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Una escena del montaje estrenado en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, con el sello de Allex Aguilera. GUILLERMO MENDO
'Tristán e Isolda', la ópera máxima

'Tristán e Isolda', la ópera máxima

El Euskalduna acoge el sábado la obra de Wagner, en un montaje refinado y simbólico, con la BOS a las órdenes de Erik Nielsen y un elenco liderado por Oskana Dyka y Gywn Hughes

Martes, 14 de enero 2025, 01:00

Más que una ópera es un acontecimiento. Hay que estar preparado para 'Tristán e Isolda' , una partitura de la que nunca se sale indemne. Es una obra maestra de Wagner, con ambiciones sinfónicas, en la que las voces se conciben como instrumentos solistas de la orquesta en un torrente musical incesante. Apenas hay acción, el éxtasis es (casi) constante y dura casi cinco horas. El amor imposible de Tristán e Isolda se recrea en unos términos que rompen moldes. Nada fue igual en la Historia de la Música después del estreno de esta ópera de Wagner, el 10 de junio de 1865.

Este sábado, a las siete de la tarde, la temporada de la ABAO ofrecerá por tercera vez este título imprescindible del compositor alemán. La Orquesta Sinfónica de Bilbao ya superó el reto en 2011, cuando la interpretó bajo la dirección de Miguel Ángel Gómez Martínez y ahora repite la experiencia con Erik Nielsen al frente. El exdirector de la BOS, que dejó la titularidad de la formación el año pasado, está muy motivado, más todavía por el éxito que ha tenido en el Festival del Tirol en Erl, donde ha dirigido en las últimas temporadas 'El anillo del nibelungo'.

  • Cantantes Oksana Dyka, Gywn Hughes, Marko Mimica, Daniela Barcellona... Coro de la Ópera de Bilbao.

  • Orquesta Sinfónica de Bilbao con Erik Nielsen al frente.

  • Director de escena Allex Aguilera.

Su afinidad con la música de Wagner y la confianza en la BOS le hacen sentirse tranquilo, aunque no relativiza la dificultad del reto. «Es la ópera más completa, profunda y complicada de Wagner. No se trata solo de música, sino también de filosofía», ratifica en rueda de prensa el maestro estadounidense. El reparto estará liderado por el tenor galés Gywn Hughes Jones (Tristán) y la soprano ucraniana Oksana Dyka (Isolda), que estarán arropados por la mezzo italiana Daniela Barcellona(Brangäne), el bajo-barítono-croata Marko Mimica (rey Marke) y el barítono bajo-letón Egils Siliņš (Kurwenal).

Un elenco internacional en el que todos los ojos y oídos estarán puestos en Oksana Dyka, Daniela Barcellona y Marko Mimica, porque todos abordan por primera vez sus respectivos roles. La soprano ucraniana, que deberá lidiar con el extenuante papel de Isolda, no compareció ante los periodistas, pero sí pudo verse muy relajada a la mezzo italiana, acompañada de su marido, el director de orquesta Alessandro Vitiello. Hay mucha expectación ante el debut de Daniela Barcellona como Brangäne, la fiel doncella de Isolda y pieza clave en la trama.

El bajo-barítono-croata Marko Mimica, que se meterá en la piel del rey Marke, tío de Tristán y un dechado de nobleza, cuenta asimismo con escenas fundamentales en la ópera y con este rol amplía su experiencia en papeles wagnerianos, ya que hasta ahora ha cantado en 'Tannhäuser', 'Lohengrin' y 'Los maestros cantores de Núremberg'. El tenor galés Gywn Hughes Jones, por su parte, ha cantado en un par de producciones de 'Tristán e Isolda', así como en 'Los maestros cantores de Núremberg'. El grueso de su repertorio continúa siendo el italiano y francés.

Esfuerzo presupuestario

La dirección de escena llevará la impronta del brasileño Allex Aguilera, simbolista y esteticista. El montaje no violenta el desarrollo de la historia ni interfiere con elementos ajenos a la trama. Para recrear ambientes y estados de ánimo recurre a proyecciones alegóricas, así como a diversos elementos figurativos o arquitectónicos de relieve. Lo más llamativo es un número de Butoh japonés, un tipo de expresión corporal errática y catártica que cobrará protagonismo en el último acto. «Esta ópera tiene una belleza pasmosa. Es imposible plantear nada feo escénicamente. Todo lo que planteo responde a la música y al mensaje de Wagner», razona Aguilera.

El director artístico de la ABAO, Cesidio Niño, destacó la coherencia del planteamiento del montaje, «porque lo que ofrecemos es un espectáculo total, muy visual, con sentido y emoción». El esfuerzo presupuestario para sacar adelante las cuatro funciones es ingente, pero merece la pena. La afición es más verdiana que wagneriana, pero 'Tristán e Isolda' nunca deja indiferente.

Se basa en una leyenda del siglo XII, con libreto del propio Wagner, sin apenas acción, pero con una intensidad emocional que llega al éxtasis y culmina en la muerte de los amantes. Todo gira en torno a la pasión de la pareja protagonista, que solo puede desatarse con plena libertad al extinguirse sus vidas. La atracción es irresistible incluso antes de que beban un filtro amoroso que confirma lo que sienten. Su destino fatal se intuye en los primeros compases que concentran la esencia de toda la partitura. El preludio de diez minutos anticipa el desarrollo con una trama repleta de significado.

La princesa irlandesa debería odiar al sobrino del rey Marke de Cornualles, porque sus pueblos están enfrentados y el joven mató a su prometido. Pero todo eso es circunstancial, lo que arrastra a Tristán e Isolda viene de otra dimensión. La leyenda de los amantes le sirvió a Wagner para concebir una tragedia que hunde sus raíces en la filosofía de Schopenhauer y la interpreta a su manera. La voluntad de vivir (y el amor) no se extingue nunca. Es anterior y posterior al mundo. Wagner nunca se quedaba corto.

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