Doble homenaje al 'decano' de Arteleku

El artista estadounidense Don Herbert, responsable del taller de litografía de Arteleku durante tres décadas, será el protagonista de las exposiciones que a partir del viernes se podrán ver en el Koldo Mitxelena y la galería Altxerri. Herbert, que falleció el pasado mes de febrero, encarna como pocos artistas el espíritu que caracterizó al ya desaparecido centro Arteleku. «La doble exposición es el homenaje que el mundo de la cultura de Gipuzkoa rinde a este creador», ha señalado el diputado foral de Cultura, Harkaitz Millán, en la presentación este miércoles de la iniciativa.

'De la mano de Don Herbert, Don Herbert eskutik 1987-2014' es el título de la exposición con la que el Koldo Mitxelena reanudará a partir de de este jueves su actividad expositiva después de la paralización por la crisis sanitaria. Se trata de una muestra de la vasta tarea que desarrolló el estadounidense Don Herbert durante los treinta años que impartió clases como responsable del taller de litografía de Arteleku, el centro artístico que puso en marcha la Diputación a finales de la década de los ochenta en un antiguo pabellón industrial de Martutene y que cerró sus puertas en 2014. En la exposición se pueden ver unas 200 litografías que salieron del taller de Herbert, muchas de ellas realizadas por otros artistas que asistían a sus clases.

Las obras han sido seleccionadas a partir de los fondos que se recuperaron de Arteleku después de su inundación en 2012 y que se encuentran depositados en el centro Gordailua de la Diputación. La exposición del Koldo Mitxelena ha sido comisariada por Ainara Martín con la colaboración de Santiago Eraso y Mariano Arsuaga, exdirector de Arteleku y estrecho colaborador de Herbert, respectivamente. Además de exhibir las litografías, la muestra trata de reproducir también el ambiente que se respiraba en el taller de Arteleku de la mano de diferentes materiales de proceso y trabajo de Herbert como pruebas de taller, planchas, papeles vegetales, bocetos o collages.

En opinión del diputado Millán, el recientemente desaparecido artista americano encarna como pocos «la capacidad de atracción de talento» que ejerce un territorio como Gipuzkoa. Herbert recaló en Donostia en 1987 después de haber llegado en la década de los setenta a Madrid, donde había empezado a trabajar como estampador formando parte del Grupo 15. No fue un hombre de trato fácil. Todos los que le conocieron coinciden en que tenía un genio endiablado y era bastante cascarrabias. Incluso su propio hijo reconoce que «siempre fue escueto en explicaciones» y que solía responder a las preguntas de sus alumnos con la misma frase: «Cállate, mira y aprende». Al mismo tiempo, sin embargo, se mostraba cercano en el trato y se entregaba a la hora de impartir sus enseñanzas. De su mano, recuerda la comisaría Ainara Martin, «crecieron personal y artísticamente» los cientos de personas que pasaron por su taller de litografía entre 1987 y 2014.

Como recuerda el propio Santi Eraso en un pequeño texto de la exposición, Herbert fue «el más fiel de los habitantes» de Arteleku. «Hubiera podido contar la historia de Arteleku de principio a fin, incluso despotricar contra algunos de sus capítulos». El también artista Javier Balda, director de la galería Altxerri, ha hecho hincapié en la presentación de las exposiciones en la identificación entre el desaparecido centro de arte foral y el creador americano. «Si hubo alguien que encarnase su espíritu creo que ese fue Don Herbert, que fue el decano de la marca Arteleku». Balda ha recordado que la exposición que Altxerri dedica a Herbert, titulada 'Don Herbert «I follow my own path» (yo sigo mi camino)', se centra sobre todo en su vertiente pictórica. «Son 23 obras que repasan la relación que tuvo con Altxerri, donde protagonizó seis exposiciones individuales con presencias en Arco y en otras ferias internacionales». La galería reunirá a mediados de julio a la familia de Herbert para rendir un último tributo al artista.