Implican a Sarkozy en una matanza de franceses en un atentado en Pakistán en 2002

Familiares de víctimas del atentado de Karachi (Pakistán) que en 2002 causó 14 muertos -11 de ellos franceses- involucraron ayer a Nicolas Sarkozy en una operación de corrupción política que habría sido el móvil de la matanza.

El Elíseo, que calificó las acusaciones de falsas y difamatorias, indicó que el jefe del Estado se reserva la posibilidad de emprender acciones legales por unas insinuaciones «que no pueden ser disculpadas por la expresión del legítimo dolor de las víctimas del atentado».

Lo que se empieza a llamar el Watergate francés está relacionado con el ataque suicida que el 8 de mayo de 2002 mató en Karachi a once ingenieros y técnicos franceses de la Dirección de Construcción Naval (DCN), empresa pública fabricante de los arsenales de la Armada. Hasta hace poco los jueces del caso habían manejado la hipótesis de una autoría islamista. Pero el hallazgo reciente de pruebas documentales ha orientado a los magistrados hacia la pista de la corrupción política en Francia.

El telón de fondo son las presidenciales de 1995 cuando Jacques Chirac y Edouard Balladur se enfrentaron en un duelo fratricida para relevar al socialista François Mitterrand. Chirac, el ganador, nada más llegar al Elíseo interrumpió el pago de las comisiones apalabradas con las autoridades paquistaníes por el Gobierno Balladur en un contrato de 850 millones de euros firmado en 1994 para la venta de submarinos fabricados por la DCN.

El nuevo presidente sospechaba que alrededor de un 4% del importe había vuelto a Francia en sobornos para financiar la campaña y actividades políticas de su rival. En función de esta teoría, juzgada «cruelmente lógica» por el instructor Marc Trévidic, un sector del Ejército paquistaní organizó el funesto atentado en represalia por el impago de las comisiones pactadas.

Gobierno Balladur

En rueda de prensa ayer en París, el abogado Olivier Morice, representante de seis familias de víctimas, implicó en el escándalo a Sarkozy, ministro del Presupuesto con Balladur (1993-1995) y su portavoz en la campaña cainita frente a Chirac.

«Sarkozy está en el corazón de la corrupción», proclamó. «Se han intervenido documentos en los que figura su nombre», aseguró. «Es extremadamente grave. No se puede enterrar semejante escándalo en un Estado democrático», dijo.

El letrado aludía a las escrituras de la empresa Heine, creada en Luxemburgo por la DCN con el aval de Sarkozy. Según su versión, esta firma habría actuado de sociedad-pantalla para el pago de las comisiones.

El Elíseo afirmó que el presidente ha instado a los ministerios concernidos a desclasificar todos los documentos secretos reclamados por la Justicia. Pero las familias de las víctimas se han querellado por presunta obstaculización al estimar que no todos han sido comunicados a los jueces.