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El artista Martin Lahitete junto a Gregorio Cibrián, de la galería Cibrián. USOZ

El arte salta a la pantalla

Evolución ·

Las galerías guipuzcoanas reabren con la esperanza de que su apuesta por internet compense la ausencia de clientes extranjeros

Borja Olaizola

San Sebastián

Martes, 12 de mayo 2020, 20:27

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Las galerías de arte de Gipuzkoa comienzan a abrir sus puertas estos días con una sensación de incertidumbre que ha terminado por incrustarse en su código genético a fuerza de afrontar dificultades. Inquietas ante la desaparición a corto plazo del turismo extranjero que en los últimos años les ha permitido sobrevivir, han redoblado su apuesta por internet convencidas de que el futuro pasa por la combinación de los espacios digital y físico. «El confinamiento ha reafirmado mi convicción de que las galerías vamos a tener cada vez un mayor peso en el mundo virtual», reflexiona Cristina de la Fuente, responsable de Arteko.

La transformación de Echeberría, la decana de las galerías guipuzcoanas, en un espacio virtual tras la venta del local que había acogido el negocio en las últimas décadas apunta la dirección hacia la que camina el sector del galerismo. Internet se perfila como tabla de salvación de una actividad que se ha ido adaptando a las transformaciones derivadas de los cambios sociales y económicos de los últimos años.

«En mis 24 años como galerista me han tocado crisis de todos los colores», explica la propietaria de Arteko, que acomete estos días una doble renovación: la de su página web y la de su galería. «Vamos a reforzar nuestra marca en internet y también vamos a realizar obras en la galería para reestructurar el espacio físico», cuenta.

Internet ha formado parte de la estrategia de Galería Cibrián desde que en 2018 dio sus primeros pasos en sustitución de Vetus Art. Es por ello que Gregorio Cibrián, su responsable, cree que el fin del confinamiento va a dejar en un segundo plano el mundo virtual en beneficio del contacto humano que solo las galerías físicas son capaces de proporcionar.

«Una buena página web es imprescindible si quieres tener cierta proyección, pero creo que la experiencia física lo es aún más. El futuro –añade– pasa por una estrategia que combine los dos espacios y después del confinamiento lo que toca es reencontrarse con los clientes». Como en Arteko, en Cibrián han empezado ya a funcionar a golpe de cita previa y esperan que en breve puedan retomar su actividad con normalidad.

Tanto los responsables de Arteko como de Cibrián creen que la crisis a la que nos asomamos después del confinamiento puede ser una buena oportunidad para poner fin a la precariedad que caracteriza al mundo del arte. Gregorio Cibrián apuesta por conformar un soporte institucional que vaya más allá de las ayudas puntuales. «Se podría aprovechar la ocasión para crear un sistema estable que garantice la supervivencia de artistas y galeristas», apunta.

Arriba, Rita Unzurrunzaga, responsable de la galería Ekain de la Parte Vieja donostiarra. A la izquierda, Cristina de la Fuente, de Arteko, y a la derecha, Juanma Arriaga, de Kur. MICHELENA
Imagen principal - Arriba, Rita Unzurrunzaga, responsable de la galería Ekain de la Parte Vieja donostiarra. A la izquierda, Cristina de la Fuente, de Arteko, y a la derecha, Juanma Arriaga, de Kur.
Imagen secundaria 1 - Arriba, Rita Unzurrunzaga, responsable de la galería Ekain de la Parte Vieja donostiarra. A la izquierda, Cristina de la Fuente, de Arteko, y a la derecha, Juanma Arriaga, de Kur.
Imagen secundaria 2 - Arriba, Rita Unzurrunzaga, responsable de la galería Ekain de la Parte Vieja donostiarra. A la izquierda, Cristina de la Fuente, de Arteko, y a la derecha, Juanma Arriaga, de Kur.

Cristina de la Fuente, por su parte, recuerda el protagonismo que ha tenido la cultura durante la cuarentena. «La cultura nos enriquece y la pandemia ha demostrado lo importante que es para nuestras vidas. Sería maravilloso que la sociedad tomara consciencia de la generosidad que han mostrado los creadores durante el confinamiento y que valorara su trabajo. Es un buen momento para que todos los agentes culturales, públicos y privados, se unan y encuentren fórmulas de sostenibilidad cultural».

Rita Unzurrunzaga, de la galería Ekain, en el corazón de la Parte Vieja donostiarra, acaba de estrenar en su página de internet una pestaña para la venta 'on line' que invita al visitante a «regalar arte». En ella ofrece una amplia muestra de cuadros, esculturas o grabados de algunos de los artistas con los que trabaja con sus correspondientes tarifas.

«La vuelta a la normalidad va a ser una incógnita en lo que se refiere a nuestro sector, lo que está claro es que los nuevos tiempos demandan un mayor protagonismo en internet», dice. La galerista prefiere no pensar en la posibilidad de que los compradores accedan directamente a las obras a través de las páginas web de los propios artistas en vez de hacerlo mediante las de las galerías. «Me gusta pensar que hacemos equipo con los autores, no me voy a oponer a que vendan sus obras de forma individual pero sigo pensando que la labor de los galeristas es muy importante a la hora de ayudar tanto al artista como al comprador», apunta.

A la responsable de Ekain, como al resto de sus colegas, le preocupa especialmente el desplome a corto plazo del turismo extranjero debido a la reducción de la movilidad. «Es cierto que fue el turismo, sobre todo el que venía de otros países, el que nos sacó de la anterior crisis, habrá que ver qué pasa ahora», reflexiona Rita Unzarrunzaga. Las más de dos décadas de experiencia de Ekain, no obstante, le empujan al optimismo. «Vamos a depender más de la clientela local porque costará recuperar el turismo extranjero, pero confío en la gente apueste también por lo local y por la obra kilómetro cero en este terreno. El arte –añade– no es un producto de primera necesidad pero es un alimento para el espíritu y espero que podamos seguir desempeñando nuestro trabajo». Ekain tiene previsto retomar poco a poco su actividad, primero mediante la cita previa y luego tanteando la evolución de los acontecimientos.

En Kur, la galería que está frente al Kursaal, tampoco hay prisas. Juanma Arriaga, su responsable, aclara que una de las exposiciones que tenían programadas para esta temporada se ha caído del cartel. «Teníamos previsto inaugurar dos exposiciones, una en abril y otra en julio para toda la temporada de verano, la primera ha quedado suspendida, veremos qué hacer con la de verano», señala. De momento la galería trabaja a puerta cerrada a la espera de cómo evolucionan los acontecimientos. «No queremos precipitarnos, iremos viendo cómo va todo», indica Arriaga.

Aguzar el ingenio

La apuesta por internet que han hecho las galerías en tiempos de confinamiento no solo les ha servido para dar a conocer sus obras. También les ha permitido idear estrategias tendentes a aliviar la delicada situación de artistas a los que la paralización de toda actividad les ha dejado sin ingresos. La galería Cibrián, por ejemplo, ha activado la iniciativa 'Ganar y ganar', un sorteo en el que los participantes tienen la posibilidad de ganar obras inéditas de autores como José Ramón Amondarain, Leandro Real, Esther Gatón y Julia Llerena. La galería invita a sus clientes a que adquieran boletos para participar en la rifa, que se celebrará el 24 de mayo. «Le hemos puesto ese nombre porque todos los que participan ya ganan algo con la adquisición del boleto», indica Gregorio Cibrián, que reivindica su compromiso con los artistas, un colectivo «que no tiene la posibilidad de acceder a otras ayudas como los ertes o las prestaciones a los autónomos».

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