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El deporte como terapia y estímuloBizi hadi (¡Vive!), su nombre es ya toda una declaración de intenciones. El plantel humano que durante cinco años ha trabajado la inclusión en el deporte bajo el paraguas de Antxintxika, ha dado un paso adelante y se ha constituido como club para seguir rompiendo barreras con la integración, la salud y la ilusión por banderas.
El objetivo es consolidar el trabajo realizado hasta ahora, reforzar su identidad como equipo con una estructura propia y abrir nuevas vías para fomentar la práctica deportiva adaptada como terapia de salud e instrumento de socialización. Porque el deporte no es solo marcas, victorias o derrotas, es perseverancia, es bienestar, es superación, inserción... y ayuda a visibilizar la realidad de personas con diferentes grados de discapacidad, además de su espíritu de superación y esfuerzo.
Joseba Azkarate, uno de los pilares del club, junto al presidente Aitor Rementeria, es el mejor ejemplo de lo terapéutico que puede resultar el deporte. Pese a su grave tetraplejia (sólo puede utilizar el 13% de los músculos de su cuerpo) ha logrado ser el único que ha terminado una triatlón con la discapacidad que tiene, y además conduce, ha jugado al baloncesto, toca la batería en un grupo....
«El deporte me ha hecho ganar autonomía y me da un chute de energía, es terapia y es estímulo» destacó en la presentación de Bizi Hadi, mientras Rementeria calificaba la progresión de Azkarate como «increíble».
Ambos iniciaron juntos en 2019 un camino en favor de la inclusión, que es ya un referente. La puesta en marcha de una rifa solidaria para poder comprar una handbike con la que Joseba avanzara en su recuperación, fue un éxito, y el apoyo recibido les animó a trabajar en favor del deporte adaptado.
Desde entonces apoyan a entidades deportivas en la organización de pruebas adaptadas, orientan a la federación vasca de triatlón, dan charlas en hospitales y centros escolares.... y sobre todo ayudan a personas con discapacidad a probar la terapia del deporte.
Y precisamente la satisfacción de acompañar en sus procesos de rehabilitación a personas con parálisis cerebral y daños en la columna vertebral, y ver el impacto positivo que tiene en su calidad de vida y autoestima el ejercicio físico, ha sido uno de los motores del nacimiento de Bizi Hadi.
«Es importante que el deporte adaptado esté en las calles para que las personas que se quedan en casa por una discapacidad vean todo lo que puede aportarles y, si quieren, puedan iniciarse en actividades que favorezcan la mejora de su condición física» relata Rementeria.
Este año quieren aplicar nuevos métodos en trabajos de piscina y seco para que personas con distintas lesiones vayan mejorando su salud y autonomía, en el día a día. Es un proyecto que exige más medios materiales y económicos, pero que les ilusiona mucho.
Bizi Hadi tiene cuatro secciones: atletismo, ciclismo, triatlón y natación, y un equipo de una veintena de personas con discapacidad y sin ella muy concienzado.
Las competiciones dan visibilidad, pero no es un club competitivo. «Subir al podio aporta alegría y satisfacción, pero lo importante es lo que hay detrás de eso, y el poder acercar la práctica deportiva adaptada a más gente. Tenemos las puertas abiertas» sentencian.
2025 arranca cargado de proyectos: charlas, terapias, triatlones, ciclismo, e incluso intentar una maratón o la competición por etapas Titán Desert. No hay duda de que Bizi Hadi aúna a personas «con ganas de vivir y disfrutar».
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Jon Garay y Gonzalo de las Heras
Ángel López | San Sebastián e Izania Ollo | San Sebastián
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