'Víctimas de Indurain', el documental de Movistar+ sobre el ciclista.
Miguel Indurain

'Las Víctimas de Indurain': «Era imposible ganarle. Tenía miedo a competir contra él»

Los máximos rivales de Miguel Indurain en sus cinco tours repasan en 'Informe Plus' el tormento al que se enfrentaron mientras el navarro dominaba con mano de hierro la ronda gala

Jon Munarriz

San Sebastián

Viernes, 4 de marzo 2022, 12:36

Si conseguir cinco Tour de Francia, dos Giro d'Italia, un oro olímpico y el mundial ya es algo increíble, convertirse en una leyenda del ciclismo capaz de marcar una época y que así lo reconozcan tus rivales es todavía más complicado de conseguir. De eso trata 'Víctima de Indurain', el documental producido por 'Informe Plus', de Movistar+, sobre Miguel Indurain, en el que se recuerdan los cinco entorchados fraceses de Indurain desde una perspectiva diferente: son sus rivales de aquellos años los que narran cómo era competir contra un ciclista único como 'Miguelón'. Los conductores del documental no son otros que otros grandes nombres de las dos ruedas como Gianni Bugno, Claudio Chiapucci, Tony Rominger, Alex Zülle o Piotr Ugrumov, entre otros. Figuras que no dudan en recordar el tormento que les suponía enfrentarse al campeón navarro. «Tenía miedo a competir contra él», confiesa alguno de ellos.

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La primera vez que Indurain se coronó como ganador del Tour de Francia fue en 1991 ya como líder del equipo Banesto, pero años antes, en 1988 y como gregario de un 'Perico' Delgado que acabaría llevándose la vuelta a Francia aquel año, se convirtió en una de las grandes sorpresas de la edición. Una de las exhibiciones más recordadas de ese año fue durante una escapada que mantuvo junto a Chiapucci en una etapa que arrancó en Val Louron. El italiano se acabaría haciendo con la etapa, aunque aquella fue la primera vez que Indurain hizo algo que acabaría siendo habitual en él: concederle la etapa a los ciclistas que aguantasen sus arreones. «Era su forma de mostrar respeto a la carrera y a los demás», alega el ciclista italiano.

Otro gran rival de ambos, en especial de Chiapucci, fue Gianni Bugno. El doble campeón del mundo sufrió en varias ocasiones el poderío del navarro, hasta el punto que recurrió a psicólogos para buscar la motivación necesaria para ganar a Indurain. «Tenía miedo de competir contra él. Necesitaba motivarme para convencerme de que le podía ganar. Estaba muy apoyado y rodeado por mi gente cercana para tener esa confianza, pero luego compitiendo estaba solo. Y eso era otra cosa», recuerda Bugno.

En 1993 llegaría el segundo doblete consecutivo de Indurain, Giro d'Italia y Tour de Francia, aunque esta vez sus rivales serían otros: Piotr Ugrumov en el país transalpino y Tony Rominger en Francia. Pero 'Miguelón' seguía siendo intratable. El año siguiente, el navarro volvió a dar otra exhibición con una contrarreloj que es historia del ciclismo en Bergerac. «Era imposible ganarle, imposible», expresa en el documental Alex Zülle. Sin embargo, las cosas no fueron tan sencillas en aquel Tour del 94. Parte de la culpa de aquello la tuvo el ciclista letón Piotr Ugrumov. «Luchar contra Indurain ya era un privilegio», reconoce.

«Si me recuerda como un rival ya es un privilegio»

En 1995, Indurain ponía fin a su gran hito haciéndose con su quinto y último Tour de Francia. Su rival aquel año volvió a ser Alex Zülle quien trató de dejarle atrás en repetidas ocasiones con constantes ataques como los lanzados en La Plagne en los que Indurain supo defenderse. El suizo comenta que Manolo Saiz, antiguo responsable del equipo ONCE/Liberty Seguros en el que militaba, quería «que le atacase siempre a Indurain. Estaba obsesionado con ganarle, pero aquel año era imposible. Quedar segundo ya era un buen resultado», reconocía Zülle.

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Ese sabor de boca dejan las palabras de los que fueron los rivales de Indurain en el documental de Movistar+. El dominio del ciclista era tal que «si me recuerda como un rival ya es un privilegio», reconocía Ugrumov. Pese a ser grandes estrellas del mundo del ciclismo, el talento y las pedaladas de Indurain fueron capaces de eclipsarles en muchos momentos, pero ante esa superioridad solo cabía rendirse. «Debes amarlo, aunque sea agonísticamente», sentenciaba Bugno.

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