por amistad con los organizadores como Diego Galán o Manolo Pérez Estremera, entregando premios Donostia (como a Jeremy Irons, Ben Gazzara y Liv Ullman), recogiendo galardones, (por ejemplo el de la crítica a Pedro Almodóvar por 'Todo sobre mi madre'), presentando galas, e incluso protagonizando otro cartel oficial, en 2006, recreando una escena de 'La dama de Shangái'. También fue la encargada de entregar la Concha de Plata a un joven Javier Bardem en 1994. «Lo ha hecho todo en el Festival», resume Prado.
La habitación 326
Así que decidieron pedir otra habitación. El hotel estaba lleno y le ofrecieron una alternativa en lo alto del Hotel Londres. «Cuando Marisa la vio me prohibió que me fuera del María Cristina y fue ella la que se trasladó. Estaba feliz allí, con el mar enfrente, la playa y una fantástica terraza donde podía fumar».
En sus visitas, la actriz siempre reservaba tiempo para reunirse con su familia donostiarra, sus primos Ángel y Celia
En sus estancias festivaleras nunca ha faltado la visita a su amiga Amaia Ortuzar en el restaurante Ganbara, donde Chema Prado celebra en cada edición su cumpleaños. En esta ocasión también lo va a festejar, aunque sin Marisa. Allí han disfrutado de muchas comidas y cenas, acompañados por algunas de las estrellas invitadas como es el caso de su íntimo amigo John Malkovich, con quien han coincidido en muchas ocasiones desde que vino por primera vez con la película 'En la línea de fuego' (1993). El pintor y director Julian Schnabel y el músico Lou Reed han sido otras de las celebridades con lss que compartieron amistad y encuentros en Donostia.
Con Isabelle Huppert
En el álbum de recuerdos festivaleros hay muchos momentos vividos en algunos de los mejores restaurantes de la ciudad como el encuentro con su amigo ya fallecido, el director Claude Chabrol, e Isabelle Huppert cuando esta recibió el Premio Donostia en 2003. Los cuatro fueron a Arzak. Paredes y Huppert volvieron a fotografiarse juntas años después. En esa ocasión fue por motivos de trabajo ya que las dos actrices protagonizaron, junto a Catherine Deneuve 'As Linhas de Torres', dirigida por la chilena Valeria Sarmiento, que se presentó en el Zinemaldia en 2012. Se trataba de una película especial para la madrileña porque era un proyecto planificado por Raúl Ruiz antes de fallecer y que retomó su viuda. «Raúl y Marisa se querían mucho. Yo los presenté y enseguida congeniaron».
Durante estas cuatro décadas la pareja se ha mantenido fiel a algunos de los restaurantes donostiarras más emblemáticos, «donde siempre nos han tratado con mucho cariño y hemos terminado teniendo una buena relación». Prado nombra Akelarre, Zelai-Txiki, el desaparecido Bokado, el Nestor o los distintos locales que ha tenido Bernardo Beltrán como el Beti Jai, Casa Bernardo o ahora en La Cepa.
Paul Auster, Bernardo Bertolucci, Claude Chabrol o Lou Reed fueron algunos de sus amigos con los que coincidió en el certamen
La red de amistades de la pareja ha sido enorme, entre los más destacados estaba Bernardo Bertolucci. «Si yo recurrí a Almodóvar para que me presentara a Marisa, ella se acercó a mí porque yo era amigo de Bertolucci, que era el que le interesaba conocer y la manera de llegar a él era a través de mí. Se adoraban, hemos hecho juntos muchos viajes y cuando Bernardo visitaba el Festival lo acompañábamos». El escritor Paul Auster también formaba parte de su círculo de amistades y en Donosti coincidieron cuando el estadounidense ejerció de presidente del Jurado. Lo mismo sucedía con otro habitual del Zinemaldia, el productor Jeremy Thomas.
En cada una de sus estancias donostiarras había una cita que nunca se saltaba, el encuentro con su familia donostiarra: su primo Ángel Paredes y su mujer Celia. «Para ella eran muy importantes. Siempre quedábamos con ellos».
Marisa Paredes también tenía un espacio más íntimo en sus estancias festivaleras. Su primo Ángel vive en el Antiguo. La vida les llevó por caminos distintos, pero hace más de 30 años su mujer Celia decidió ponerse en contacto con la actriz. Todavía no había móviles y le dejó un mensaje en la recepción del María Cristina. Esa misma noche les devolvió la llamada y desde entonces han mantenido una estrecha relación. «Yo le decía que era mi estrella favorita porque era brillo», recuerda Celia, quien asegura que «con solo mirarnos nos entendíamos perfectamente, aunque no estuviéramos de acuerdo. También nos solíamos mandar mensajes y ella siempre me mandaba vídeos de los eventos a los que iba en Barcelona, París...».
Además de participar con varias películas, presentó galas, entregó premios y protagonizó el cartel de 2006
Salían a cenar con la actriz, iban a Getaria, o, como la última vez que estuvieron juntos, a la sociedad Basollua. Otras veces optaban por cenar en su casa de Lorea. «Alguna vez Chema nos ha llamado diciendo que estaba con unos amigos y si podían venir también, y nos apañábamos con lo que había preparado para los cuatro». Así conocieron por ejemplo a John Malkovich,
Celia comenta que va a añorar mucho a su prima y que les ha quedado pendiente una visita a Azkoitia, «de donde soy y donde mi marido tiene un hermano».
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