Así será la gira de La Oreja de Van Gogh por Estados Unidos
El grupo inicia inicia un 'tour' de 18 conciertos y cinco semanas que recorrerá USA de costa a costa. «Es el sueño de todo músico», dicen. Nos colamos en los preparativos
Son días de maletas y de fiestas de despedida en las casas de los componentes de La Oreja de Van Gogh. «Nos embarcamos en una gira de cinco semanas por Estados Unidos que es un sueño para cualquier músico, pero a la vez los cinco tenemos hijos y toca despedirse por un tiempo largo», explica Pablo Benegas, guitarrista del grupo. «Estos meses de pandemia, además, nos ha tenido más tiempo en casa y la separación se hace más dura».
Son los nuevos tiempos. Los músicos que se van en gira son ahora formales padres de familia, pero en su 'tour' norteamericano actuarán en históricas salas de 'blues' y teatros que son leyenda. Serán 18 conciertos y un recorrido por el país de costa a costa, desde Florida hasta California pasando por Washington o Nueva York. Supone también un desafío organizativo al otro lado del charco: los cinco músicos viajarán acompañados de otros cinco técnicos, con su 'road manager' habitual, Ander Arzallus, al frente.
No es una aventura nueva. «A lo largo de nuestra historia hemos dado más de cien conciertos en Estados Unidos. La última gira, en 2017, ya fue potente, pero esta será mayor», recuerda Benegas. «Nuestro público allí sigue siendo mayoritariamente latino, pero cada vez notamos más espectadores anglosajones que no hablan español. Vamos ampliando audiencias».
Lo que hace todo distinto (y más complicado) es el Covid. De hecho, el 'tour' estaba previsto inicialmente para el año pasado. «El virus nos ha marcado en los dos últimos años y está provocando que cada detalle de la gira sea más difícil que otras veces. Pero ya llegaron los visados, los aforos de las salas donde actuaremos están disponibles al cien por cien y confiamos en que el 'tour' pueda resultar lo más parecido a la normalidad», agrega Pablo.
«Normalidad». También es la palabra soñada por los componentes de La Oreja tras estos turbulentos meses. «En marzo pasado empezamos la gira por España con los conciertos en el Kursaal. Ha sido emocionante pero durísimo, marcados por la incertidumbre. Han ido cambiando los aforos, pero siempre muy limitados. Era extrañísimo tocar ante un público con mascarillas que no podía levantarse a bailar. Pero a la vez, fue estimulante volver al escenario, tocar en directo. Han sido conciertos muy especiales, pero los últimos, con aforos ya ampliados, los hemos disfrutado más porque empezaban a parecerse a los de siempre».
El impacto de 'Sirenas'
Es la gira que sirve para presentar 'Susurros en la tormenta', el nuevo disco del grupo, que también salió con retraso sobre lo inicialmente previsto por culpa del virus. «El público lo ha acogido estupendamente. En los conciertos de estos meses los espectadores vibraban con 'Abrázame' y 'Durante una mirada', temas que habían sido ya lanzados como 'singles', pero hay una que conecta de manera especial, 'Sirenas', ya desde antes», revela Benegas. En 'Sirenas' se narra en clave poética la conversación entre una madre y su hija sobre un atentado de ETA en Donostia.
«En la gira americana mantendremos el repertorio, con las nuevas canciones y el habitual repaso a nuestros éxitos, que el público siempre demanda», explican los músicos. «No hemos tenido que realizar ahora ensayos especiales porque básicamente haremos lo que estamos haciendo este año. Lo complicado es trasladar todo al otro lado del Atlántico y movernos en un 'tour' tan intenso con fechas tan apretadas».
Será un problema menor. «Para nosotros es un verdadero disfrute, un lujazo, una recompensa, una gira así. Vamos a actuar en salas muy tradicionales, espacios históricos del blues o teatros míticos. Vas a los camerinos o recorres los pasillos de los auditorios y están forrados de grandes nombres que pasaron por esos escenarios».
El viaje empieza el martes
El martes comienza el viaje. «Primero vamos a Miami a varias entrevistas de promoción y el primer concierto será el jueves en la House of Blues de Orlando. Luego siguen, entre otros, Miami, Atlanta, Washington, Nueva York, Denver, Houston, San Antonio, Dallas, Chicago, San Francisco, Las Vegas, Sacramento, Phoenix, San Diego y Los Ángeles, donde terminamos el 9 de diciembre». ¿Hay alguna ciudad que les estimule especialmente? Nueva York siempre es especial, pero también Chicago o San Francisco nos evocan muy buenos momentos. En realidad todas las ciudades de la gira suponen un desafío».
Estos días son de despedidas, «con pequeñas fiestas familiares en casa, con todas las precauciones, para la salud». Pablo Benegas cuenta con más detalle cómo compaginan los cinco músicos la vida con los suyos con el trabajo. «Llevamos muchos años en la carretera y acostumbados a giras largas, pero algo fue cambiando a medida que empezamos a tener hijos. Y la pandemia ha supuesto la transformación total. Hemos pasado más tiempo en casa que nunca, lo que ha supuesto un lujo inesperado, dentro de la pesadilla que suponía para todos este Covid, especialmene para quienes más han sufrido. Ahora nuestra gente sabe que para nosotros esta gira es una oportunidad histórica... y mantendremos el contacto desde ahí con las posibilidades de los nuevos medios».
Leire, Xabi, Pablo, Álvaro y Haritz ultiman las maletas para cinco semanas de 'susurros en la tormenta' a través de Estados Unidos. La gira se anunció el pasado agosto y desde entonces el grupo y su 'familia' profesional de Get In ha estado pendiente de la evolución del virus a los dos lados del charco. «Lo peor ha sido la incertidumbre», repite Pablo Benegas. El martes suben al avión y el 10 de diciembre volverán a casa. En medio, 18 conciertos y muchos kilómetros. «Aún nos emocionamos con estos retos como cuando empezábamos en el oficio», dicen.
El 'susto' de Haritz, cubierto por Karlos Arancegui en la batería
La Oreja de Van Gogh también tuvo su susto estos meses. Haritz Garde, el batería del grupo, sufrió una fuerte neumonía, ajena al Covid, que le dejó varias semanas en el dique seco. «Tuvimos que improvisar una solución, porque tocaba concierto, y llamamos a nuestro amigo Karlos Arancegui, batería bien conocido porque ha acompañado a numerosos músicos vascos. En solo 24 horas se preparó y ha actuado maravillosamente, con profesionalidad y un oficio tal que parecía que llevaba toda la vida junto a nosotros. Es un monstruo en la batería y un amigo estupendo», cuenta Pablo Benegas. «Por fortuna Haritz se curó, está en perfectas condiciones y afronta la gira por Estados Unidos con las mismas ganas de todos».