Tras los pasos de Iribar y Arconada

La presente temporada está ofreciendo por primera vez en 90 años una pelea por el Trofeo Zamora entre los porteros de la Real y el Athletic, representados en esta ocasión por Álex Remiro y Unai Simón. Los dos encabezan la tabla del portero menos goleado con una ligera ventaja para el rojiblanco –que lleva un coeficiente de 0,94 tantos encajados por partido frente al gol por encuentro del de Cascante– y tratarán de conquistar un premio que no recae en sus clubes desde que lo conquistaran Luis Arconada, en 1982, y José Ángel Iribar en 1970.

Remiro lleva 32 tantos recibidos en los 32 choques de Liga que se le contabilizan, ya que el reglamento del trofeo especifica que solo se computan aquellos encuentros en los que haya jugado un mínimo de 60 minutos. No se le cuenta, por tanto, el de la jornada 19 contra el Alavés en Anoeta porque fue expulsado en el minuto 36 tras tocar el balón con la mano fuera del área cuando estaba Rebbach en disposición de jugarlo. Después se perdería por sanción el siguiente encuentro, curiosamente contra el Athletic en San Mamés, en el que defendió la meta txuri-urdin el azpeitiarra Unai Marrero.

De los 32 partidos que se le computan para el Zamora ha mantenido la portería imbatida en catorce y en otros ocho únicamente le han hecho un gol. De los diez restantes, entra dentro de lo previsible los dos que recibió en el Bernabéu y el Metropolitano o que rivales como el Villarreal en Anoeta o el Sevilla en el Pizjuán le puedan hacer más de uno. Pero hay dos tantos que dan bastante rabia, los que le marcó el Granada a principio de temporada cuando la Real ganaba 5-1 y se descuidó en defensa en el tramo final. Sin ellos, ahora mismo sería líder del Zamora.

Con todo, desbancar a Unai Simón se presenta bastante complicado por la excelente temporada que está haciendo el vitoriano y porque tiene un calendario más favorable por delante. Mientras que a la Real le resta por visitar al Barcelona y el Betis y recibir a Valencia y Atlético en Anoeta, el cuadro vizcaíno tiene que jugar en casa ante Osasuna y Sevilla y viajar a Balaídos y Vallecas. Existe incluso la posibilidad de que Valverde le reserve en alguna jornada para proteger su coeficiente al haber disputado ya los 28 partidos reglamentarios para optar al galardón. Más si cabe teniendo otro portero de garantías como el errenteriarra Julen Agirrezabala.

El Trofeo Zamora es muy apreciado por los clubes, aunque se trate de un premio individual, y la pasada temporada Xavi Hernández ya retiró a Ter Stegen en el minuto 63 de la última jornada en Vigo para proteger la ventaja de su guardameta. También ocurrió algo parecido hace dos años con Bono en el Sevilla, que se quedó en el banquillo en la despedida del curso 21/22 porque Courtois le pisaba los talones.

Además de Simón y Remiro, completan el top-4 del Zamora Giorgi Mamardashvili, del Valencia, con un coeficiente de 1,09 goles, y el meta del Alavés Antonio Sivera con 1,12, aunque sus opciones de ganarlo son bastante más reducidas.

En la Real Sociedad solo Luis Arconada ha conquistado el Zamora. Lo hizo de forma consecutiva en tres ocasiones en las temporadas 1979/80, 80/81 y 81/82, siendo en aquel momento el primer portero en conseguir semejante hazaña. Ya en el presente siglo lo lograrían Víctor Valdés con el Barcelona y Jan Oblak con el Atlético. El capitán txuri-urdin fue el principal artífice de aquella seguridad defensiva sobre la que el club cimentó los dos títulos de Liga y el subcampeonato previo en 1980.

Hay otros tres porteros que dieron sus primeros pasos en la Real y que lo ganaron posteriormente en otros equipos. Ignacio Eizaguirre (Donostia, 1920) fue el primero. Después de cinco años en el club fichó por el Valencia en 1941 y fue el menos goleado del campeonato en las temporadas 43/44 y 44/45. En Mestalla se le sigue recordando con cariño porque fue el mejor portero de la posguerra ganando con el conjunto che tres Ligas y una Copa.

José Araquistain (Azkoitia, 1937) jugó en la Real entre 1956 y 1961, cuando se marchó al Real Madrid, donde su mejor temporada fue la 61/62, en la que además de llevarse el Zamora conquistó la Copa, disputó la final de la Copa de Europa y un partido del Mundial de Chile.

El tercero es Javier Urruticoechea (Donostia, 1952), que después de cinco temporadas en Atocha fichó primero por el Espanyol y luego por el Barcelona, con el que se convirtió en el portero menos goleado del campeonato en la campaña 83/84.

En el Athletic lo han ganado Gregorio Blasco (29/30, 33/34, 35/36), José María Echeverría (40/41), Pérez Lezama (46/47) y el propio Iribar, el último en conseguirlo, en 1970. Desde entonces han pasado 54 años sin que el Zamora recaiga en San Mamés.

La pugna entre un portero blanquiazul y uno rojiblanco no se daba en la Liga desde hace 90 años, en la temporada 33/34, cuando Gregorio Blasco se impuso con un coeficiente de 1,50 al realista Tiburcio Beristain, de Elgoibar, que finalizó con 1,76. En el caso de este último encajó 30 goles en 17 jornadas –entonces en la Liga sólo participaban 10 equipos–, la última la disputó Félix Rojo, mientras que el guardameta del Athletic recibió 21 tantos en 14 partidos, ya que en otros cuatro cedió su posición al suplente José Luis Ispizua. Ahora Remiro y Simón reeditan esa pugna de otra época.