Bertso a bertso para hacerse oír
Ezkio-Itxaso. Un desprendimiento sepultó el 12 de diciembre el acceso al caserío Zeariaga. Los bertsos de uno de los afectados han hecho ahora reaccionar al ayuntamiento
eli aizpuru
Miércoles, 10 de febrero 2021, 06:57
Ya hace dos meses que los vecinos de Zeariaga, un caserío ubicado en terrenos de Ezkio-Itsaso pero con acceso desde Matxinbenta (Azpeitia), no pueden llegar a su casa debido a un desprendimiento de tierra que sepultó el camino el pasado 12 de diciembre. Desde entonces, sus habitantes han visto cómo les ha cambiado el día a día y pese a que la era moderna continúa con sus obligaciones cotidianas como el de ir a trabajar o la movilidad que ello conlleva, han vuelto a épocas pasadas, teniendo que transportar a lomos la comida o el pienso para los animales y sin poder llegar hasta su casa en coche.
El caserío consta de dos viviendas. En una de ellas vive Xabier Urbistondo junto a su esposa; sus vecinos viven en Azpeitia pero «suben a diario».
El propio Urbistondo trabaja y hace su vida en Azpeitia «pero en teoría soy vecino de Ezkio-Itsaso». Quinientros metros de carretera cubiertos por el lodo se han convertido en un obstáculo insalvable y llevan ya un par de meses «sin que nadie les atienda». Aficionado a los bertsos, Urbistondo ha encontrado ahora la manera de hacerse eco, sobre todo para ser escuchado por las instituciones. Los bertsos han sido su altavoz.
«Pasamos desapercibidos»
Tras varios días sin dormir y con el día a día alterado no ha visto mejor manera de expresarse que a través de las rimas. Ello, unido a las redes sociales, ha hecho que nadie del entorno se haya quedado sin conocer su caso. Algo que ha valido también para que el Ayuntamiento de Ezkio-Itsaso se reúna con los afectados. Hoy mismo tienen una cita para intentar buscar una solución. Y es que, tal y como canta en el vídeo, han pasado meses y no «suenan las máquinas. No podemos mover con la azada todo el barro», y lanza una pregunta al Ayuntamiento, «¿es que únicamente soy de Ezkio a la hora de pagar los impuestos?».
El motivo de la demora para contar con una solución y volver a la normalidad cuanto antes es que «estamos escondidos, en un paraje alto que apenas se ve por lo que pasamos desapercibidos. Nos sentimos abandonados», tanto que escucha a menudo «que hay que cuidar a los pequeños productores y a los baserritarras pero no podemos vivir sin caminos ni infraestructuras adecuadas» se queja, para reclamar el acceso a lo que para él es su vida.
Un paraje que el protagonista admira y siente más bello «que Miraconcha». Sólo quiere que su casa pase de segunda a primera categoría ante las instituciones. El punto ya está echado. Ahora toca responder.
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