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Zumarraga
Un 2 de julio de estrenos y aniversario para las mujeres«Motivo de alegría y celebración». Ayer se cumplieron diez años de la entrada de las mujeres en la Ezpata Dantza de Zumarraga; hubo numerosos rostros nuevos de Irrintzi en el baile
El de ayer fue un 2 de julio de numerosos estrenos y un aniversario muy especial en la Ezpata Dantza de Zumarraga, cumpliéndose diez años de la entrada de las mujeres en la interpretación del baile.
De los catorce ezpata dantzaris de Irrintzi que ayer representaron el baile cinco eran nuevos. Entre los cuatro capitanes había dos de estreno en este puesto, Ane Esnal e Iñaki Urteaga. Ambos tuvieron el apoyo de otras dos capitanas de gran experiencia, Irati Etxeberria y Miren Hernández. La primera ha bailado la Ezpata Dantza en ocho ocasiones y la de ayer era su segunda vez como capitana. La segunda lleva representándola desde 2018 cada 2 de julio exceptuando un año, siendo ayer su tercera vez como capitana.
Preguntadas por el décimo aniversario de las mujeres en el baile, Irati y Miren describían que era motivo de alegría y celebración para ellas. «Fue un paso muy importante para nosotras, ambas llevamos bailando desde pequeñas y justamente cuando se produjo el cambio yo estaba a punto de pasar al grupo de mayores, recuerdo que sentí que se abría una puerta hasta entonces cerrada para mí», señalaba Irati. «En mi caso, la tradición del 2 de julio me viene de familia, lo hemos vivido mucho desde pequeños, mi hermano era dantzari y siempre pensé que sería él quien llegaría a bailar la Ezpata Dantza, pero se abrió un camino que antes no existía y finalmente pude hacerlo yo», contaba Miren. Precisamente en los bailes de exterior de la ermita, donde el alcalde elige a la persona a quien los dantzaris dedican el primer aurresku de honor, Miren tuvo la oportunidad de bailarlo a su abuelo, Juan Mari Mendia. Explicaba que, en realidad, lo hizo en honor a su abuelo y a su bisabuelo, Félix, quien formó parte de la Asociación de Amigos de la Antigua y estuvo muy vinculado a la ermita. «Mi abuelo siempre ha vivido mucho la Ezpata Dantza y todo lo relacionado con la Antigua, él fue quien me lo inculcó a mí y su padre se lo inculcó», indicaba.
Los cuatro capitanes estuvieron acompañados ayer en la cuerda por Adur Garmendia, Jon Calzada, Elena Urteaga, Malen Larrañaga, Izaro Baztarrika, Saioa Telleria, Itsaso Zurutuza, Intza Larrañaga, Oihane Etxeberria y Nahia Alustiza.
También fue un día importante para los txistularis de Antxiñako Ama, con Oier Zabaleta al atabal, Aitor Zabaleta, Ainhoa Zumarraga y Mariaje Arratibel como primeros txistus, Maialen Zubizarreta, Iñaki Aldalur y Mikel Urteaga como segundos txistus y Lierni Goia y Gorka Janeiro al silbote.
Para Mikel Urteaga era la primera vez. A sus 25 años, ya sabía lo que era vivir el día de Santa Isabel desde dentro, pero con Irrintzi como ezpata dantzari durante cuatro años, siendo en uno de ellos capitán. Después, pasó siete años estudiando fuera, en los que tuvo que dejarlo, pero siempre intentó volver para subir el 2 de julio a la Antigua como público. «Cuando ya tenía prácticamente asumido que seguiría participando en la fiesta pero como espectador, se me dio la oportunidad de tocar el txistu y cumplir un sueño que siempre había tenido: llegar a vivir el día de Santa Isabel como dantzari, vecino y txistulari», comentaba ayer. Lleva tocando el txistu en Antxiñako Ama desde los 15 años. Los ensayos para el 2 de julio comienzan en mayo, el repertorio del día tiene su complejidad y el compromiso de los nueve componentes del grupo que tocan este día es firme. No hay faltas de última hora salvo motivos de causa mayor.
Mikel Urteaga relataba cómo su experiencia en el primer 2 de julio como txistulari había sido de ilusión, pero también de mucha responsabilidad para que todo saliera bien. «Aunque suene tópico, para numerosos zumarragarras y para mí personalmente, es el día más especial y bonito que se celebra en el pueblo. La tradición, la música, el baile, la fiesta y la emoción consiguen reunir a los vecinos en torno a este día», describía.
Fiel a la Novena desde 1961
María Elvira Sáenz no faltó al último día de la Novena ayer, en la Antigua. Participa en ella desde que se casó, en 1961. Natural de Donostia, aquel año llegó a Zumarraga tras contraer matrimonio con Ascensio Uribesalgo. La Antigua comenzó muy pronto a formar parte de su vida. Su familia estaba muy involucrada con la ermita. Su esposo llevó las cuentas del templo desde que regresó de hacer el servicio militar hasta hace dos años. En 2023 lo dejó con 91 años cumplidos. María Elvira le ayudaba en las labores de administrador y durante mucho tiempo también se ocupó de preparar los ornamentos de la ermita. Algo que desde 1927 se habían encargado de realizar las tías mayores de su marido, Antonia, Eusebia y Ascensión Uribesalgo. Cuando lo dejaron, ella tomó el testigo con su amiga Rosa Mari Etxeberria. Su tarea consistía en planchar y colocar los manteles, preparar las albas y estolas que visten los sacerdotes, así como los purificadores para limpiar el cáliz... María Elvira recuerda que las hermanas Uribesalgo marcaban con la letra A todo aquello que era de la Antigua, para diferenciarlo de lo que pertenecía a la parroquia. Ella dejó de ocuparse de los ornamentos al mismo tiempo que su marido de las cuentas en 2023. Ahora lo llevan otras personas voluntarias. Recientemente, Ascensio y María Elvira recibieron un cariñoso homenaje de la Asociación de Amigos de La Antigua por la labor realizada.
María Elvira solamente ha faltado a la Novena durante los años en los que sus cuatro hijos eran pequeños. «Fe tenemos toda, para nosotros la Antigua es muy importante, tres de nuestros hijos se han casado allí y nuestro hijo Miguel Ángel sigue colaborando a día de hoy pasando el cepillo», señalaba. Contaba que este año los asistentes han oscilado entre los 139 y los 201 del día más numeroso. «En el triduo del 30 de junio al 2 de julio suele acudir el mayor número de personas», apuntaba. Ayer llegaron a su fin los nueve días de oración consecutivos a Santa María de Zumarraga que comenzaron el 24 de junio, por San Juan.
Junto a las autoridades locales, también acudieron ayer a la Antigua la consejera de Movilidad Susana García Chueca y los diputados José Ignacio Asensio, Goizane Álvarez y Azahara Domínguez, entre otros cargos. Un total de 305 personas acudieron a la comida organizada por el Ayuntamiento, a las que se unieron otras muchas en la campa y 130 reservas en el restaurante de la Antigua, ayer reabierto por Santa Isabel con Bide Bide. Músicos, bertsolaris y gran ambiente redondearon el día de ayer.
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