Urkullu salva Semana Santa al dejar entrar y salir de las zonas rojas con reservas ya hechas
Adelanta a hoy el día para decidir qué municipios quedarán confinados, lo que amplía las opciones de desplazamiento y da oxígeno a zonas en riesgo como Bilbao, Vitoria o Rioja Alavesa
El LABI político decidió ayer salvar la Semana Santa vacacional en Euskadi. En una modulación inesperada de la propuesta que la víspera habían ... elaborado los técnicos, el órgano en el que están representadas todas las instituciones determinó que una mayoría de vascos puedan hacer la próxima semana una escapada dentro de la comunidad autónoma. Lo hizo a través de dos medidas concretas.
La primera, adelantar a hoy mismo el día en que se decidirá qué municipios quedarán confinados al alcanzar una incidencia de 400 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. La propuesta del LABI técnico especificaba que sería los martes, y que las restricciones en esos lugares entrarían en vigor los miércoles. Pero en esta primera ocasión la referencia se tomará hoy, sábado, para su entrada en vigor a partir del lunes. Con una pandemia en ascenso, cuanto antes se fije la fecha de corte, menos municipios se verán penalizados. Además, la segunda resolución se tomará ya pasado Lunes de Pascua, con los datos del martes 6 de abril, y entrará en vigor al día siguiente. A partir de la tercera semana, el listado de municipios confinados se actualizará los lunes y surtirá efecto los martes.
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La segunda sorpresa vino mediante una disposición adicional por la que se permite a aquellos ciudadanos que tengan una reserva de alojamiento hecha con anterioridad al 26 de marzo (ayer), seguir con sus planes aunque residan en un municipio confinado o se desplacen a uno que esté cerrado. Así, un vecino de Lazkao (la localidad guipuzcoana de más de 5.000 habitantes con peores datos) podrá desplazarse a su destino, aunque el lunes la localidad quede perimetrada, si presenta una reserva cerrada antes de ayer. Del mismo modo que un residente en Astigarraga (la que está en situación más desahogada) podría entrar en Lazkao si tiene alojamiento reservado. Esta salvaguarda es válida para las pernoctaciones previstas entre el 1 y el 11 de abril.
Ambas decisiones suponen un balón de oxígeno para el maltrecho sector turístico vasco, que aguardaba este periodo festivo como salvavidas para resistir unos meses más mientras avanza el proceso de vacunación y hasta que llegue el verano.
Casualidad o no, algunos de los centros neurálgicos del turismo vasco, como Bilbao, Vitoria o la Rioja Alavesa, estaban en serio riesgo de ser confinados si la resolución se adoptaba el martes, como estaba previsto. La capital vizcaína presentaba ayer una incidencia de 326 casos (318 la víspera), la alavesa de 341 (319 del jueves), y Álava en su conjunto había subido de 304 a 322.
En Gipuzkoa, todo apunta a que quedarán confinados Lazkao (1.154), Ordizia (883) y Beasain (813), mientras que andan en el alambre Arrasate (348) y Bergara (345), a las que se suman Zumarraga (346) y Urretxu (307). Entre los pueblos de menos de 5.000 habitantes, para los que además de la incidencia particular se mira la de su zona de salud y que hayan tenido más de dos positivos en siete días, ayer había 13 con tasa superior a 400, uno más que la víspera. De la lista del jueves se cae Antzuola y entran Abaltzisketa y Ezkio-Itsaso. Se suman a Amezketa, Ataun, Baliarrain, Berrobi, Legorreta, Lizartza, Mutiloa, Olaberria, Orendain, Zaldibia y Zegama.
Hostelería y deporte
Más allá de las dos puntualizaciones, el LABI político ratificó las medidas que había propuesto el LABI técnico. Esto es, que quedarán confinados los municipios y provincias que alcancen una tasa de incidencia de 400, aunque se podrá pasar a las localidades colindantes para hacer compras o deporte al aire libre. En los pueblos afectados, la hostelería podrá servir en los espacios interiores solo de 6.30 a 9.30 horas y de 13.00 a 16.30, horarios de desayunos y comidas. Los locales de juego y apuestas solo prestarán en su interior servicios de hostelería en las mismas franjas.
También habrá restricciones a la práctica deportiva en interiores, salvo los entrenamientos y competiciones de profesionales y federados. Para el público general, no se podrán juntar más de 4 personas, y se cerrarán vestuarios y duchas en instalaciones deportivas, salvo en piscinas, donde se permitirá su uso con un 35% de su aforo máximo y la utilización individual de duchas.
«Es desaconsejable moverse»
Tras explicar la decisión del LABI, el lehendakari Iñigo Urkullu quiso evitar que la población vasca viera estas flexibilizaciones como una barra libre para hacer escapadas. «Con carácter general se recuerda que es desaconsejable la movilidad e interacción social en entornos con altas tasas», recalcó el presidente vasco, que enmarcó la decisión de permitir la movilidad de personas con reservas ya realizadas como una medida pensada para el sector de la hostelería y restauración, que «se vería afectado por una decisión que tuviera un carácter retroactivo».
«No adoptamos las medidas porque se nos ocurran en un momento determinado. Hay un intento permanente de equilibrar el factor emocional ante la fatiga pandémica», recalcó Urkullu, quien se mostró convencido de que «la ciudadanía comprenderá el esfuerzo que estamos haciendo atendiendo siempre los criterios de las autoridades sanitarias».
En cualquier caso, Euskadi no ha atendido la recomendación de la Comisión de Salud Pública, donde están representados el Gobierno y las comunidades, que aprobó aconsejar el cierre del interior de los bares en los lugares con una incidencia superior a 150 casos, y la clausura total de los mismo por encima de los 500.
Las nuevas medidas se suman a las ya vigentes, como el toque de queda a las 22.00 horas; el cierre de la hostelería a las ocho de la tarde y de las tiendas a las nueve; o el límite de 4 personas para cualquier encuentro social.
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