Actor, humorista y mago

Teatro

Luis Piedrahita: «Los quejosos son los que más necesitan tener sentido del humor»

- ¿De qué se va a reír el público en este monólogo?

- De mí. Y de ellos mismos. Conmigo mismo y con ellos mismos. Vamos a reírnos de todas esas cosas con las que no estamos contentos. Vamos a reírnos de un montón de miserias cotidianas con la intención de verlas con distancia y desactivarlas.

- Dice que la función habla de que nadie está contento con lo que le ha tocado en la vida. ¿Precios especiales para quejosos?

- Pobrecitos, Dios los acoja en su seno. Los quejosos son los que más necesitan tener sentido humor. Por su bien. El humor funciona como el sistema de amortiguación de un coche, para el que no lo tiene todas las piedras del camino serán una molestia.

- ¿El humor como bálsamo y como forma de ver lo que nos ocurre está al alcance de los tontos?

- Hasta los tontos sabemos que el humor es capaz de esculpir una emoción en un corazón de hielo. Hasta los tontos sabemos que el humor puede esculpir una idea en una mente clara y, siempre diciendo la verdad, el humor es capaz de esculpirnos una sonrisa en la cara. Eso hace el humor. Esculpirnos la verdad a la cara.

- ¿Para crear sus espectáculos observa el comportamiento humano con espíritu de entomólogo?

- Sí. Es un estilo que llevo practicando desde que empecé, me sale natural. Es casi lo único que sé hacer o, al menos, una de las pocas cosas que me salen bien.

- ¿Cómo logra ser incisivo sin dejar de ser amable?

- Pensando en todo momento que mis padres pueden estar viendo el show.

- Un mago, que suele ser buen psicólogo, ¿tiene como actor ventaja para llevar al huerto al público?

- El mago, el humorista y el actor, si algo tienen en común, no es que sean buenos psicólogos, sino más bien que son buenos pacientes. Para llevarse el público al huerto la paciencia es imprescindible.

- ¿Ser mago es lo mejor que puede haber en el mundo para esa parte que todos tenemos de Peter Pan?

- Ser mago, aprender magia o aficionarse a la magia es una de las mejores cosas que le pueden pasar a una persona. Es una de las aficiones más enriquecedoras que existen. Uno, sin darse cuenta, desarrolla habilidades intelectuales, oratorias, expresivas… Se da una paradoja, Peter Pan no quería crecer pero cuando uno aprende magia no deja de crecer como persona.

- A veces siento que la magia es poesía. ¿Le gusta esa parte tan emocional que puede llegar a tener?

-Ser mago es hacer posible lo imposible. Eso siempre apetece. Es el arte de manejar los anhelos y de hacerlos realidad. Los magos pueden volar, resucitar a los muertos, recomponer la materia, revertir la entropía… y también sacarte una moneda de la oreja. La magia es el arte de imitar a los dioses. Sobre todo de los dioses que te sacan monedas de la oreja. Es el arte que persigue la emoción que produce el misterio. Todo eso, tienes razón, tiene mucho que ver con la poesía.

- Ha creado un curso 'online' para aprender magia desde cero.

- Se llama aprendemagia.com y no hace falta habilidad previa. Desde la primera lección uno ya empieza a hacer trucos capaces de freírle el cerebro a familiares y amigos. En el curso, explico las técnicas para inventar sus propios juegos, así que las posibilidades son infinitas. Sin embargo, lo más interesante es que explico por primera vez técnicas para presentar los juegos, qué hacer si el espectador es difícil, cómo salir airoso de un fallo, incluso anécdotas mías personales de cuando empezaba en la magia. He tenido la suerte de contar con el asesoramiento de Jaime Altozano, uno de los youtubers y creadores de contenido que más admiro, y el resultado es espectacular.