Irun
El mejor pintor de Porcelanas BidasoaArte. La familia del ilustrador de porcelanas y pintor Antonio Mateo Real, que nació en Luanco pero vivió casi toda su vida en Irun, tiene en marcha varias iniciativas para reivindicar su memoria y su obra
Antonio Mateo Real no es uno de los nombres más conocidos del mundo artístico local de la segunda mitad del siglo XX. A la vista del nivel de su obra, casi habría que decirlo con sorpresa. Hay dos razones fundamentales para que eso sea así. Por una parte su temprano retiro de la actividad y de la vida pública por una enfermedad; por otra una modestia que lo arrastraba en la dirección contraria a la de la promoción de su persona y su obra.
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60 exposiciones pictóricas, 34 individuales y 26 colectivas, firmó Antonio Mateo a pesar de que su trabajo era decorar las porcelanas artísticas de Porcelanas Bidasoa.
Un trabajo del historiador del arte navarro Francisco Javier Zubiaur ha venido a rescatar ambas. «He ido haciendo perfiles de distintos miembros de la escuela de artistas del Bidasoa y me faltaba él», explica el experto. «No formó parte de ese grupo que encabezaba Montes Iturrioz; era un pintor independiente, que pintaba a su manera, pero estaba atraído por el mismo móvil que los demás: la naturaleza del lugar. Fue como otros artistas, cronista visual de Irun y sus alrededores».
Ramón Gamón, que fue director de Métodos de Porcelanas Bidasoa, dijo de él: «Es el mejor pintor que hemos tenido y uno de los mejores de Europa»
Zubiaur se encontró un perfil bastante particular cuando se acercó a Mateo, que «dedicaba a la pintura su tiempo libre, porque su trabajo, también artístico, era como decorador de porcelana». De hecho, eso fue lo que lo trajo a Irun. «Porcelanas Bidasoa lo fichó con unas condiciones contractuales muy buenas. Tenía poco más de 20 años y ya destacaba mucho». Con los años «fue reconocido como uno de los mejores pintores de porcelana de Europa», apunta Zubiaur que incide en que es una disciplina «nunca suficientemente valorada porque además de destreza en el dibujo y la aplicación del color, requiere conocer el complicado proceso químico».
Para apoyar las tesis de Zubiaur sobre el nivel de Mateo en ese campo cabe rescatar las palabras que Ramón Gamón, director Métodos y Tiempos de Porcelanas Bidasoa, dijo en un reportaje de este periódico en el año 1999: «El mejor pintor que hemos tenido, y uno de los mejores de Europa, ha sido Antonio Mateo». Mucho decir en una empresa que seleccionaba talento allá donde brillaba y contó con maestros internacionales para elevar el prestigio de sus piezas artísticas.
Este apunte, como tantos otros, se recoge en la completísima web sobre el pintor www.antoniomateo.eus. «Fue un artista que no sólo no buscaba la promoción de su persona y su obra, sino que rehuía de esas cosas», cuenta una de sus hijas, Marina, que junto con su hermana Clara ha impulsado esa página web. «No nos hubiera dejado, pero nos parecía que no estando él, las circunstancias eran diferentes y merecía que preserváramos su memoria y su obra».
El trabajo de Zubiaur, que reconoce y agradece «el apoyo y la información que me brindaron Marina y Clara y Carlos San Martí, discípulo de Mateo en Porcelanas Bidasoa», espoleó el proyecto de la web. «Normalmente publico mis artículos en mi propia página web (www.zubiaurcarreno.com), pero la familia me propuso editarlo en Boletín de Estudio de LUKT, colección a la que tengo aprecio y en la que he colaborado anteriormente, y en la web que iban a dedicar al pintor».
«Allí hemos ido sumando todo lo que tenemos sobre nuestro padre», explica Marina. «Cuando alguien nos preguntaba algo sobre él, teníamos que andar revolviendo papelitos porque no lo teníamos bien clasificado». Ahora sí, con altísimo nivel de detalle y de manera completísima, no sólo el estudio de Zubiaur sino información sobre las exposiciones que realizó, referencias de artículos de prensa que se le dedicaron o en los que se hablaba de él y un buen catálogo de su obra «en el que seguimos trabajando para que sea lo más completo posible», afirma Marina Mateo. «Nos gustaría que todo el que tenga alguna obra suya nos contacte a través de la propia web para que podamos hacer una foto al cuadro e incorporarlo a ese catálogo».
Marina y Clara saben que su padre se sonrojaría por la labor de reconocimiento que han emprendido sus hijas. «Pero hemos entendido que teníamos esa deuda con él. Falleció en 2012, pero ya en los años 90 sufrió un primer ictus, después ya apenas pintaba y desde luego dejó de exponer. Como siempre fue reacio a la promoción, a dar entrevistas, a que le fotografiaran cuando pintaba... Nos daba pena que su figura se perdiera, creímos que había que reivindicarla». No sólo con la web. «Hemos hablado con el Ayuntamiento y parece que podremos sacar adelante una exposición con su obra próximamente y hay otras iniciativas en marcha».
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