Lasarte-Oria
Lasarte-Oria arropa a las Madres Brígidas en el convento350 aniversario. Una solemne celebración religiosa, oficiada por el obispo de la diócesis de San Sebastián y en la que no faltaron representantes municipales y agentes sociales, puso el broche de oro a los actos
Día de celebración por todo lo alto el de ayer en el convento de las Madres Brígidas de Lasarte-Oria. El acto principal de los organizados con motivo del 350 aniversario del monasterio albergó no solo a unas emocionadas monjas que disfrutaron de la jornada, sino al resto de agentes sociales y culturales del pueblo, representantes municipales y demás vecinos del municipio.
Por todos es sabido el lazo estrecho de esta comunidad de religiosas que forman parte del municipio desde hace 350 años. Las Madres Brígidas representan un largo pasaje de la historia de Lasarte-Oria, con una comunidad religiosa de clausura, monjas contemplativas, que han estado siempre pendientes e integradas en Lasarte-Oria, con sus aportaciones, económicas y de otro orden, al desarrollo de muchas actividades sociales, educativas y culturales, tanto a entes colectivos e institucionales como a nivel individual. Sin olvidar esa otra ayuda pormenorizada y silenciosa a tantas y tantas personas con necesidades para su subsistencia o afectadas por otro tipo de problemas, personales o familiares, que han encontrado su auxilio bien en forma de alimentos, ropa o aportación económica puntual.
Esa dedicación de años y el vínculo tan estrecho con la localidad han llevado a que ayer, en cierta manera, el propio pueblo de Lasarte-Oria les reconociera toda esta historia y trabajo realizado y les devolviera parte de este cariño demostrado en todos estos años.
La mañana calurosa de ayer comenzó con una diana del grupo de txistularis de Lasarte-Oria. A las once de la mañana comenzó la solemne celebración religiosa presidida por el obispo de la Diócesis de San Sebastián, Fernando Prado, junto a otros religiosos como el párroco Félix Garitano. Con el convento abarrotado, tampoco faltaron a la celebración religiosa representantes municipales de todos los partidos con representación en el Ayuntamiento, encabezados por el alcalde Agustín Valdivia. Entre los asistentes también estuvo Axel Narváez, como parte de los Oquendo, la familia fundadora del convento.
En el transcurso de la misa, desde un lugar privilegiado en la parte superior, los miembros de Alboka fueron completando con sus temas musicales la celebración religiosa. Tampoco faltó en esta ocasión la organista Ana Belén García. El obispo utilizó el objeto litúrgico del 'botafumeiro' para añadir solemnidad a esta importante celebración en el convento. Una vez finalizada, los asistentes salieron al exterior del convento donde les esperaban dantzaris de Erketz con los arcos. Una vez fuera, los propios dantzaris bailaron varias piezas, al ritmo de los músicos de Zero Sette akordeoi orkestra.
«Ha sido un gran día»
Unas emocionadas Madres Brígidas disfrutaron y aplaudieron a todos los participantes, aunque también ellas recibieron el cariño de todos los presentes. «Ha sido un día grande para nosotras que no se volverá a repetir o por lo menos nosotras no lo volveremos a ver. Estamos muy agradecidas y emocionadas», destacaban las religiosas, ya más calmadas, durante la comida que celebraron en el mismo convento tras los actos de la mañana.
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