Mucho ruido para poco cambio

El barrio de Galtzaraborda es muy conocido, entre otras cosas, por el nombre que recibe la estación del topo procedente de Lasarte, Donostia o Hendaia. Sin embargo, la Asociación de Vecinos del mismo barrio lamenta que «no haya un proyecto de soterramiento con todo lo que ello implicaría a favor», coinciden con pena los cinco miembros de la junta en su local.

El proyecto de soterramiento, competente del Gobierno Vasco, consiste en una variante con una longitud de dos kilómetros entre Altza y Pasaia y hasta Galtzaraborda. Sin embargo «no tiene beneficio para nosotros», recuerdan los vecinos de Galtzaraborda. «Las obras actuales son por la doble vía que están realizando», aseguran. Se prevé que los trabajos concluyan «en unos tres años y medio», afirman, «tiempo en el que tendremos que soportar ruidos y otras afecciones, como no disfrutar del paseo hacia Alaberga al permanecer los camiones en el lugar», apuntan. Asimismo, confiesan que «el Ayuntamiento se enteró a tres días de comenzar las obras».

Echando la vista atrás, rememoran cuando en 2011, el consejero vasco de Obras Públicas y Transportes, Iñaki Arriola, se reunía con el ex alcalde de Errenteria, Juan Carlos Merino, para presentar el proyecto de soterramiento. «Desde ahí, no tenemos información. Es una promesa incumplida, solo miran lo de Pasaia y lo de la Concha», señalan. Para la parte superior hubiera supuesto «la creación de un gran número de plazas de aparcamiento, que hacen falta, y unos cuantos metros cuadrados para otros servicios», sostienen.

Insisten con «la obra más reseñable del barrio», recordando que «llevamos años y legislaturas pidiendo información sobre el soterramiento y ni siquiera el Ayuntamiento sabe cómo quedará. No tenemos una foto», lamentan.

Otra de las cuestiones a tener en cuenta en Galtzaraborda es «la falta de servicios», explican los vecinos. «No tenemos supermercados, hemos pasado de tener trece bares a solo dos-tres... Y sobre todo, lo más vergonzoso, la retirada del cajero automático», señalan. «La caja de ahorros municipal en la calle Parque y la provincial en la calle Urdaburu han desaparecido. Los mayores, que viven muchos en el barrio, tienen que bajar al centro o ir a Beraun para cobrar la paga», señalan con tristeza.

Achacan además «la falta de relevo generacional que trae consecuencias negativas», como el no poder programar unas fiestas de barrio. «No quieren trabajar», confiesan con el objetivo de que «haya gente dispuesta a colaborar por un barrio más unido».

Sin embargo, Galtzaraborda también quiere poner en valor las mejoras que ha tenido el barrio en los últimos meses. «Se han hecho rampas para acceder al portal y así facilitar la accesibilidad a las personas mayores. Se ha arreglado todo lo de la parte de la Avenida de Galtzaraborda y les ha dado mucha vida a los vecinos», explican satisfechos.

Asimismo, el autobús urbano ya no solo pasa de largo por las cuestas hacia Beraun, también entra por el barrio. «Es una gozada, llevábamos años luchando por ello», confiesan. También el ascensor hacia el ambulatorio de Beraun ha supuesto un soplo de aire fresco, como el haber podido recuperar el horario habitual de 8 a 20 horas. «Hemos tenido que manifestarnos para poder alcanzar el objetivo. Lo hemos conseguido», celebran.

Destacan además pequeñas acciones que han llevado a cabo en el barrio. «Han pintado las barandillas y aceras, han renovado los bancos... Estamos contentos», confirman. En los próximos meses se realizarán trabajos de abastecimiento de agua y se remodelará el local del jubilado.

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