Sólo Simeone sobrevive al paso de Imanol por la Real

La paciencia y la estabilidad son características básicas para llevar a cabo un proyecto futbolístico. El problema es que estas dos cualidades que todos saben indispensables para desarrollar una idea o una filosofía dependen de los resultados y en no pocas ocasiones la inmediatez y el cortoplacismo que rigen el fútbol actual condicionan decisivamente la toma de decisiones, precipitando muchas veces desenlaces imprevistos y abruptos.

En los últimos seis años y medio la Real ha sido el ejemplo de un proyecto bien ideado y mejor ejecutado que le ha permitido codearse con la élite tanto estatal como europea. Sin embargo, todo proyecto tiene su fin antes o después y el liderado por Imanol Alguacil desde el banquillo finalizó el 2 de junio en el Santiago Bernabéu.

Para entender mejor la estabilidad que Imanol le ha dado al banquillo de la Real y al propio club no hay nada mejor que comparar lo que ha sucedido en las otras 25 entidades a las que la Real se ha enfrentado en Primera División en este tiempo.

Seis años y medio en el fútbol son una eternidad, como lo demuestra el hecho de que de esos 25 equipos sólo diez han completado en la máxima categoría las siete temporadas que Imanol ha estado al frente de la Real (Barcelona, Real Madrid, Atlético, Sevilla, Villarreal, Betis, Athletic, Valencia, Celta y Getafe). Quince han jugado en alguna ocasión una competición europea, pero sólo seis (Barcelona, Real Madrid, Atlético, Sevilla, Villarreal y Betis) han podido hacerlo en más de una ocasión y sólo los tres grandes lo han hecho más que la Real.

La estabilidad en un banquillo de LaLiga no es habitual, de ahí que casos como el de Imanol llamen la atención. De hecho, desde aquel ya lejano 6 de enero de 2019 sólo Diego Simeone permanece al frente del mismo equipo, el Atlético de Madrid que dirige desde el 7 de enero de 2012 cuando sustituyó a Gregorio Manzano.

Tras los 249 encuentros ligueros que completó Imanol en la Real aparece la figura de otro técnico forjado en Zubieta, Jagoba Arrasate, que dirigió a Osasuna en 213 partidos, 190 de ellos en Primera, los mismos que Manuel Pellegrini en el Betis.

Mientras la Real y el Atlético de Madrid han tenido en estos seis años y medio a un único técnico, hay tres equipos que han visto desfilar por sus vestuarios hasta once preparadores. Son los casos de Espanyol, Elche y Almería, mientras que una decena han pasado por Valencia, Alavés y Valladolid; y nueve por el Sevilla.

La variabilidad del fútbol es tal que en estos seis años y medio algunos técnicos han tenido tiempo a dirigir a varias entidades. Destacan los casos de Francisco (Huesca, Girona, Elche y Rayo), , Calleja (Villarreal, Alavés, Levante y Oviedo), Pacheta (Elche, Huesca, Valladolid y Granada) o Mendilibar (Eibar, Alavés, Sevilla y Olympiacos), mientras que Voro ha tenido tiempo de coger al Valencia en tres momentos distintos.

Puede existir la tentación, no obstante, de pensar que Imanol ha coincidido con una fantástica generación de jugadores. Que, como se suele decir, estaba en el sitio justo en el momento adecuado. Pero si analizamos los años que van desde el último ascenso hasta la llegada del técnico, años en los que la Real disputó también competiciones europeas, incluso la Champions League, y los comparamos con los números de Imanol al frente del equipo, no hay lugar a tal duda.

Desde el ascenso hasta esa campaña 2018/19 la Real promedió 1,38 puntos por partido, mientras que con el de Orio ese promedio se ha elevado hasta los 1,55 puntos, siendo el quinto equipo que más puntos ha logrado a pesar de que los resultados de esta temporada han rebajado sus cifras.

Conseguir de nuevo esa estabilidad con Sergio Francisco será la mejor señal.