Real Sociedad
Medio siglo de la primera parada de ArconadaEste miércoles se cumplen 50 años del debut de Arconada con la Real Sociedad. Fue en un partido de la Copa de la UEFA ante el Liverpool en Atocha. Luego llegaron 550 partidos más e infinidad de intervenciones para el recuerdo
Era un día como hoy, también miércoles, de hace 50 años. Jugaba el Liverpool en Atocha en partido de dieciseisavos de final de la Copa de la UEFA. Todo un acontecimiento. La primera y todavía única ocasión en la que el conjunto 'red' ha visitado Donostia. La Real Sociedad volvía a Europa un año después de estrenarse en la competición continental.
Llegaban los Clemence, Hughes, Keegan, Callaghan, Toshack o Heighway, dirigidos por Bob Paisley, una sucesión de estrellas que iban a ser testigos del nacimiento de otro ser de su misma especie en las filas locales. Elizondo había introducido cambios en la formación. En la portería entraba un joven donostiarra de 21 años en sustitución de Javier Urrutikoetxea. Se trataba de Luis Arconada.
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Hoy se cumple medio siglo de su debut. Cincuenta años de su primera parada. La historia del conjunto blanquiazul está ampliamente abastecida de guardametas para el recuerdo. Desde Ignacio Eizaguirre, pasando por el recientemente fallecido Josetxo Arakistain, hasta llegar a los Esnaola, Artola o Urrutikoetxea, que ya daban lustre a la portería del cuadro guipuzcoano antes de la aparición de Arconada. Si existía algún debate a la hora de proclamar hasta entonces al mejor portero de la Real, Arconada se encargó de liquidarlo. Cinco décadas más tarde es una cuestión que no plantea discusión.




Su debut, si no de manera inmediata, sí abrió una nueva era en el club. Arconada trascendió de jugador a icono realista y a la vez del fútbol mundial para guiar desde la portería a la mejor Real de la historia.
Su estreno ante el Liverpool pasó al recuerdo por la identidad del encuentro y del rival más que por una portentosa actuación individual. Por el sentido significado de la efeméride. El conjunto inglés, muy superior, anotó con total suficiencia los tres goles para dejar sentenciada la eliminatoria antes de Anfield. Claro que también paró, pero su primera aparición se saldó con derrota. Su trayectoria, sin embargo, se dibujaría en torno al éxito.
Se asienta con Irulegui
Elizondo le dio la alternativa, pero fue con Josean Irulegui en el banquillo con quien se asentó en el primer equipo. En aquella misma temporada, a partir de un partido de Copa jugado en Vigo el 10 de marzo de 1976, Arconada no volvió a salir de una alineación titular, salvo lesión, hasta su retirada en 1989.
Con Arconada defendiendo la portería la Real conquistó dos Ligas, una Copa del Rey y una Supercopa y alcanzó las semifinales de la Copa de Europa. Lideró el mejor vestuario de la historia del club. Los niños de los ochenta no querían ser porteros, querían ser Arconada. La Real, un equipo que apenas había ganado un trofeo en los albores de su existencia, empezó a ganar adeptos más allá de su territorio en gran medida gracias a él.

22/10/1975

22/10/1975

22/10/1975

22/10/1975
Hoy en Andalucía, Valencia, Extremadura, Canarias y las dos Castillas siguen con fruición a la Real los hijos de aquellos que se hicieron realzales por culpa del guardameta. Arconada trascendió como ningún otro y todavía hoy se le recuerda a la hora de confeccionar los rankings de mejores porteros.
Arconada alcanzó los 551 partidos oficiales en la Real, pero bien podrían haber sido medio centenar más si no se llega a romper la rodilla en la primera jornada de la temporada 1985/86 el día del debut de Toshack. Poseía reflejos felinos bajo los palos. Dejó paradas memorables con sus 180 centímetros de altura, una talla en extinción en el fútbol actual entre los arqueros.
Causaba pavor en el atacante. Ahí empezaba a parar. Protagonizó intervenciones salvajes. Estiradas especialmente estéticas. Dominó el área con brazos de hierro y también lanzándose con las piernas por delante. Se hizo con tres trofeos Zamora consecutivos como guardameta menos goleado de la Liga entre 1979 y 1982. En 1998 la FIFA le otorgó el premio al mejor jugador español del último cuarto de siglo.
Era un portero completo y por supuesto que dominaba la suerte de los penaltis. A la conclusión de cada jornada repasaba los resúmenes de los partidos que ofrecía el programa 'Estudio Estadio' para anotar el lado por donde disparaban los lanzadores del campeonato. Era su forma de obtener información sobre el rival. Ser el mejor consistía en prestar atención a los pequeños detalles.
El que detuvo a Quique Ramos durante la tanda frente al Atlético de Madrid en la final de Copa de La Romareda en 1987 fue el más celebrado. Pero hubo más. Como el que paró a Metgod en la vuelta de la Supercopa ante el Real Madrid en 1982. Quini, Juanito, Pirri, Neeskens o Schuster fueron algunos de los especialistas a los que también negó el gol desde los once metros.
Fue internacional hasta en 68 ocasiones. Participó en los Mundiales de Argentina 78 y España 82, así como en las Eurocopas de 1980 y 1984. Fue subcampeón de Europa en esta última edición, injustamente recordado por el gol de Platini cuando fue el artífice de eliminar a Alemania y Dinamarca previamente. También fue olímpico en Montreal 1976.
Cincuenta años después la Real ha recuperado su espíritu a través de la presente indumentaria de los porteros del club. Visten como Arconada. Verde, naranja y azul celeste. Y las medias blancas. Su espíritu se mantiene vivo medio siglo después. Se puede vestir como el mito, pero otra cosa es parar como él.
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