Música
Donostia suena a ochoteOzenki celebra su cuarenta cumpleaños con un disco con obras de compositores donostiarras, muchas de ellas inéditas
Si la música coral es la seña de identidad del País Vasco, el ochote es, quizá, una de las formaciones de mayor tradición. No son muchos los que continúan practicando esta forma de cantar, aunque hay algunos que se han convertido en ejemplos de supervivencia, como el donostiarra Ozenki, que acaba de cumplir cuarenta años. Y el conjunto vocal ha querido celebrarlo con la edición de un disco, 'Compositores donostiarras', que, según palabras de su director, José Ignacio Hurtado, es «un homenaje a nosotros mismos, a nuestros 40 años de historia, y a todos los cantores que han pasado por el ochote en este tiempo. Y para ello hemos elegido como temática el de compositores donostiarras, nacidos, como el Ochote Ozenki, en San Sebastián».
El CD recoge piezas muy populares junto a otras inéditas. «Queríamos hacer un volumen con 24 temas de José Juan Santesteban, Raimundo Sarriegui, José Mari Usandizaga, Aita Donostia y Pablo Sorozábal. En algunos casos la recopilación ha sido bastante fácil, pero en otros ha habido que hacer un trabajo de investigación en Eresbil e incluso realizar alguna que otra adaptación y arreglo para que pudieran ser cantadas por un ochote. Y podemos decir que hemos grabado temas que nunca habían sido interpretados por un coro. ¡Hasta hemos corregido algunas letras que históricamente se cantaban de forma equivocada o errónea!», destaca Hurtado.
'Compositores donostiarras'
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Autor Ochote Ozenki
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Género Música vocal
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Discográfica Autoedición
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Precio 15 euros
El resultado son 24 temas de estos cinco compositores. «Hemos aprovechado ocho canciones que ya habíamos grabado en 2001 en el disco 'Festara' y hemos grabado los 16 temas restantes. Estamos muy orgullosos del trabajo hecho y del resultado final. Además, hemos contado con la colaboración del artista donostiarra Iñigo Arístegui, que creó la escultura 'Ochote' con la que se ilustra la portada y el estuche del CD. Para Ozenki es un placer que artistas de este nivel colaboren con nosotros, como en su día lo hizo Nestor Basterretxea, que nos regaló su obra 'Aita Madina' para la portada de nuestro primer disco, y también la del disco 'Donostia', realizada por Rikardo Ugarte». El disco se puede adquirir por 15 euros en los conciertos del ochote y en dos establecimientos donostiarras: el Café Salvador, frente al túnel de Jai Alai, y el bar restaurante Muxumartin, en la calle Puerto de la Parte Vieja. Asimismo, tal y como explica Hurtado, «se puede escuchar en cualquiera de las plataformas digitales para descarga de música. Y si alguien está interesado en contactar directamente con nosotros, lo puede hacer a través de nuestra web www.ochoteozenki.es, donde mantenemos al día la información del ochote, o en el correo ochoteozenki@gmail.com».
Con ocho no basta
A pesar de tener el nombre de ochote, Ozenki ha contado con un número variable de componentes a lo largo de su historia. «Los primeros años lo formábamos ocho cantores –dos por cuerda–, más el director. Pero cuando alguien no podía acudir a una actuación, su compañero se quedaba solo. Esto es una responsabilidad enorme que en un coro más numeroso no se da. Así que tras los primeros años de arranque decidimos ampliar el ochote a tres por cuerda, teniendo siempre un colchón o repuesto. Y hemos seguido prácticamente así hasta la época de la pandemia. Por entonces se dieron algunas bajas y excedencias, que hubo que cubrir con nuevos miembros. Pero cuando los que salieron han vuelto, han sido admitidos, porque no vamos a negar la participación en el ochote a nadie que quiera cantar. Y menos en estos tiempos, en los que, como no hace mucho contaban en este periódico algunos directores y preparadores de coros, cuesta muchísimo encontrar gente dispuesta a cantar en coros. Pero eso sí, en los festivales de ochotes que aún se organizan acudimos siempre con la formación tradicional de ocho más director», apunta Hurtado.
Para el director de Ozenki, cantor en el Orfeón Donostiarra cuando asumió la responsabilidad en 1986, el ochote tiene unas características muy peculiares. «Tu voz es la mitad de la de tu cuerda, es más audible que en un coro y está muy presente. En un conjunto más grande, si te entra la tos o te callas un momento no se nota; en el ochote, sí. Esto supone una mayor responsabilidad que el cantor debe afrontar y vencer. «Por otra parte, existe un repertorio específico para ochote. Aita Madina supo plasmar este tipo de canciones en las composiciones que escribió para el ochote Irrintzi de Oñati, del que fue creador e impulsor. Son temas mucho más ágiles y juguetones, y en diferentes momentos se resaltan todas las voces. Y aunque los ochotes interpretamos también obras para coro grande, el resultado final no tiene el mismo empaque, volumen y fuerza que el que ofrece un coro de medio centenar de cantores. Por eso a veces lo que hace el director es modificar un poco la forma de interpretar esos temas para adaptarlos a nuestra forma de cantar».
«En Francia se da por hecho que la cultura se paga»
Al igual que ocurre con un gran número de agrupaciones vocales en el País Vasco, Ozenki es un conjunto que se mantiene por la vocación y entrega de sus miembros. «Somos totalmente amateur. Salvo en las épocas gloriosas de los años ochenta y los noventa, en las que la Diputación de Gipuzkoa organizaba festivales musicales y nos pagaban por intervenir en ellos, nos mantenemos con las subvenciones que recibimos por acudir a los festivales de ochotes donde participamos, o con lo que percibimos cuando alguna organización nos contrata para eventos específicos como amenizar congresos, cantar en cenas... No hay otros ingresos. Incluso organizamos conciertos por nuestra cuenta para mantener la actividad, sin cobrar. En Francia, sin embargo, organizas un concierto cobrando la entrada ¡y el local se llena! Allí se da por hecho que la cultura se paga; aquí esto es impensable», apunta José Ignacio Hurtado. «Hemos pagado los cuatro discos íntegramente con nuestros fondos, que en este momento se encuentran casi en números rojos. Lo que nos interesa es que de una manera u otra estos discos queden para la historia como reflejo de nuestro trabajo musical. Pero nos vendría fenomenal que alguna entidad nos echara una mano, por ejemplo, patrocinando esta grabación».
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