Un viaje por los cuadros de Ignacio Zuloaga
El pintor guipuzcoano plasmó la identidad española en medio de una crisis cultural y social
Aunque es reconocido por sus obras que retratan la «España negra», a lo largo de su carrera Ignacio Zuloaga construyó un legado rico y diverso. Transitó por el costumbrismo andaluz, el mundo taurino y el flamenco, se adentró en los paisajes de la España vaciada e inmortalizó la contracara de la realidad que muchos pintores de su época solían ignorar. Sus pinturas son profundamente realistas y reflejan tanto la belleza como los defectos y la dureza de la vida.

Ignacio Zuloaga y Zabaleta
Nació en Eibar durante el verano de 1870, hijo de Plácido Zuloaga, un damasquinador que intentó convencerlo de dedicarse al comercio. Sin embargo, cuando pintó su primera obra, El Ciego de Arrate, su padre la exhibió con orgullo ante los visitantes de su casa-museo. Su vocación quedó clara durante un viaje a Madrid, donde visitó el Museo del Prado, y a partir de entonces nunca dejó de dibujar.

Ignacio Zuloaga y Zabaleta
Nació en Eibar durante el verano de 1870, hijo de Plácido Zuloaga, un damasquinador que intentó convencerlo de dedicarse al comercio. Sin embargo, cuando pintó su primera obra, El Ciego de Arrate, su padre la exhibió con orgullo ante los visitantes de su casa-museo. Su vocación quedó clara durante un viaje a Madrid, donde visitó el Museo del Prado, y a partir de entonces nunca dejó de dibujar.

Ignacio Zuloaga y Zabaleta
Nació en Eibar durante el verano de 1870, hijo de Plácido Zuloaga, un damasquinador que intentó convencerlo de dedicarse al comercio. Sin embargo, cuando pintó su primera obra, El Ciego de Arrate, su padre la exhibió con orgullo ante los visitantes de su casa-museo. Su vocación quedó clara durante un viaje a Madrid, donde visitó el Museo del Prado, y a partir de entonces nunca dejó de dibujar.

Ignacio Zuloaga y Zabaleta
Nació en Eibar durante el verano de 1870, hijo de Plácido Zuloaga, un damasquinador que intentó convencerlo de dedicarse al comercio. Sin embargo, cuando pintó su primera obra, El Ciego de Arrate, su padre la exhibió con orgullo ante los visitantes de su casa-museo. Su vocación quedó clara durante un viaje a Madrid, donde visitó el Museo del Prado, y a partir de entonces nunca dejó de dibujar.
Zuloaga se consolidó como uno de los pintores más destacados del siglo XX . Su obra, galardonada con numerosas distinciones y premios tanto a nivel nacional como internacional, lo posiciona hoy como un referente indiscutible del realismo español.

Realismo
La obra pictórica de Zuloaga se relaciona con el realismo de la Generación del 98, derivado de la profunda crisis moral, política y social que vivió España tras la pérdida de sus últimas colonias.
El enano Gregorio el botero
Ignacio Zuloaga, 1908
Zuloaga retrató la vida rural, las tradiciones, las durezas y los aspectos oscuros de la sociedad española
Paseo a la orilla del mar
Joaquín Sorolla, 1909
Se diferenciaba de muchos artistas de la época; por ejemplo, mientras Sorolla pintaba escenas de veraneo burguesas en la Costa Blanca, él se centraba en temas más cotidianos y menos ligados a la elite

Realismo
La obra pictórica de Zuloaga se relaciona con el realismo de la Generación del 98, derivado de la profunda crisis moral, política y social que vivió España tras la pérdida de sus últimas colonias.
El enano Gregorio el botero
Ignacio Zuloaga, 1908
Zuloaga retrató la vida rural, las tradiciones, las durezas y los aspectos oscuros de la sociedad española
Paseo a la orilla del mar
Joaquín Sorolla, 1909
Se diferenciaba de muchos artistas de la época; por ejemplo, mientras Sorolla pintaba escenas de veraneo burguesas en la Costa Blanca, él se centraba en temas más cotidianos y menos ligados a la elite

