El caballero de bronce que cuida el Aquarium de San Sebastián

Los turistas se hacían 'selfies' con ese personaje de aire simpático que se asoma a la escalera del Aquarium de San Sebastián (y volverán a hacerlo cuando la pandemia les permita volver). Los locales aún se sorprenden cuando se lo encuentran, incluso los del paseo diario: ese Vicente Zaragüeta sigue pareciendo de verdad. La escultura que reproduce la figura de quien fuera presidente del Aquarium donostiarra y activista de tantas causas ciudadanas se ha convertido en una de las obras más populares y fotografiadas del litoral donostiarra.

«Es tan real que nos costó tiempo pasar con naturalidad por ahí, porque nos impresionaba», relata ahora Blanca Zaragüeta, hija de Vicente. «Reproduce a la perfección el gesto de nuestro padre, y esa costumbre que tenía de asomarse y conversar con quienes pasaban por delante, casi siempre feliz. Por eso ahora nos resulta divertido que le pongan mascarilla, se saquen fotos con él y hasta haya en Instagram un 'hashtag 'dedicado a esas fotos», añade.

La escultora Lurdes Umerez sonríe conmplacida al escuchar esa historia. Ella es la autora de la escultura y ella sabe bien que la colaboración de toda la familia Zaragüeta y del equipo del Aquarium fue fundamental para que esa estatua reflejara la personalidad del retratado. Porque Lurdes, que tan bien ha captado el gesto y el 'alma' de Zaragüeta, nunca conoció a su 'retratado'. El misterio reside en cómo ha podido lograr tal fidelidad solo a base de fotos y comentarios de los allegados.

«Lurdes Umerez es una genial artista y es un motivo de orgullo que sea parte de nuestro proyecto», dice Andoni Trecet, gerente y director técnico de Alfa Arte, la empresa de Eibar especializada en materializar los proyectos de grandes artistas, de Cristina Iglesias a Daniel Canogar. «Lurdes tiene un gran talento para la creación artística y se ha especializado en realizar muchos de los encargos que nos llegan, como estas esculturas de personajes conocidos. No solo es socia de Alfa Arte, es parte fundamental», añade.

Pero Lurdes Umerez no está acostumbrada a los elogios en público. El suyo es un trabajo callado, detallista y obsesionado por el resultado. «Pero disfruto, y mucho», aclara esta artista de 55 años, nacida en Azkoitia y afincada desde hace mucho tiempo en Eskoriatza. «Estudié Magisterio, pero finalmente me incliné por el arte, que desde siempre me había gustado», relata. Aprendió en la mítica Escuela de Deba, luego se fue familiarizando con los procesos técnicos de la talla y la fundición, comenzó a colaborar con Alfa Arte como 'free lance' y hoy es socia y creadora de algunas de sus esculturas más emblemáticas.

Hasta la firma de Eibar llegan múltiples encargos de esculturas y Umerez es autora de buena parte de ellas. El Luis Mariano de Irun, el 'hachero' de Hondarribia, el Verdi de Bilbao, el Iparragirre de Gernika y muchos otros repartidos hoy por calles, plazas y parques.

Así llegó el 'encargo Zaragüeta'. Esther Irigaray, directora del Aquarium, recuerda que tras el fallecimiento de su presidente el 7 de diciembre de 2015, a los 89 años de edad, la entidad quiso mantener su recuerdo físico con una escultura. Ya en contacto con Alfa Arte se buscaron distintas ubicaciones y propuestas «y al final nos dimos cuenta de que donde mejor quedaba era en esa escalera exterior, un sitio al que él se asomaba a menudo. Vicente siempre fue un personaje popular que quería abrir el Aquarium a la ciudad, y ese punto, donde parece que está invitando a entrar y mirando el mundo con curiosidad, nos pareció a todos perfecto», explica una Irigaray que asegura ser una de las más entusiastas con el resultado final de la obra.

Tocaba hacer la escultura. Lurdes Umerez no conoció personalmente a Vicente pero es ya experta en documentarse sobre los personajes. «Debo agradecer a la familia y al equipo del Aquarium, con José Ignacio Espel y Esther Irigaray a la cabeza, su aportación. Se volcaron en proporcionarme multitud de fotografías que me ayudaron mucho». Pero la artista pedía a sus 'fuentes' más información. «Para mí es muy importante que me hablen del personaje, que me cuenten anécdotas, que imiten sus gestos... Todo eso me sirve a la hora de hacer la escultura. Las hijas de Vicente fueron ahí unas colaboradoras esenciales».

Así nació este Zaragüeta de bronce que fue presentado en septiembre de 2017 en su ubicación definitiva. Tres años después, parece que siempre ha estado ahí. La escultura, con una altura de 1,70 y más de 200 kilos de peso, fue inaugurada en un acto de homenaje a quien fuera presidente del Aquarium desde 1988 hasta su muerte en 2015. Desde entonces el recuerdo de Zaragüeta sigue vivo, como lo parece ese caballero inmóvil con el que posan los turistas.

«Estoy encantada con ese trabajo, claro, y también con otros menos conocidos, pero busco el perfeccionismo y siempre encuentro cosas que mejorar en los trabajos ya concluidos», termina Lurdes Umerez. A los 'instagramers' este Zaragüeta de bronce les parece tan perfecto como fotogénico.