La Ertzaintza rastrea la costa de Getaria en busca de pruebas del crimen de Aintzane Pujana en Aizarnazabal

Según pudo esclarecer la investigación, los inculpados estaban deshaciéndose de pruebas que pudieran incriminarles. Entre ellas, el arma homicida, un cuchillo del que solo ha sido localizada la funda. La víctima, donostiarra de 32 años, fue apuñalada al menos en seis ocasiones. En una primera inspección ocular de la zona la Ertzaintza también halló otros objetos personales de la fallecida, como su tarjeta Mugi, una pista que estrechó aún más el cerco sobre la pareja. Este lunes por la mañana miembros de la Unidad de Vigilancia y Rescate de la Ertzaintza rastrearon por tierra y mar la zona costera en la que los acusados se desprendieron de estos objetos, entre Getaria y Zumaia, con el objetivo de encontrar nuevas pruebas que aportar al caso, que se encuentra en fase de instrucción.

En imágenes cedidas por el Departamento vasco de Seguridad se observa a los buzos deslizándose entre rocas, con la ayuda de cuerdas. Los agentes también se sumergieron en el agua, asistidos por una lancha motora. No obstante, en las labores de rastreo de este lunes no se consiguió ningún objeto relacionado con el caso. Aunque los acusados ya se encuentran en prisión acusados de ser coautores del homicidio de Aintzane Pujana, la investigación policial sigue abierta.

Esa identificación casual realizada por los agentes de la comisaría de Urola-Kosta el día 2 fue clave para relacionar a los acusados con el crimen. En el maletero del coche los policías también descubrieron un perro, el cual se supo después que pertenecía a la víctima. Después de ser identificados, los presuntos autores del homicidio se dirigieron a Tolosa, donde en un supermercado adquirieron productos de limpieza como lejía y amoniaco, con los que limpiaron su casa, donde se habría cometido el apuñalamiento, y su coche, en el que habrían transportado a la víctima. No obstante, el exhaustivo trabajo de los agentes del servicio de inspección ocular de la Policía Científica permitió hallar restos de sangre de la víctima en ambos lugares.

La pareja y la víctima residían desde principios de diciembre en un apartamento de alquiler del complejo rural Haizeaberri, de Aizarnazabal. El cuerpo sin vida de Aintzane Pujana fue hallado apenas a 500 metros de la casa el día 4 de enero, en una zona de matorrales junto al río Urola. El día 12 la Ertzaintza detuvo a ambos cuando caminaban hacia su casa y el 15 la jueza decretó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza.