Certamen Coral de Tolosa

Suhar Korua, el último reducto de los cantores

En el coche y de camino a Madrid, el director de Suhar Korua no tiene demasiado tiempo de digerir la victoria del coro vasco en el 54 Certamen Coral de Tolosa. «Tengo un jefe muy majo que me ha dado el día libre, pero mañana toca volver al trabajo». Y es que Esteban Urzelai (Oñati, 1979), además de llevar la batuta del flamante ganador de las Masas Corales, desde diciembre de 2020 ocupa la subdirección del Coro Nacional de España. Dos años antes había fundado Suhar, labor que durante varios años compatibilizó también con la batuta de Euskal Herriko Gazte Abesbatza y la subdirección artística del Orfeón Donostiarra.

El oñatiarra es la cara visible de una agrupación joven que en Tolosa ha arrasado de manera incontestable: cinco premios y una puntuación por encima del 9 sobre 10. Eso sí, la celebración fue breve. «Nos enteramos del palmarés el sábado por la noche y no dormimos de los nervios y de la cantidad de felicitaciones que recibimos. No pudimos celebrar demasiado porque el domingo teníamos que cantar en la clausura y por la tarde un concierto».

Dice Urzelai que «no lo esperaban» pero que, claro, cuando uno se presenta a Tolosa lo hace «porque sabe que está en un momento en el que puede rascar algo, si no no te presentas». Es por eso que en el mes de abril viajaron a Eslovenia para participar en el Certamen Coral Internacional Gallus de Maribor y así «tomarle la medida».

Allí se hicieron con un segundo puesto y se volvieron a casa con el premio del Público y el de la Mejor Interpretación, que terminaron de confirmar su puesta a punto. Y así las cosas, el pasado domingo, un jurado conformado por siete miembros internacionales ratificaron en el cine Leidor lo que ellos ya sabían: «No existe en Europa algo semejante», certificaron los expertos.

«Creo que son palabras del momento, de la emoción... pero hay que relativizarlas un poquito», responde Urzelai a un halago que no pone presión para su participación en la final del European Grand Prix for Choral Singing del próximo mes de septiembre. «En Europa hay coros buenísimos así que esta es una responsabilidad de representar a Euskal Herria que asumimos desde la más absoluta humildad e ilusión».

Suhar vence y convence no sólo a quienes tiene que hacerlo sino también al más importante: el respetable. «Muchísima gente nos dice 'qué pasada', 'hemos alucinado con vosotros', que el sonido de Suhar impacta por su musicalidad y otros adjetivos que se repiten muy a menudo, así que no nos queda otro remedio más que creérnoslo», cuenta con la boca pequeña. Ahora bien, es consciente de que «con el público de Tolosa fue como salir a jugar a Anoeta con toda la afición».

Y es que parece que todo lo que toca (dirige) el director oñatiarra se convierte en oro, sobre todo si se trata de nuevos talentos vocales. En 2004 asumió la dirección de la cantera del Orfeón Donostiarra y, entre el 16 y el 19, la de Euskal Herriko Gazte Abesbatza, el primer coro vasco ganador del certamen tolosarra (2021). La próxima temporada 2024-2025 repetirá como su director titular. «Es un premio personal al camino que vengo haciendo desde hace 27 años cuando empecé en Oñatiko Abesbatza. Es un lujazo dedicarse a esto».

Hay cantera y para muestra, un botón: de entre los cuarenta miembros que actualmente forman Suhar Korua, el cantor más joven tiene diecinueve años. Hace apenas cinco que Esteban Urzelai fundó la coral casi como una selección de Euskadi del canto. «Bueno, eso suena como algo más oficial, en realidad se trata más de una selección que hice yo de gente que conocía, amigos y compañeros de coros».

A aquellos primeros 24 protagonistas se han ido sumando voces experimentadas hasta ampliar la formación a los actuales 40 miembros. Un coro «de Euskal Herria» entre quienes se encuentran un navarro, dos alaveses, cuatro vizcaínos, un conquense, un esloveno residente en Tolosa y una gran mayoría de guipuzcoanos venidos de Donostia, Mondragon, Oñati, Bergara, Beasain, Azpeitia, Tolosa, Errenteria, Hondarribia, Irun... entre otros.

Muchos de ellos, además, forman parte de otras agrupaciones corales, por lo que la dinámica de trabajo es particular. Una vez al mes Urzelai viaja desde Madrid para realizar un ensayo conjunto, confiando siempre en el previo trabajo individual de cada cantor.

«Nos solemos juntar en Donostia, aunque depende en función de dónde nos toque actuar. Los asuntos de lectura de partituras y de estudio personal los hace cada uno en su casa y, cuando nos juntamos, hacemos ensayos de todo el día en jornadas muy, muy intensas en las que nos centramos en el empaste, la afinación y esas cosas que solo pueden trabajarse juntos». Cuando hay alguna competición a la vista se convoca algún ensayo extra, pero la realidad es que no podemos apretar más porque todos tenemos otros compromisos y hay que respetarlos».

La noticia de la victoria de Suhar en Tolosa parece haber abierto un rayo de luz que confía en poner de nuevo de moda el mundo coral en Euskadi. «Ojalá», reclama Urzelai, «es una reivindicación que vengo haciendo, porque ahora que Suhar ha ganado en Tolosa parece que el mundo coral vasco es maravilloso y nada más lejos de la realidad».

Recientemente se acaba de presentar un informe sobre la situación del sector que refleja el delicado momento por el que pasa en el País Vasco. «Necesitamos todo el apoyo y ayudas de las instituciones para que Euskadi siga siendo un país de coros y esto siga siendo un movimiento y no un fenómeno de coros sueltos».

En concreto, son los conjuntos de voces graves o de hombres los que hoy en día padecen más la pérdida de cantores, lo que les convierte en una especie en extinción. «Me niego a creer que el futuro de los coros es únicamente femenino, pero es verdad que hay que hacer un trabajo muy profundo para fomentar el canto en los niños. Es la única manera de que se aficionen a esto. Una vez que la semilla está plantada... siempre florece».

Suhar ha plantado su simiente y quienes quieran verla crecer tienen la oportunidad este mismo sábado en las Masas Corales de Mungia. Después descansarán para hacer frente al que sin duda es su gran hito: el 14 de septiembre, en Varna (Bulgaria), en la final del Gran Premio Coral Europeo.