Tolosa

Siervas, 25 años de centro de día

C ontaba Sor Itziar Elguea que las Siervas de Jesús , que acaban de celebrar sus 'bodas de plata' como centro de día, llegaron a la villa de Tolosa, el 6 de julio de 1886. Dos señoras del lugar, Florencia Esnarrizaga y Leandra Lasquibar habían conocido, en un viaje a Valladolid, los beneficios que esta Congregación procuraba a los enfermos que tendían en sus domicilios. Querían que Tolosa también participara de ellos.

Una vez de vuelta a Tolosa, pidieron al Ayuntamiento, una fundación de estas Religiosas, y la Fundadora de la Congregación, Santa María Josefa del Corazón de Jesús Sancho de Guerra, accedió después de obtener el permiso del Obispo diocesano, Mariano Miguel Gómez.

El Ayuntamiento concedió una subvención para el alquiler de una vivienda en la calle Santa María, cerca de la parroquia, y en ella comenzaron su vida en Tolosa las religiosas. Desde el principio tuvieron buena acogida, pues la respuesta de la población fue inmediata y generosa. Empezaron muy pronto a asistir a los enfermos, y todo hacía presagiar que su vida en la villa sería larga y fecunda. Como así ha sido.

1892 sería otro año clave en la historia de las Siervas de Jesús porque un importante industrial tolosano, Antonio Elósegui y Lizargarate, les otorgó una donación de un terreno para que construyan el actual convento.

A finales del XIX, la villa tolosana se estaba convirtiendo en un gran centro industrial. Ello propició que muchas mujeres y madres de familia empezaran a trabajar en las fábricas de papel. Esta vertiginosa inserción laboral de la mujer trajo también consigo que los niños se quedaran desatendidos. Por aquel entonces el concepto de guardería infantil era algo impensable. Para solucionar el problema, a uno de los concejales del Ayuntamiento, Celestino Mocoroa, se le ocurrió la idea de instalar un asilo donde dejar a los niños en las horas de trabajo de las madres y que fueran cuidados por las Siervas.

El pleno del Ayuntamiento aprobó la idea, que era una novedad, inédita y revolucionaria. Ni siquiera en Europa se había instalado un centro de estas características. En 1892 el asilo (guardería) de niños/as de Tolosa fue una realidad. Hasta entonces, las Siervas habían luchado contra las epidemias y habían asistido a los enfermos. Su labor fue impresionante. Los niños les dieron muchas alegrías. La guardería de Tolosa de las Siervas de Jesús funcionó por espacio de más de cien años. Se cerró finalmente en 1996 por falta de niños

Ocurría que este servicio de cuidado infantil estaba ya atendido por otras instituciones, y las Siervas pensaron en reciclarse. Para ello, remodelaron la casa de la comunidad para convertirla en un Centro de Día para ancianos. Las obras duraron tres años, y en 1999 se abrió el Centro de Día Madre María Josefa para las personas de la tercera edad, concertado con la Diputación. Una labor indispensable para el que las monjas ponen toda su entrega y amor, con el fin de que las personas ancianas sientan el cariño de un hogar.

A la inauguración de 1999 acudió el obispo Setién, y a la conmemoración del XXV aniversario, el pasado día 4, también vino el actual obispo, Fernando Prado, que ofició una misa, al término de la cual hubo un lunch conmemorativo de la efemérides.

«Queremos proporcionar a las personas mayores una atención integral en orden a su rehabilitación funcional, psicológica y de relación; con fisioterapia ocupacional, actividades lúdicas y sociales, higiene, cuidados profesioniales y personales», comentan las religiosas. «Como siempre y como antaño, queremos ser hermanas y amigas de Tolosa».