Nekane Boutique, moda para mujer en Irun

Nekane Arostegui Lasa: «Me despido de hasta tres generaciones de clientas»

Son muchas las mujeres de Irun y de otras localidades de Gipuzkoa, Navarra e Iparralde que van a echar de menos a Nekane Arostegui. En sus dos tiendas de Irun, la primera ya cerrada y la segunda, situada en el Paseo Colón, que bajará la persiana este mes, ha aconsejado sobre moda a distintas generaciones durante casi 40 años. Su dueña, Nekane Arostegui, natural de Alegia, pero irundarra de adopción, se jubila.

– Llega el momento de la jubilación, pero ¿cómo recuerdas haber empezado toda esta aventura?

– La aventura empezó allí por 1985. Mis hijos eran pequeñitos, son del 83 y 84. Yo trabajaba en una cafetería y el horario que tenía para atender a mis niños como yo quería, no era fácil. Entonces pensé en que me hacía autónomo, para de esa manera disponer de mi propio tiempo. Y ahí arranqué. Cogí el local que está en José Eguino 7. Era una tienda ya de ropa, de mujer y lencería y la cogí en traspaso. Al principio teníamos ropa de mujer, lencería y niños y como luego la tendencia era que nos fuéramos especializando en el comercio, pues seguí con lo de señora. Dejé primero niño y después dejé también lencería, allí por el año 1995, porque yo quería crecer un poco. Fue cuando empecé a buscar local en el centro y en el -98 me vine al Paseo Colón.

– Eran otros tiempos, ahora se ve tanto comercio cerrado... Pero entonces había hasta dificultades para encontrar un local libre.

– Sí, cuando trabajaba en Eguino, me acercaba al Paseo Colón... La mayoría de los comerciantes nos conocíamos, por lo menos de vista. A todos los que veía yo que estaban en edad de jubilarse les decía: oye, por favor, cuando vayas a jubilarte acuérdate de mí, que me puede interesar venir al centro..., y les dejaba mi número de teléfono. Es que no había locales en el centro disponibles.

– Menuda diferencia con ahora.

– Sí, las cosas están mal... Ha llegado Internet, las ventas on line, las grandes superficies... Pero yo he vivido aquí en Irun la crisis de 1993 con el cierre de aduanas que fue brutal. Y había que luchar y seguir para adelante. Después nos llegó la crisis del 2008... En mi trayectoria se ha pasado por mucho también. Luego la pandemia... Yo creo que hay que ser profesional y hay que cuidar a los clientes. Para mí es la base para que el pequeño comercio funcione. La gente, de verdad, lo agradece.

– Especialización por un lado, conocer lo que estás vendiendo...

– Sí, claro, es esencial. Hay que conocer muy bien el producto. Yo apuesto por la calidad y la prenda bien hecha. Siempre he procurado trabajar con marcas españolas o al menos europeas. Pueden ser alemanas, que a mí me encantan... Porque siempre te garantizan que la confección es buena, mucho más mimada, el control de calidad se mira mucho más. Yo siempre he defendido eso. No me he ido a por la línea económica sino a por la línea de la prenda bien hecha y de calidad. Y siempre he comprado con viajante. Veo los catálogos y después viene el viajante con las prendas para que vea como son, para tocarlas, para ver como quedan...

– Más vale tener una prenda buena que tres malas...

– Para mí, sí, sin duda.

– Tendrás clientas que te habrán acompañado todos estos años, ¿no?

–Clientas fieles mías, pero hasta tres generaciones: madres, hijas., sobrinas, nietas... Son casi 40 años. Yo estoy muy agradecida a mis clientas. Ha sido las que han hecho que yo haya llegado hasta aquí, porque sin ellas no hubiera sido posible. En el trabajo tengo que agradecer a Mari todos estos años. Empezó conmigo allí por 1992 y fíjate tú los años que llevamos trabajando. Es una trabajadora especial, como persona es maravillosa y luego, muy buena profesional, mis clientas la adoran.

– Y no solo tienes clientas de Irun...

– A ver, gente de Irun mucha, pero también muchísima de la zona de Navarra, de la zona de Goierri, Zarautz, San Sebastián, Lezo, Errenteria, por supuesto y también muchos vecinos de la zona de Iparralde, muchas clientas fieles. Pero que llevan viniendo veintitantos años...

– Qué te han dicho cuando les has comentado que te jubilas...

– Pues mira, todas me dicen que qué pena y que adónde van a ir ahora. A ver si les puedo orientar sobre algo similar, con el mismo tipo de producto, de calidad, porque es lo que la gente demanda. Cantidad de gente que viene, me llama por teléfono... Yo estoy emocionada, porque con tantos años y una relación de continuo ya no son solo clientas, es mucho más que eso, con muchas tienes afinidad, les coges cariño. Es lo que nos da el haber estado aquí tantos años.

– ¿No hay posibilidad de traspaso?

– Pues de momento no ha surgido. Es verdad que hasta esta primavera no lo tenía muy definido. Pero de verdad lo digo, que si alguien se animara, que se implicara un poco en el negocio, que le guste, esto funciona. Y por eso me da pena. Yo, siempre lo digo, he sido una privilegiada porque he trabajado durante tantos años en algo que me gusta. He disfrutado muchísimo con mi trabajo. El 31 de octubre cerraremos y para ese día preparemos algo especial.