¡Perro al agua! Las piscinas de Eibar se convierten en un aquapark canino
La jornada pionera de baño canino, organizada por el Ayuntamiento de Eibar y Marcan Huella, se convierte en un éxito con canes incluso de Donostia o Bilbao
La piscina exterior del polideportivo de Ipurua ha cambiado de protagonistas este sábado. Los bañistas habituales han dejado paso a decenas de perros felices, juguetones y curiosos que han convertido el recinto en un auténtico parque acuático canino.
El evento, bautizado como 'Txakurrak Uretara' (Perros al agua), impulsado por el Ayuntamiento de Eibar, en colaboración con la asociación protectora Marcan Huella, ha reunido a propietarios de mascotas de toda la comarca de Debabarrena, e incluso a visitantes llegados desde Donostia y Bilbao. La jornada, celebrada coincidiendo con el último día de apertura de la piscina exterior antes de su limpieza anual, ha sido todo un éxito de participación y convivencia. Desde primera hora de la mañana, los perros han llenado de vida el recinto, chapoteando, jugando y explorando un entorno poco habitual para ellos: las instalaciones municipales de baño.
«Estamos sorprendidas del éxito de la iniciativa. No esperábamos tantos animales, y todo ha transcurrido con respeto, civismo y una conciencia animal admirable», destacaron Laura Ortiz y Eider Anguera, de Marcan Huella. La asociación, que no cuenta con refugio propio ni subvenciones, aprovechó la jornada para recaudar fondos destinados a sus programas de rescate y atención de animales.
Durante la mañana, se han vivido escenas entrañables. Algunos perros se lanzaban con entusiasmo al agua, mientras otros observaban con cautela desde el borde, esperando su turno o chapoteando en los bordes más bajos. «Unos más atrevidos y otros más remisos a saltar, pero todos disfrutando en armonía total», señalaban las organizadores, satisfechos por el ambiente relajado y alegre que reinó en todo momento.
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Los voluntarios de Marcan Huella colaboraron con los dueños en la entrada y salida de los animales a las dos piscinas habilitadas, garantizando seguridad y bienestar para todos. «Hemos puesto unas normas básicas para evitar percances, como el no uso de pelotas, porque cuando se lanza una al agua pueden lanzarse varios perros a la vez y armarse un pequeño caos», explicaba Ortiz entre risas.
El Ayuntamiento de Eibar, por su parte, ha valorado la cita como un ejemplo de ocio responsable y de convivencia entre vecinos y mascotas. La concejalía promotora ha confirmado que la experiencia, pionera en la ciudad, se repetirá en próximas ediciones ante la gran acogida y el entusiasmo de las personas participantes.