Realismo
La obra pictórica de Zuloaga se relaciona con el realismo de la Generación del 98, derivado de la profunda crisis moral, política y social que vivió España tras la pérdida de sus últimas colonias.
El enano Gregorio el botero
Ignacio Zuloaga, 1908
Zuloaga retrató la vida rural, las tradiciones, las durezas y los aspectos oscuros de la sociedad española
Paseo a la orilla del mar
Joaquín Sorolla, 1909
Se diferenciaba de muchos artistas de la época; por ejemplo, mientras Sorolla pintaba escenas de veraneo burguesas en la Costa Blanca, él se centraba en temas más cotidianos y menos ligados a la elite

Realismo
La obra pictórica de Zuloaga se relaciona con el realismo de la Generación del 98, derivado de la profunda crisis moral, política y social que vivió España tras la pérdida de sus últimas colonias.
El enano Gregorio el botero
Ignacio Zuloaga, 1908
Zuloaga retrató la vida rural, las tradiciones, las durezas y los aspectos oscuros de la sociedad española
Paseo a la orilla del mar
Joaquín Sorolla, 1909
Se diferenciaba de muchos artistas de la época; por ejemplo, mientras Sorolla pintaba escenas de veraneo burguesas en la Costa Blanca, él se centraba en temas más cotidianos y menos ligados a la elite

El recorrido artístico de Zuloaga
Los puntos naranjas serán
comentados más adelante
6
Inglaterra
Fue en 1893 y pintó retratos.
4
París
En 1889 se matriculó en la academia donde corregían Henri Gervex, Eugène Carrière y Pubis de Chavanes y continuó pintando.
FRANCIA
Burdeos
8
En 1902 se instaló aquí, dónde nació su primer hija.
2
ITALIA
Eibar
San Juan de Luz
1
Nacimiento en 1870.
Exilio familiar de 1874 a 1876.
Roma
Permaneció seis u ocho meses en 1889, pintando y formándose.
3
7
Segovia y Madrid
A partir de 1899 su vida se divide en pasar los otoños en Segovia, los inviernos en París y el resto del año en Madrid.
ESPAÑA
Sevilla
En 1892 entró en contacto con el Flamenco y se interesó por la tauromaquia. Los gitanos y los toros serán personajes recurrentes en su obra.
5

El recorrido artístico de Zuloaga
Los puntos naranjas serán
comentados más adelante
6
Inglaterra
Fue en 1893 y pintó retratos.
4
París
FRANCIA
En 1889 se matriculó en la academia donde corregían Henri Gervex, Eugène Carrière y Pubis de Chavanes y continuó pintando.
Burdeos
8
En 1902 se instaló aquí, dónde nació su primer hija.
Eibar
Nacimiento en 1870.
ITALIA
2
1
San Juan de Luz
Roma
Exilio familiar de 1874 a 1876.
Permaneció seis u ocho meses en 1889, pintando y formándose.
ESPAÑA
3
7
Segovia y Madrid
A partir de 1899 su vida se divide en pasar los otoños en Segovia, los inviernos en París y el resto del año en Madrid.
5
Sevilla
En 1892 entró en contacto con el Flamenco y se interesó por la tauromaquia. Los gitanos y los toros serán personajes recurrentes en su obra.

El recorrido artístico de Zuloaga
Los puntos naranjas serán
comentados más adelante
6
Inglaterra
1893
4
París
1889
Eibar
Burdeos
8
1870
1902
2
1
Roma
San Juan de Luz
1889
3
1874 a 1876
7
Segovia y Madrid
A partir de 1899 entre Segovia, París y Madrid
5
Sevilla
1892

El recorrido artístico de Zuloaga
Los puntos naranjas serán
comentados más adelante
6
Inglaterra
1893
París
4
1889
Eibar
1870
8
Burdeos
Roma
1902
1
2
1889
San Juan de Luz
3
7
1874 a 1876
Segovia y Madrid
A partir de 1899
5
Sevilla
1892

