Nuevos retos llaman a la puerta del 2023

Hace exactamente una semana que despedimos el 2022 al son de las campanadas y las doce uvas de la buena suerte. Es en ese preciso momento cuando, quien más y quien menos, mira al nuevo año con un deseo o un reto que le gustaría ver cumplido. Dicen que el primer paso es visualizarlo y el segundo, levantar amarras para ir a por ello. En la crónica de hoy, seis urretxuarras de muy distintos ámbitos de la vida local nos hablan de cómo contemplan el 2023 y cuáles son sus deseos para el año que empieza.

Maddi Madina forma parte de la iniciativa 'Piztu Gazte Mahaia' impulsada por el Ayuntamiento con la colaboración de los centros educativos para la participación de los adolescentes en los distintos aspectos de la vida local y municipal. «Hemos empezado el año con la organización del primer Parque de Navidad para adolescentes en Pagoeta, y pronto comenzará a construirse en Matxinporta el circuito para bicicletas pump track, sobre el que hemos realizado nuestras aportaciones, este año también nos gustaría repetir las actividades de ocio que organizamos el verano pasado y se baraja la posibilidad de organizar campeonatos de distintos deportes», avanza sobre los planes de 'Piztu Gazte Mahaia' para 2023.

Maddi cursa tercero de la ESO en Urretxu Zumarraga Ikastola. Continuar sacando adelante sus estudios es uno de los retos de la joven urretxuarra para el nuevo año, así como seguir disfrutando de sus aficiones, el canto y el baile. Hace tres años que forma parte del coro Gazte del Orfeón Donostiarra. Lo compagina con clases de gimnasia rítmica en el propio Urretxu. Su deseo para el 2023 es «seguir aprovechando todas las oportunidades que se nos presentan para hacer realidad aquello que queremos».

«El mayor reto que tiene Urretxu en este 2023 es reanimar, regenerar y reconectar la actividad social en comunidad tras tres años convulsos», considera Jon Luqui, alcalde de la localidad. «Si queremos mantener un carácter de pueblo vivo y no conformarnos con ser una mera suma de individualidades con muchos derechos y pocas obligaciones, es prioritario que las personas y agentes sociales que quieran hacer cosas por su comunidad encuentren su sitio y el mayor apoyo que se les pueda ofrecer», señala.

«El papel del Ayuntamiento será impulsar un ecosistema vital con recursos suficientes para ese objetivo genérico que va a marcar la diferencia en la calidad de vida de los y las urretxuarras los próximos años», apunta. «Creo que contar con un presupuesto de 12,9 millones de euros aprobado por unanimidad también lanza varios mensajes a la ciudadanía: sus representantes políticos les escuchan y llegan a acuerdos y los proyectos que estamos abordando cuentan con el respaldo económico necesario y se ejecutarán», indica el alcalde.

Mikel Etxaniz cumplirá 23 años al frente de la inmobiliaria Etxarre en abril. De entrada, el 2023 dibuja un escenario interesante en este sector. Este mismo mes, se espera el comienzo de la obra de viviendas nuevas en Gainzuri. «El 75% ya tienen propietario, son 40 viviendas y 30 de ellas ya están vendidas», detalla. Uno de los retos para este 2023 será, precisamente, llegar al 100% de esa venta. También explica que, dentro de tres meses, se entregará el último bloque de viviendas de la promoción de Gurutze Santu y anuncia la llegada de otra promoción nueva en la zona de Forjas, Kalebarren. Por otro lado, apunta la falta de viviendas para el alquiler. «Existe una gran demanda y hay viviendas vacías, pero falta confianza por parte de los propietarios para ponerlas en alquiler», señala el responsable de la inmobiliaria Etxarre, desde la que animan a alquilar a través de distintas fórmulas. «En una de ellas, nosotros encontramos al inquilino y una vez firmado el contrato, inquilino y propietario van de la mano. La otra consiste en un alquiler integral, donde el propietario se olvida totalmente y nosotros nos ocupamos de la gestión de todo con el inquilino, desde los pagos, hasta las incidencias y arreglos que sea preciso realizar en la vivienda», cita.

«Mi deseo para este 2023 es que a la gente le vaya bien, que tenga trabajos estables y bien remunerados para poder acceder a una vivienda digna. Nuestro cliente potencial es la pareja joven que se está emancipando, pero también tenemos a personas que buscan cambiar de vivienda por problemas de accesibilidad e inversores que compran viviendas para luego alquilarlas», reseña el agente inmobiliario.

Los jubilados y pensionistas dejan atrás tiempos difíciles. Fueron el sector de la población más tocado por la pandemia y recuperar la normalidad tras ello está costando. Lo saben bien en el hogar del jubilado Aterpe, cuyo presidente, Santi Puertas, desea que pronto vuelva la alegría y el ambiente a sus actividades. «Nuestro propósito es reanudar todas aquellas cosas que se dejaron de hacer por el Covid», indica. La primera de ellas será la chocolatada del 20 de enero para celebrar el día de San Sebastián. Le acompañarán los campeonatos de juegos locales, comarcales, intercomarcales y provinciales, las clases de gimnasia y memoria, las charlas sobre temas que ocupan y preocupan a los jubilados y pensionistas, la celebración de la 'Semana de las personas mayores' de septiembre, el concurso gastronómico, la comida de octogenarios del 12 de octubre y la fiesta de San Martín con morcilla y callos. «Hay algunas personas mayores que, bien por miedo o por haber iniciado otras aficiones durante la crisis sanitaria, no se han animado a volver a nuestras actividades y es una pena, mi deseo para el 2023 es que Aterpe recupere la participación de antes y, por supuesto, salud para todos», indica.

Lourdes Herranz y Sonia Pérez trabajaban en la sección de carnicería de Eroski junto a Estíbaliz Cuadrado cuando decidieron dar el salto y abrir su propio negocio. Fue hace cinco años. Las dos primeras urretxuarras y la tercera donostiarra afincada en Segura, regentan desde entonces la carnicería Loreak en la calle Labeaga. «Llevábamos tiempo con la idea en la cabeza, finalmente llegó la oportunidad y nos lanzamos literalmente a la piscina, la verdad es que estamos muy contentas con el resultado y tenemos que dar las gracias a nuestra clientela por ello», valoran.

La carnicería marcha bien y su deseo para este 2023 no es otro que continuar igual. Más si cabe, tras salir de una pandemia en la que, pese a haber trabajado mucho como servicio esencial, vivieron momentos complicados al pie del mostrador. «Fue una situación extrema para todos y te hace valorar la importancia que tiene la normalidad en nuestras vidas», señalan. Reconocen mirar a este 2023 con un poco de incertidumbre. «Cada semana nos suben los precios, pero nosotras no podemos subir al cliente lo mismo e intentamos sujetarlo hasta donde llegamos, a esta inflación se unen los comentarios sobre crisis en algunos sectores. En nuestro negocio, se nota cuando las cosas van bien o no y eso es lo que deseamos para este 2023, que vaya bien a todo el mundo», indican.

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