50.000 árboles llamados a revisión
Análisis. El I Plan Director de Arbolado Urbano permitirá realizar un diagnóstico general de todos los ejemplares y diseñar cuidados específicos para cada zona de la ciudad
El Ayuntamiento inicia hoy los trámites para dotarse del I Plan Director de Arbolado Urbano, un documento que permitirá realizar un diagnóstico general del estado de los cerca de 50.000 árboles existentes en la ciudad. Según explica la concejala de Ecología, Marisol Garmendia, se analizará la situación de los ejemplares, sus problemas de salud y ubicación y los conflictos que sufren por su proximidad o relación con otros elementos del entorno.
Con este estudio básico como punto de partida, el consistorio podrá diseñar acciones para su «conservación, cuidado, protección y mejora» que serán «específicas para cada zona», avanza la delegada del PSE, quien advierte de que «no todos los árboles necesitan las mismas condiciones» para desarrollarse y crecer.
Los datos
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Árboles En el núcleo urbano hay cerca de 50.000 ejemplares, cifra que supera los 150.000 si se suman los montes Urgull, Ulia, Igeldo y Oberan o la finca de Artikutza.
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Especies La más numerosa es el plátano, con unas 3.000 unidades. El Plan General protege los cedros libaneses, las secuoyas y otros ejemplares de gran interés.
San Sebastián puede presumir de disponer de una superficie de 21 metros cuadrados de áreas verdes por habitante, cifra superior a la mínima recomendada por la Organización Mundial de la Salud. Atesora algunas especies de gran interés que están protegidas en el Plan General de Ordenación Urbana, lo que le convierte en destino atractivo para los amantes y estudiosos de los árboles.
Hace unos días pasó por la capital guipuzcoana William Moore, uno de los mayores expertos del mundo en la materia, y visitó la encina de Berio, con una edad estimada de entre 300 y 400 años. Es el árbol más antiguo de la ciudad y, tras haberse recuperado de un accidente en 2012 que le costó una rama, tiene cuerda para rato pues la encina más vieja de Europa ronda los 800 años.
Cedro libanés
Igualmente único es el gran cedro libanés de Cristina Enea, el más ancho del municipio con 25 metros de copa y 20 de altura. Tiene unos 140 años y observarlo de cerca impone ya que, por su tamaño, algunas ramas parecen troncos.
El más alto, y también el que presenta un tronco más grueso, es una secuoya que se encuentra en el parque de Aiete. Tiene 50 metros de altura y un perímetro troncal de 10. Como referencia, el árbol catalogado como el más alto del mundo es una secuoya gigante del Parque Nacional de las Secuoyas en California (EE UU) y mide 84 metros, con 24 de perímetro.
En cuanto al más exótico, se trata de un ombú argentino que fue plantado hace unos años por un desconocido en Sanserreka, mientras que el más representativo de la ciudad sería el tamariz, cuyos ejemplares de Alderdi Eder llegan a alcanzar los 100 años. La forma en que se le colocan hierros para evitar que se abran por el tronco «es estudiada por expertos» de distintos países, subraya Garmendia, quien apunta al plátano como especie más numerosa, con alrededor de 3.000 unidades. En concreto, abunda el 'platanus x hispanica', resultante del cruce entre una variante asiática y otra norteamericana.
En total, sumando las masas arbóreas de los montes Igeldo, Urgull, Ulia y Oberan o la finca de Artikutza, se calcula que la cifra de árboles del término municipal sobrepasa los 150.000. Quizás se incorporen al diagnóstico en una segunda fase del plan director, cuya redacción se encarga hoy con un presupuesto de 112.000 euros.
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