
Arrasate-Mondragón
80 años de singladura comercialSecciones
Servicios
Destacamos
Arrasate-Mondragón
80 años de singladura comercialCorría el mes de julio de 1944 cuando la joven viuda Petra Zarraoa inauguraba en Kanpantorpea una diminuta tienda dedicada a venta de libros y material de escritorio y escolar. Al poco, añadiría el despacho de artículos de perfumería y droguería, sector que conocía sobradamente después de haber trabajado desde muy joven en las dos droguerías que regentaba su hermano mayor Robustiano en Erdikokale y en el Portalón.
Tras 80 años de actividad, El Arca de Noé –nombre con el que Petra bautizó aquel modesto negocio en el que vendía un poco de todo–, terminaba su singladura comercial en 2024. De esta forma echaba la persiana el comercio de perfumería que desde 1998 venía regentando su nieta Miren Gallastegi, que se ha retirado «sin pena ninguna, para que voy a decir otra cosa. Llevo toda la vida aquí». Antes que ella fue su progenitora Arantza Ceciaga quien regentó la tienda desde la jubilación de su madre Petra.
A ella le tocó retirar el gran rótulo iluminado que adornaba la fachada de Kanpantorpea con el nombre original de la tienda. «Resulta que en la década de 1970 abrieron en Bilbao un comercio de material eléctrico que bautizaron El Arca de Noé, y registraron legalmente el nombre en propiedad. Así fue que nos hicieron llegar un requerimiento notarial exigiendo el pago de un canon por el uso del nombre o su inmediata supresión» No sin dolor, tuvieron que retirar el nombre y rebautizar el establecimiento como Perfumería Zarraoa.
Más aún, «tiempo después nos llegó un segundo e inesperado requerimiento notarial para quitáramos un discreto rótulo con el nombre El Arca de Noé que pusimos a modo de recordatorio en la fachada de Iturriotz, aun cuando ya teníamos el puesto el nombre de Perfumería Zarraoa» añade Miren.
1944 Tras 80 años de actividad, El Arca de Noé, nombre con el que Petra bautizó aquel modesto negocio en el que vendía un poco de todo, echó la persiana el 31 de octubre.
«Pero aún hoy la gente continúa conociendo nuestra tienda como El Arca de Noé», aseguraba. Hasta tal punto ha arraigado el nombre original que «en una ocasión iba mi padre por la calle cuando alguien le llamó '!Noé, Noé¡', convencido que ese era su nombre» cuenta Miren Gallastegi. Su madre Arantza recuerda cuánto se rieron con esta entrañable anécdota de su marido Ignacio Gallastegi, recientemente fallecido.
La tienda ha sido un segundo hogar para toda la familia Zarraoa-Ceciaga-Gallastegi. Todo el mundo echaba un mano. «Mi marido se encargaba todos los sábados de la devolución de los libros no vendidos, además se ocupaba de colocar baldas, adecuar el almacén...», apuntaba Arantza Ceciaga. Su hijo Lucio y su hija Miren, tercera y ultima en regentar el negocio familiar, prácticamente se han criado en la tienda.
La vida no fue fácil para Petra Zarraoa. Su marido murió prematuramente a la edad de 28 años en enero de 1934. Viuda a los 25 y madre de una niña de dos meses, sin ingresos, se empleó de dependienta en la droguería de su hermano Robustiano, donde ya había ayudado de soltera. Su hija Arantza cuenta que «yo tenía 11 años cuando mi madre le alquiló un minúsculo local anejo a la pastelería que regentaba uno al que apodaban Bizkai».
En este reducido espacio, con acceso desde el portal, Petra Zarraoa instaló su pequeño negocio. Ambas actividades convivieron durante varios años hasta que a la jubilación de Bizkai Petra tuvo la ocasión de alquilar el local de la antigua pastelería en su totalidad, cuya propiedad adquiriría su hija Arantza mas adelante.
También ella se crió en la tienda materna, un «totum revolutum de librería, papelería, droguería y perfumería, de ahí lo del nombre de El Arca de Noé», describe. «Fuimos la primera librería de Mondragón» recuerda no sin orgullo Arantza Ceciaga. Desde muy joven, Arantza, además de estudiar la carrera de piano, cultivaría una pasión lectora que aún mantiene. Se vendían muchas novelas románticas de Corín Tellado, del Oeste de Marcial Lafuente Estefanía y también de otros muchos novelistas internacionales. La librería del Arca de Noé se mantuvo hasta que abrieron la librería Hire (en la calle Iturriotz, actualmente desaparecida y cuyo local ocupa actualmente la tienda de lencería Bea).
Entre los libros más vendidos se contaban «diccionarios y misales, que junto con un rosario era el regalo típico que los novios hacían a sus novias».
También vendían revistas, «como una que se llamaba Cariño. En una ocasión, estando en el mostrador mi marido, le vino una clienta y le espetó: 'oye, dame Cariño', se ríe su viuda Arantza recordando la simpática anécdota.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Beñat Arnaiz | San Sebastián y Oihana Huércanos Pizarro
Jon Garay y Gonzalo de las Heras
Julio Arrieta y Gonzalo de las Heras
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.