Un verano atípico dispara la venta y construcción de piscinas en Gipuzkoa

Los propietarios de piscinas privadas este verano verán cómo se multiplica su lista de amigos y las auto invitaciones para pasar tiempo juntos en su jardín. Un interés comprensible si se tiene en cuenta las restricciones para acudir a las playas y las posibles limitaciones de aforo en piscinas comunitarias. Miles de afortunados guipuzcoanos que poseen amplias terrazas y jardines en sus viviendas se apresuran estos días a preparar los espacios y a solicitar presupuesto para la construcción de una piscina o la instalación de una prefabricada. El confinamiento y las medidas de distanciamiento social que se deben de cumplir en los próximos meses ha empujados a numerosos guipuzcoanos a invertir en productos relacionadas con el ocio en el hogar y el mobiliario de exterior.

La construcción de piscinas en Gipuzkoa ya se había incrementado en los últimos años porque numerosas promociones de vivienda de obra nueva incluyen su instalación en jardines y azoteas. «Hace una década se consideraba algo especial, ahora se da por hecho», destacan desde Piscinas Pressing que trabajan con varias promotoras del territorio.

«Lo de esta primavera es una avalancha. Hemos recibido un 40% más de pedidos de construcción e instalación de piscinas prefabricadas respecto al año pasado. Nos hemos visto obligados a rechazar proyectos porque no damos abasto», señala Olivier Gasca, gerente de esta empresa guipuzcoana que lleva cincuenta años trabajando en el sector. Los clientes se interesan sobre todo por la construcción de piscinas con una medida de 8 x 4 metros, con una profundidad de 1, 20 m y cuyo precio de salida es de 30.000 euros, dependiendo del tipo de terreno y los métodos constructivos que se apliquen. Otra opción más asequible pasa por la instalación de piscinas sobre suelo que no requieren tanta obra. « Una estructura de 5x 2 metros de 70 centímetros de profundidad tiene un precio de salida de 9.200 euros sin incluir la mano de obra», detallan desde la empresa guipuzcoana cuyo proveedor de este modelo está sin stock por la gran e inesperada demanda.

Existen en el mercado otras opciones menos profesionales como las piscinas de plástico desmontables o hinchables que venden en grandes superficies o por internet. «Son el nuevo papel higiénico. Nunca habíamos visto tanto furor por esto productos», señala Mikel Perea responsable de la tienda Leroy Merlín de Oiartzun. «A la semana estamos vendiendo aproximadamente 150 piscinas, lo que supone un incremento del 350% respecto a las ventas del año pasado en estas fechas», apunta Perea. Su precio oscila entre los 100 hasta los 600 euros, las más caras incluyen la opción de hidromasaje y a todas se les puede añadir sistemas de depuración del agua.

La incertidumbre a la hora de programar las vacaciones está empujando a muchos ciudadanos europeos a comprar muebles de jardín, barbacoas y piscinas provocando que muchos productos esten agotadas en plataformas de compra por internet como Amazon.

«Es imposible encontrar por internet una piscina desmontable, así que me he venido corriendo a Leroy Merlín antes de que se agoten aquí también. Somos familia numerosa, tenemos una terraza amplia en casa y ante el verano incierto para ir a la playa con libertad me he animado a comprar una piscina desmontable porque mis hijos me han insistido mucho», señala Jesús Martínez en la caja de Leroy Merlín antes de abonar los 400 euros que vale el producto. «Nunca se nos había ocurrido tener una piscina desmontable en casa pero tenemos tres hijos pequeños, este año no iremos de vacaciones y así nos aseguramos el plan en el jardín», explica un matrimonio mientras observa la amplia y variada gama de piscinas.