Primera tarde de ilusión para los txikis

A Oier, de 8 años y a su hermana Ane, de 5, les brillaban los ojos después de entregar al paje de Melchor sus cartas para los Reyes. Faltan muy pocas horas para que los Magos de Oriente se cuelen por chimeneas, puertas y ventanas o para que atraviesen las paredes de las casas, si no encuentran ninguna rendija por la que entrar a dejar los juguetes.

Ane se ha portado bien este año y espera que le traigan todo lo que ha pedido: «maquillaje, el juego de Chuchelandia, el disfraz de Frozen, el unicornio de Barbie...» Es lo que llevaba escrito en la carta que acababa de entegar al paje de Melchor. Hincha del mismo rey, Oier ha pedido «unas botas de fútbol y una mochila de San Marcial para los entrenamientos».

A pesar de la lluvia y de la bajada de temperaturas, la amatxo de Oier y de Ane decidió llevar a sus hijos a los arkupes del Ayuntamiento para que entregaran sus cartas a los pajes de Sus Majestades. «Nos hemos animado a venir, porque les hace mucha ilusión y también esperamos poder ver la cabalgata», decía.

Seguramente la lluvia dejó en casa a algunos de los niños y niñas irundarras que, con mejor tiempo, hubieran acudido a entregar sus cartas. No hubo aglomeraciones en el primer acto del programa de Reyes organizado por el Ayuntamiento y todo transcurrió en orden. Desde las cuatro en punto de la tarde, los pajes de Melchor, Gaspar y Baltasar, con sus dorados atuendos y asistidos por sus ayudantes, estaban listos para recibir, durante cuatro horas, a los más pequeños de la casa.

Al igual que en los años anterores a la pandemia, se habilitó ante la Casa Consistorial un pasillo hecho con vallas para ordenar el acceso y antes de entrar, una auxiliar de la Policía Local recibía a pequeños y mayores con un dispensador del gel hidroalchólico.

Los voluntarios de Protección Civil, como de costumbre, se encargaron de que todo trascurriera en orden. «Estamos poniendo a los niños una pulsera con su nombre, por si se pierden. Hoy es difícil extraviarlos, porque no hay mucha afluencia de gente, pero les ponemos la pulsera de todas formas, porque para ellos es como un juego. Les hace ilusión», decía Antoine Alcántara, que colabora como voluntario de Protección Civil, tras su jubilación en la Policía Local.

Una vez en los arkupes, los ayudantes dirigían a los niños hacia su paje de preferencia. «En la tarima, hay dos líneas marcadas: una hasta la que se pueden acercar los peques y otra para los padres, desde la que pueden hacer las fotos», explicaba Aimar, ayudante del paje de Melchor.

La recogida de cartas de ayer fue sólo un entrenamiento, porque hoy espera a pajes y ayudantes la Cabalgata de Reyes y una larga noche de trabajo. La cabalgata partirá a las 18.30 de la avenida Letxunborro, con el siguiente recorrido: calle Fuenterrabía, paseo Colón, calle Iglesia, plaza San Juan, cuesta San Marcial, plaza Urdanibia y calle Vega de Eguzkiza para terminar en el encuentro con Prudencia Arbide.

Durante la cabalgata, se solicitará por megafonía el uso de la mascarilla. Para evitar puntos de aglomeración, se solicita a las familias que acudan al punto del recorrido más próximo a sus domicilios. Por el mismo motivo, este año los Reyes no llegarán en tren, ni ofrecerán su discurso desde el balcón del Ayuntamiento.

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