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El Día del Libro vive una edición «histórica» por la gran afluencia de público y elevadas ventas
Rosa Montero, Aroa Moreno y Santiago Posteguillo fueron los autores más vendidos en una feria que volvió a la Plaza Gipuzkoa tras los dos años de pandemia
Los propios establecimientos confirmaron la impresión del presidente del Gremio de Libreros, que a su vez, refrendó la percepción del periodista a pie de ... puesto: la Feria del Libro de Donostia vivió ayer una «jornada histórica» en su reencuentro en la calle con los lectores, gracias a la elevada afluencia de público y a las altas ventas. «Creo que es el día que más he vendido desde que abrí la librería», confesaba Inés García, del establecimiento de Gros Tobacco Days.
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Decía el viernes el presidente del Gremio de Libreros que ojalá ayer, Día del Libro, hiciera «la típica jornada gris donostiarra, ni tan soleada que alejara a los paseantes, ni tan mala que los dejara en casa», y sus plegarias fueron atendidas, al menos durante toda la mañana y primeras horas de la tarde. Bajo una amenaza de lluvia que no llegó a concretarse –y brevemente– hasta el comienzo de la tarde, la afluencia de público y las cifras de ventas se situaron muy por encima de las expectativas. Y por la tarde, se volvieron a disparar. Los once puestos instalados en la Plaza Gipuzkoa –correspondientes a Elkar por partida triple, Hon-tza, Zubieta, Tobacco Days, Casa del Libro, Kaxilda, la Librería Evangélica, el puesto de la Diputación Foral y la librería egiatarra EBLA, que se estrenaba en la feria–, apenas tuvieron un respiro de tranquilidad a mediodía, inmersas en una frenética actividad.
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Libros para todos los gustos
Los dos años de ausencia por la pandemia, la amplia oferta de títulos debido a la habitual avalancha de novedades de estas fechas y los descuentos del 10% animaron a la ciudadanía a curiosear por los soportales de la plaza. En medio de una multitud que por momentos dificultaba el tránsito y la consulta de los libros colocados en los stands, López Chocarro mostraba su satisfacción por este reencuentro en la calle entre los libreros y los lectores. «El año pasado, que se celebró dentro de los propios establecimientos, ya hubo colas de clientes y muy buenas ventas. Sin embargo, la de hoy ha sido una jornada histórica», admitía. Tanto es así que por la tarde fueron varios los libreros que tuvieron que ir a sus respectivos establecimientos a por más libros, ante el riesgo de desabastecimiento bajo unas ventas que no pararon en todo el día.
Gustos heterogéneos
Entre los títulos van vendidos despuntaron 'El peligro de estar cuerda', de Rosa Montero, 'Roma soy yo-La verdadera historia de Julio César', de Santiago Posteguillo, 'La bajamar', de Aroa Moreno y, en el caso del puesto de la librería Zubieta, 'Cruzar el agua', de Luisa Etxenike, que al igual que Arantza Urretabizkaia, Olga Serrano y otros autores, estuvo firmando ejemplares en la feria.
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Y si la lista de títulos más vendidos ya resultaba heterogénea, otro tanto podría decirse de la clientela. «¿Se puede poner en el periódico 'soy lo puto peor, siempre que entro en una me dejo una pasta'?», respondía con desarmante franqueza una joven, preguntada sobre si frecuenta las librerías a lo largo del año. En esta ocasión, habían 'caído' el reciente Premio Nadal 'Las formas del querer', de Inés Martín Rodrigo, y varios títulos de literatura infantil. El mismo género que registró una importante demanda durante todo el día el puesto de la Casa del Libro, con la colección 'Osito Tito' y '¿Puedo mirar en tu pañal?' como títulos más destacados.
Un señor indicaba que venía en busca de 'Jerusalén, santa y cautiva', del corresponsal de este periódico en Oriente Medio, Mikel Ayestaran, «porque estoy leyendo el anterior, 'Las cenizas del califato', y me está gustando mucho»; una turista chilena buscaba libros «de esta nueva camada de escritoras argentinas tan interesantes que han salido. La oferta acá es mucho más amplia que en mi país. Una de las suertes de los chilenos es volver a nuestro país con libros», señalaba; «Vengo por las Biblias, tanto infantiles como para adultos, y por la conversación con otros clientes», afirmaba un cliente de la Librería Evangélica; «yo estoy pensando si me llevo uno que he visto de Angela Davis», admitía una dubitativa estudiante donostiarra en el puesto de Kaxilda.
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Sin embargo, eran mayoría los visitantes que preferían dejarse sorprender por el alud de novedades que acompañan al Día del Libro antes que buscar algún título en concreto. Muchos reconocían una cierta fidelidad a una cita que los dos últimos años se ha tenido que suspender por la pandemia. «No es que sea una cita ineludible, pero me gusta pasarme por los puestos», señalaba una joven asidua, que también admitía un cierto reparo debido a «tanta gente como hay. La verdad es que con internet todo resulta más sencillo si tienes claro lo que vas a comprar, pero prefiero moverme entre los libros en formato físico. Y me gusta más encontrar que buscar». Una pareja madura también aseguraba venir «por tradición porque encuentras lo mismo que en las librerías, menos el libro de bolsillo».
Eneko Sánchez se estrenaba en la Feria al frente de la librería EBLA de Egia, que abrió en julio con una interesante y personal propuesta a base de literatura de ciencia-ficción, cómics, fantasía y libros de rol. «He vendido bastante bien. Han venido al puesto muchos clientes habituales y también mucha gente a la que no había visto nunca por la tienda».
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Inés García resaltaba los comentarios favorables que recibió por parte de los clientes de Tobacco Days por la selección de títulos «diferentes y al margen de los típicos bestsellers» que había llevado al puesto. En su caso, entre los más vendidos figuraba la edición de la 'Odisea' publicada por el sello Blackie Books.
Éxito en los puestos... y también en los establecimientos
No sólo los puestos de la Plaza de Gipuzkoa registraron buenas ventas: también las librerías que prefirieron celebrar este Día del Libro en sus establecimientos triunfaron. Así lo indicó Santi Azurmendi, de Donostia, quien calificó de «espectacular» una mañana que comenzó ya con cola de clientes a las nueve de la mañana. «Ha habido muchísima gente, más de la que esperaba», admitía. Lagun tampoco puso este año puesto en la Feria, pero registró una afluencia de visitantes «por encima de un sábado normal y también de otros días del libro». Los títulos más vendidos en estos dos establecimientos no se diferenciaron mucho de los de los puestos: los últimos títulos de Rosa Montero, Kirmen Uribe, Antonio Muñoz Molina, Nickolas Butler, Alexis Ravelo y 'La bajamar', de Aroa Moreno.
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