Cinco atacantes para tres plazas, bendito dilema para Imanol
Becker es el delantero más en forma y Oyarzabal intocable , por lo que Silva, Barrenetxea y Kubo se juegan la plaza restante arriba en Montjuic
Hace cuatro meses Imanol apenas tenía recursos que manejar en la delantera. Kubo se había marchado con Japón a jugar la Copa de Asia, Sadiq hizo lo propio con Nigeria en la de África, Cho se marchó al Niza, Carlos Fernández se vio obligado a pasar por el quirófano, Barrenetxea estaba renqueante de la lesión en el tobillo que arrastraba desde diciembre y André Silva llevaba prácticamente en blanco seis meses. Para colmo de males, Oyarzabal se lesionó en Girona para un mes. El panorama era desolador en un momento en el que se juntaron las eliminatorias de Copa con la Liga y la ronda de Champions frente al PSG. Con todo, la Real salió viva de la tormenta haciendo de la necesidad virtud.
Fue un momento en el que Magunazelaia fue incluso titular en la victoria liguera en Balaídos, en el que hubo que echar mano de Zakharyan como extremo más veces de las deseadas y en el que el fichaje de Becker se recibió como una bendición. Lo suyo fue llegar y besar el santo porque el día de su debut ya logró marcar para sentenciar la eliminatoria ante el Celta en Vigo. Pero jugó tres partidos seguidos y se rompió en Girona para tres semanas, amén de la pérdida de ritmo que todo parón representa.
Ahora la situación es totalmente opuesta, ya que la Real viene de disputar ocho partidos en los dos últimos meses en un calendario mucho más relajado y únicamente tiene en la enfermería a Carlos Fernández con una lesión muscular en el sóleo de su pierna derecha. El resto está con ganas de jugar y de reivindicarse, aunque sólo hay sitio en el once inicial para tres de los seis atacantes disponibles con los que cuenta el técnico blanquiazul. Salvo Sadiq, que no es titular desde hace dos meses en Granada, los demás tienen opciones de jugar de salida el lunes en Montjuic. El siguiente sería un repaso de sus posibilidades.
Oyarzabal lleva marcados 14 goles esta temporada y es un jugador insustituible dentro de los esquemas de Imanol Alguacil
Becker, el más en forma. El neerlandés es imprescindible en este momento porque junto a Turrientes es el realista más enchufado en esta recta final de temporada. Y en ataque, el más desequilibrante. En el último mes atesora dos goles, al Almería tras rematar un centro de Galán y contra el Las Palmas con un latigazo sin apenas ángulo, y tres asistencias frente al propio Almería a Oyarzabal, a Barrenetxea en Getafe y la del primer tanto del sábado pasado ante el conjunto canario.
Más allá de sus cifras, su aportación en la banda derecha ha cambiado el estilo de juego en ataque dándole más profundidad por su capacidad para abrir el campo, poner buenos centros a la espalda de la defensa rival y buscar el disparo desde media distancia. Aunque Imanol lo ha utilizado en las tres posiciones del ataque, es en la derecha donde más daño ha hecho a los rivales y donde más difícil es de frenar. No es casualidad que las tres asistencias y los dos goles de este último mes hayan llegado desde ese perfil.
El Barcelona ha sufridon las últimas semanas ante rivales que le han atacado la espalda, como se vio en el Bernabéu, contra el Valencia en Montjuic y en Girona, y Becker es el mejor realista que puede desempeñar esa función. Así que es fijo para el lunes.
Oyarzabal es imprescindible. El capitán no será el atacante más rápido, el más fuerte ni seguramente el más goleador de todos –Sadiq hizo 17 goles en el Partizán y André Silva 29 en el Eintracht–, pero sí que es el más completo, el que mejor lee el juego y el que más transmite a los compañeros al ser el líder del equipo. Eso le convierte en una pieza imprescindible en el engranaje txuri-urdin para cualquier partido y, mucho más, en citas tan importantes como la del lunes ante el conjunto catalán.
