La «irresponsabilidad» fue haber cortado el camino público de Osiña a Asuela

Este cercenado camino enlazaba la zona de Osiña con las pistas y sendas que se adentran tanto hacia Asuela como hacia Bakue-Balcón de Musakola. Unas rutas que son «muy frecuentadas por paseantes y ciclistas que se adentran por ellas pese a tener que atravesar el túnel de la variante por la misma calzada, con el consiguiente peligro», explicaba Luis Akizu.

El último susto, explicaba Marga, vecina del caserío Osinalde, se produjo «hace pocas semanas, cuando un chaval que cruzaba a pie por debajo de la variante casi resultó atropellado».

Marga conoce bien los peligros que entraña atravesar este paso soterrado. No hay otro camino para llegar andando hasta su casa. Carece de acceso peatonal desde que la variante les cortó el antiguo camino hace ya 30 años.

«Cuando mi hijo era pequeño y lo lleva a en sillita, cada vez que quería salir a pasear tenía que atravesar el túnel, y encima algunos automovilistas me daban grandes bocinazos al cruzar la carretera». Marga aseguraba que la única forma segura de entrar o salir de su casa «es en automóvil». Su hijo, cuando creció y empezó a salir con los amigos, «muchas veces íbamos ir a recogerlo para evitar que viniera andando por ahí». Hasta que, cumplidos los 18 «pudo sacarse el carnet de conducir».

Durante 30 años las reiteradas quejas de los residentes en Osiña han caído en saco roto. Pero ahora, coincidiendo con la próxima construcción de la nueva rotonda de Osiña, la reivindicación de un paso peatonal seguro entre Osiña y Osiñalde ha resurgido con el respaldo de los vecinos de Musakola, de su alcaldía de barrio y del grupo municipal de EH Bildu.

El debate se centra ahora en la búsqueda de la solución técnica idónea para garantizar un paso peatonal seguro por debajo de la variante. La Diputación Foral propone ampliar el arcén hasta un metro de anchura para que el peatón tenga más espacio.

Luis Akizu, en representación del colectivo Auzotarrak registraba en el ayuntamiento este lunes una propuesta diferente: construir un paso alternativo perforando un túnel de 2,5 por 2,5 metros en el talud de la variante a su paso por Osiña, unos metros arriba del actual paso para vehículos. A ambos lados del paso peatonal soterrado se pintarían sendos pasos de cebra. Esta solución «resolvería de raíz todos los problemas seguridad y restablecería la conexión peatonal con Osiñalde».