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Decía Imanol sin acierto que quizás un punto ante el Alavés era «bueno» si no se podían conseguir los tres. Dolieron las declaraciones en la afición, con Europa al pil-pil. El Imanol de antes se hubiese comido la sala de prensa gritando que solo piensan en ganar al conjunto babazorro por incluso más de un gol. La Real esta temporada da un paso adelante superando a Valladolid y Las Palmas, de largo los dos peores equipos de Primera, y dos para atrás disparándose en el pie ante el Mallorca, rival directo que pelea por el mismo premio que tú, y el Alavés. El punto que sí que se podía dar por bueno era el del Villarreal, que marcó cinco goles, le anularon tres y debió vencer a la Real. A los días, el equipo número 19 como local, te supera en Mendizorrotza de nuevo gracias a una jugada a balón parado.
El parón solo puede venir bien para aclarar la mente y veremos si Imanol, como en Roma, da por fin fumata blanca a una decisión tan importante como mal ejecutada. El técnico de Orio pidió tiempo y el club lo aceptó. Lógico. Pensar si tu etapa en el equipo de tu vida ha llegado a su fin requiere una reflexión. Pero una cosa son unas semanas y otra alargar una respuesta que se ha hecho más que una bola gigante y que no ha hecho más que perjudicar estos últimos meses. Sintomático que Oyarzabal estuviera dos o tres minutos dando explicaciones a la afición desplazada a Vitoria. De nuevo una frustración tremenda, de nuevo otra decepción. Y esta temporada ya van...
Se esperaba ese guión de partido, con el Alavés replegado y dejando la bola a la Real, pero quizás no algo tan exagerado. No parecía que el Glorioso estuviese jugándose el descenso. Imanol apostó por la pareja de centrales del futuro con Pacheco y Jon Martín, lógico estando el que estaba enfrente. El lasartearra secó por arriba al mismísimo Kike García. Brais volvió al once para aportar algo de luz y por sus botas pasaron las acciones más peligrosas de una primera mitad en la que el caudal ofensivo tampoco fue inmenso. Más bien todo lo contrario.
Cuando el gallego está con chispa la Real es otra y todavía está muy lejos de esa versión pese a que cuando toca el cuero pasan siempre más cosas. La acción más meridiana vino a balón parado con la siempre temible zurda de Sergio Gómez, que parece que no está pero siempre aporta. Un robo alto del catalán hizo intervenir a Sivera después de que tocara el balón en un rival. El envío desde la esquina fue a parar a la cabeza de Brais, que giró demasiado el cuello. Tampoco Oyarzabal, con la caña preparada en el segundo palo, pudo empujar el remate con Sivera vencido.
Poco más que llevarse a la boca en el primer acto. El Alavés solo asomó dos veces por el área de Remiro, objeto de falta en una disputa con Kike García. La otra situación a corregir fue un mal pase de Jon Martín. Vicente se tiró de manera descarada ante Pacheco en el uno contra uno. La valentía de Busquets Ferrer para mostrarle la amarilla fue un claro contraste con la permisividad en área contraria. Kubo se fue apaleado al descanso y Blanco, con cinco faltas, sin cartulina. No se vio una Real punzante, pero al menos regresó el equilibrio con Zubimendi. Pero esto no es suficiente. Quedan cinco partidos y se necesita ver algo diferente.
Si en la primera parte la Real tuvo balón, en la segunda lo mismo pero con menos ideas. El Alavés se estiró algo más y encontró el gol de la única manera que podía, a balón parado en una nueva jugada muy mal defendida. El primer palo, libre por completo. Javi López vuelve a salir en la foto al dejar solo a Tenaglia, que hace un movimiento excelente. Más mérito del babazorro que del canario, pero de nuevo el protagonista en otro tanto en contra es el mismo.
Imanol agitó el árbol consciente de que se volvía a repetir la misma historia con idéntico resultado. A esta Real no le da para remontar. Y esta vez sí que había hombres para cambiar el guión de partido. Sentar al jugador más desequilibrante quizás no parece la mejor idea. Kubo estuvo mal, pero puso un centro del gol a Gómez y remató desde la frontal al palo derecho de Sivera. Becker hace muchas cosas mal, pero suele centrar con peligro. El primero no lo buscó nadie, en el segundo Óskarsson estaba adelantado. Cinco partidos, otra bala desperdiciada. Regresar a Europa requerirá de hazañas ante Athletic, Atlético, Celta, Girona y Madrid. Peligro.
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Juan Manuel Sotillos
Iñigo Puerta | San Sebastián
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