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Adiós a la Santa.María Magdalena volvió a la basílica.

Errenteria

Agur Madalenak, hasta el año que viene

Despedida. Errenteria acaba las fiestas de la mejor manera, con protagonismo para los gigantes y para la música en Zumardia

Martin Sansinenea

Viernes, 25 de julio 2025, 21:02

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Agur. Hasta el año que viene. Qué sensación tan extraña. La de echar de menos las fiestas del pueblo, que a la vez se encuentra con la emoción de haber vivido unas fantásticas Madalenas. Unas jornadas que se desarrollaron entre semana, aunque a veces diera la sensación de que no fuese así.

Y es que tras más de cien horas de música, baile y un ambiente de diez, los vecinos de la villa ya esperan que vuelvan de nuevo las Madalenas. No obstante, durante la jornada de ayer ya se veía que había quienes querían descansar un poco. Los hosteleros son ejemplo de ello. También lo son los errenteriarras que disfrutaron de las noches.

No obstante, ayer no fue el momento de salir. El primer síntoma de la despedida fue el traslado de la santa desde la parroquia hasta la basílica lugar del que salió el pasado lunes. Previo a ello se ofició la misa, a la que acudieron cientos de vecinos. Tras el oficio religioso, tuvo lugar la procesión del cabildo parroquial que devolvió a la imagen de María Magdalena a su casa de la que salió este pasado lunes. Los dantzaris de Ereintza bailaron a los pies de la santa antes de que esta iniciara su marcha. En la despedida a la , le acompañó la Errenteriako Musika Banda, que acompañó la procesión con un ritmo pausado, pero que hizo del acto un momento más que especial. Así se despidieron los fieles, que aprovecharon la mañana para acudir a las distintas actividades programadas. Todo ello en una mañana en la que el sol acompañó, algo que agradecieron los errenteriarras que salieron en tromba a las calles.

Xanti eta Maialen se despidieron de las familias en un precioso acto en la Herriko PlazaEl Centenario puso fin a las fiestas en una Alameda en la que los errenteriarras disfrutaron de lo lindo

Y es que las despedidas pueden ser muy bonitas. Que se lo digan a quienes acudieron al encuentro de gigantes. La plaza Koldo Mitxelena fue testigo de esta cita, a la que acudieron pequeños y adultos. Los txikis disfrutaron de lo lindo, mirando hacia arriba, para apreciar la altura de esas figuras que tanto les gustan. Otros, en cambio, prefirieron correr delante de los cabezudos, que corrieron por detrás de ellos. Tampoco se libraron algunos de los padres y madres.

Las risas, las carreras y la música acompañaron la salida de los gigantes, quienes hicieron una bonita marcha por las distintas calles del centro de la villa. Tras el paseo, fue el turno de la comida popular, en la que los gigantes y cabezudos también tomaron parte. También hubo tiempo de disfrutar de la cultura, de la mano de los trikitilaris y los bertsos, que fueron el plato fuerte de la Foru plaza. Allí, los seguidores disfrutaron con Naroa Vallejo e Ilargi Arozena, mientras que June Aiestaran y Sustrai Colina hicieron de la rima un arte.

Despedida de altura

Por su parte, ayer los gigantes vivieron su jornada de despedida. Desde que salieran a las calles el pasado domingo para el concierto previo a las Madalenas, Xanti eta Maialen han tenido jornadas muy intensas, pero en las que seguro han hecho disfrutar a todos los errenteriarras. No obstante, ayer, a las 19.00 horas fue el turno de decir agur en la Herriko plaza, donde se acumularon cientos de personas.

Con un bonito baile bajo la lluvia, la pareja por fin se tomó un merecido descanso. Tras ello, fue el turno del toro de agua, con el que los pequeños continuaron su particular fiesta. A medida que se iban acercando las 00.00 horas, el pueblo veía como finalizaban unas jornadas fantásticas. Por ello, la última cita era obligatoria. La Alameda fue testigo de un auténtico conciertazo en el que de nuevo la Errenteriako Musika Banda fue protagonista. Esta vez junto a Pirata, que ofreció un show a la altura de su nombre. La calidad musical fue excelente.

No obstante, todos sabían lo que tocaba. Despedirse. Y se hizo de la manera en la que lo saben hacer los errenteriarras, cantando, bailando y disfrutando. Sobre todo con el Centenario, que esta edición cumplió 125 años de vida. Con esta canción, que sin letra es capaz de unir a una localidad, se dijo agur a unas magníficas Madalenas en las que el único punto negativo, es que han pasado a una velocidad de vértigo. No obstante, ya queda menos para que arranquen las siguientes, que seguro serán igual de emocionantes.

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