Su inteligencia táctica le permite rendir de forma satisfactoria en distintas posiciones, tanto en la izquierda, donde ha manejado durante la mayor parte de su carrera, como en la punta de ataque en la que le ha tocado jugar este año y se ha destapado con 14 goles. Sin embargo, y a pesar de su producción realizadora, es partiendo desde esa ubicación más escorada donde hasta ahora más réditos aporta al colectivo al convertirse en un jugador indetectable por su habilidad para meterse por dentro y llegar al remate desde segunda línea.
Además, en la faceta defensiva, se convierte en un cuarto centrocampista para un equipo que juega con tres y que en las últimas fechas ha sufrido más sin balón cuando se han ocupado de guardar las bandas extremos más puros que tienen más dificultades para correr hacia atrás. Junto con Becker, es otro fijo en el once para esta jornada.
Silva, la opción del nueve. Después de mes y medio apostando por Oyarzabal como delantero centro, desde el encuentro ante el Cádiz, Imanol colocó en esa posición a André Silva en el último enfrentamiento contra el Las Palmas y la apuesta le salió bien porque la Real tuvo una mayor y mejor ocupación del área en su fase ofensiva. Y eso que el portugués venía de jugar solo 85 minutos en siete partidos, a una media de 12 por encuentro, y no tiene el ritmo de otros compañeros. Pero viene entrenándose sin problemas en los últimos cuatro meses y eso se nota en una mayor aportación al equipo cuando le toca salir, como ocurrió con sus goles en el Pizjuán y Granada.
Ahora mismo es la principal opción que maneja el técnico en caso de decantarse por jugar con un nueve natural, como hizo por ejemplo en la visita a París en la que la Real completó una buena primera hora de juego. La clave es si Imanol lo hará también en Montjuic. En ese caso, sus opciones de ser titular serían muy grandes.
Las lesiones frenan a Barrene. El donostiarra mostró en la primera mitad de la temporada su mejor cara desde que debutó en la Real en diciembre de 2018. Su velocidad y capacidad para el desborde estuvieron detrás de noches mágicas como las dos ante el Benfica en la que fue determinante. Pero en diciembre se lesionó el tobillo en Pamplona y le costó volver. Y cuando se recuperó sufrió una lumbalgia que volvió a frenar su evolución hasta el punto de que en la segunda vuelta no se ha visto al jugador de la primera. Aún así, un poco de Barrene es mucho y en estas últimas jornadas ha dejado el gol en Getafe tras cabecear en plancha el centro de Becker.
Después de cuatro partidos seguidos como titular ante el Alavés, Almería, Getafe y Real Madrid, se quedó en el banquillo contra el Las Palmas porque Imanol apostó por Oyarzabal en la izquierda. No está claro que en Barcelona vaya a ser titular y sí apunta más a entrar como revulsivo con el partido empezado.
Otro Kubo tras la Copa de Asia. Al japonés no le hizo mucha gracia en la última jornada saltar al campo en el minuto 88. En los dos años que lleva en la Real siempre ha sido titular y cuando ha estado en el banquillo ha sido para aligerar su carga de partidos. Siempre con la consideración de un primer espada. Pero la irrupción de Becker ha oscurecido su estrella, ya que ambos compiten por la misma posición y ahora mismo está mejor el exjugador del Unión Berlín.
En este tramo final de temporada le favorece el hecho de que la Real afrontará los tres siguientes partidos en siete días, por lo que Imanol tendrá que utilizar toda su plantilla y será titular en varios de ellos, aunque seguramente no en los tres.
Como en el caso de Barrenetxea, arrancó la temporada como un cohete a un ritmo casi insostenible de cinco goles y cinco asistencias en los dos primeros meses de competición. Después se asentó dejando partidos brillante como en Villarreal, con un tanto y otra asistencia, hasta que se marchó en enero a la Copa de Asia. Desde su regreso no ha recuperado el nivel anterior y eso se traduce en que no ha dado ninguna asistencia y solo ha marcado un gol, en Mallorca en Liga. Siendo un hombre muy importante, es normal que Becker pueda robarle protagonismo en este final de campeonato.
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