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«Hasta el momento se han constituido 9 cooperativas y están en proceso de constitución otras 2«
Esta iniciativa pionera hará posible la participación ciudadana en la generación y gestión de energías renovables a través de parques solares que se instalarán en municipios y comarcas.
Ekiola es fruto de la colaboración público privada entre el Ente Vasco de la Energía y la ingeniería promotora KREAN, integrada en la Corporación Mondragon, que ya son socios en importantes proyectos de energías renovables en Euskadi como Ekian y Ekienea para dotar al país de recursos energéticos autogenerados y económicamente viables.
Desde que las máximas representaciones del ámbito energético del Gobierno Vasco y de la Corporación Mondragón dieran a conocer en el caserío Zabalaga de Chillida Leku la constitución de Ekiola Energia Sustapenak, una sociedad para la promoción de cooperativas ciudadanas de generación de energía sostenible en enero de 2021, se han constituido ya 9 coorperativas y otras dos están en proceso.
La iniciativa de la que son socios el Ente Vasco de la Energía y Krean, nace para impulsar y hacer efectiva en la Comunidad Autónoma de Euskadi la Estrategia Europea de cambio energético, que se cimienta en el empoderamiento de la ciudadanía en la generación y gestión de energías renovables para su consumo, a través de las nuevas figuras de consumidor activo y comunidad energética. La creación de comunidades energéticas de formato cooperativo, que actúen y ejerzan un papel dentro del sistema eléctrico y que vayan acompañadas de sus administraciones locales y cercanas, permitirá dar cauce a distintos proyectos de instalaciones de generación de energía eléctrica fotovoltaica.
Para EVE y KREAN, Ekiola es una iniciativa especialmente significativa dado que supone dar cauce directo a la participación ciudadana. Se pretende constituir un modelo de integración masivo, que cambie la visión de la energía de cada municipio en que se implante, que integre a su comunidad en una realidad de autogestión cooperativa y responda a las necesidades energéticas de todas las personas que se adhieran al proyecto.
Tanto es así, que la iniciativa es considerada un proyecto de nueva gobernanza energética. Está alineada con las políticas energéticas de Europa y la Estrategia Energética de Euskadi 2030 que apunta a la necesidad de favorecer el autoabastecimiento energético mediante sistemas de aprovechamiento de energías renovables y de autoconsumo energético.
La configuración de cooperativas en este sector está siendo bien acogida por Ayuntamientos y otras entidades locales de Euskadi como mancomunidades o cuadrillas, ya que el cooperativismo es una fórmula que responde a la idiosincrasia de Euskadi. Esta fórmula permite además la conformación de proyectos de mayor dimensión, que involucren a volúmenes relevantes de personas.

Cooperativas energéticas
La creación de cooperativas, además de entroncar con los valores y la estructura económica del país, permite la conformación de proyectos de mayor dimensión que involucren a gran número de vecinos y vecinas. Esta fórmula hará posible la existencia de infraestructuras energéticas de una dimensión significativa (parques solares de entre 1 MW a 5 MW de potencia), que generarán energía de cercanía (kilómetro 0), con el objetivo final de que las personas o familias que formen parte de la cooperativa se aprovechen de las economías asociadas a las instalaciones fotovoltaicas, identifiquen como propias dichas instalaciones, y generen en las mismas un volumen de energía equivalente a todo su consumo eléctrico. La sistemática con la que se ha diseñado la gestión y viabilidad de estos proyectos se basa en la adquisición de una parte de la propiedad de la cooperativa por sus consumidores, con un coste equivalente al consumo energético de su vivienda.
Cada cooperativa construirá y operará instalaciones con un coste de generación estable, por un plazo de operación muy prolongado (25 años o incluso superior) y que se gestionará para un volumen importante de personas o familias de manera que las instalaciones tendrán las economías propias de un proyecto de mediana/gran dimensión. Los resultados revertirán a los y las cooperativistas en sus facturas eléctricas, de manera que cada cual verá anualmente el resultado de la generación de su instalación, tanto en términos económicos como eléctricos, y podrá evaluar el impacto de las mismas en términos ambientales, de sostenibilidad, de generación de riqueza para su entorno y de impacto en la propia economía de su consumo.
En la actualidad, se mantienen contactos con varios municipios y administraciones, que están avanzando en diferentes estadios para que más cooperativas se hagan realidad en los próximos meses o en próximos ejercicios.

Energía de kilómetro 0
A través de este proyecto de cooperativas locales de consumo energético, cada persona podrá entender cómo consume energía y cómo la genera su instalación y podrá establecer estrategias de consumo para ajustar y mejorar sus economías y lograr así la mayor proximidad posible entre su forma de generar y de consumir. La pertenencia a la cooperativa llevará consigo una inversión para la compra de los paneles que configuran la instalación con un funcionamiento muy prolongado, (inicial de 25/30 años aunque cada cooperativa podrá optar por prolongar este plazo), constituyendo casi una solución vital.
La inversión se le irá restituyendo poco a poco según planes de retorno que se personalizarán en cada proyecto. En paralelo, en sus facturas anuales se reflejarán los resultados económicos asociados a la generación eléctrica.
El objetivo es, por lo tanto, que cada persona genere tanta electricidad verde como la que consume, se sienta protagonista de la manera en que satisface sus necesidades domésticas y se abran así los cauces para intervenir en la generación de energía renovable. Todo ello, con el acompañamiento de las administraciones y entidades más próximas, de cara a asegurar una correcta gestión y en el marco de un modelo, el cooperativo, que le hace protagonista de todo el proceso.