Don Plácido Zuloaga en su taller
1895
Eibar
ESPAÑA

Don Plácido Zuloaga en su taller
1895
Eibar
ESPAÑA

Don Plácido Zuloaga en su taller
1895
Eibar
ESPAÑA

Don Plácido Zuloaga en su taller
1895
Eibar
ESPAÑA
Esta pintura es un retrato de su padre en la intimidad de su taller, el reconocido damasquinador. Es una obra temprana en su carrera que plasma el recorrido del pintor en ese momento, moviéndose entre las influencias del realismo español y las corrientes europeas de fin de siglo. De hecho, la obra refleja las preocupaciones de la Generación del 98 por desvelar la identidad española, valorando la tradición artesanal familiar.
Su estilo y su pincelada se alejan de las vanguardias francesas, que experimentaban su auge en aquella época, a pesar de haber ido a París a formarse. Los trazos de Zuloaga se inscriben de lleno en el realismo, ya que son sueltos pero controlados, mostrando claras influencias de Velázquez y Goya. El artista, además, realiza un manejo magistral de la luz, con un gran dominio de los claroscuros.

Bailarina
1903
París
FRANCIA

Bailarina
1903
París
FRANCIA

Bailarina
1903
París
FRANCIA

Bailarina
1903
París
FRANCIA
En 1903, la mirada de Zuloaga, tras su estancia parisina y su temporada en Andalucía que tanto marcó su obra, ya estaba consolidada. Esta pintura es un manifiesto del folclore del que se enamoró viviendo entre la cultura gitana y el flamenco, en un momento decisivo para el país, cuando el resto de Europa miraba con curiosidad el debate entre la tradición y la modernización.
La bailarina es la protagonista absoluta de la obra, que ocupa de la composición y establece contacto visual con el espectador. En su paleta predominan los rojos, los ocres y los negros, colores que evocan la identidad española. Zuloaga envolvió la figura con una iluminación dramática pero cálida, creando una intimidad teatral.

Torerillos de pueblo
1906
Segovia
ESPAÑA

Torerillos de pueblo
1906
Segovia
ESPAÑA

Torerillos de pueblo
1906
Segovia
ESPAÑA

Torerillos de pueblo
1906
Segovia
ESPAÑA
Fue en Segovia donde Zuloaga encontró su gran fuente de inspiración: la «España negra». El artista comenzó a pintar zonas rurales, austeras y tradicionales con crudeza, mostrando la realidad del país sin idealismos. El motivo taurino es, sin dudas, el símbolo por excelencia de la identidad española, y su elección fue fruto de la crisis de fin de siglo.
Los torerillos disponen el espacio con una armonía casi ceremonial. Su distribución y sus semblantes crean una narrativa. Zuloaga pintó a los personajes con una solemnidad que recuerda a las pinturas monárquicas, lo que posiciona a la tauromaquia como una tradición ancestral.

Celestina
Segovia
1906
ESPAÑA

Celestina
Segovia
1906
ESPAÑA

Celestina
1906
Segovia
ESPAÑA

Celestina
1906
Segovia
ESPAÑA
Una mujer semidesnuda en su tocador se mira de reojo en el espejo que la enfrenta y contrasta con la escena que se desarrolla al otro lado de los cristales. Zuloaga pintó aquí un ambiente erótico y marginal, donde los tonos ocres y rojos se enfrentan a las luces del exterior, mientras la penumbra envuelve a la mujer iluminada por un haz de luz. Una vez más, el claroscuro aporta dramatismo, pero también sugiere vulnerabilidad y decadencia. Pero, sobre todo, muestra la realidad más íntima y descarnada.

Las brujas de San Millán
Segovia
1907
ESPAÑA

Las brujas de San Millán
1907
Segovia
ESPAÑA

Las brujas de San Millán
1907
Segovia
ESPAÑA

Las brujas de San Millán
1907
Segovia
ESPAÑA
El realismo extremo de Zuloaga impregna una escena del barrio de San Millán, en el centro de Segovia. Se trata de un realismo directo y seco, muy influido por Goya. Aunque no representa un lugar periférico, en aquel momento era una zona muy pobre.
Zuloaga organizó a los personajes de la composición —un grupo de ancianas enlutadas— en forma de triángulo, recurso frecuente en su obra. Las pintó con un aspecto siniestro, envueltas en pesados ropajes que acentúan la oscuridad de la escena. En contraste, sus rostros, visibles bajo los velos, aparecen iluminados, lo que intensifica el dramatismo de la pintura. Solo una de ellas, en el centro, dirige la mirada al espectador, rompiendo con la indiferencia del grupo.