Un sector esencial y con notables retos para el futuro
Foro Sector primario ·
El agro guipuzcoano reivindica su importancia en plena crisis sanitaria, aunque reconoce que se tiene que reinventar para los nuevos tiemposEl sector primario guipuzcoano, que emplea a 5.500 personas en sus 5.712 explotaciones agrarias y que atesora un peso del 0,43% en el PIB del territorio, vive tiempos decisivos para afrontar el futuro con garantías. El año pasado fue un ejercicio muy desigual para el sector agropecuario vasco, con un aumento de la producción y un estancamiento o leve descenso de los precios, y quedó marcado por un aumento de la rentabilidad debido al espectacular incremento en la tala de pinos, derivado de la enfermedad de la banda marrón, que distorsionó el análisis. El 2020, en cambio, estará bajo la influencia del Covid-19, que ha paralizado casi toda actividad económica y ha golpeado de lleno también al agro, aunque con matices.
EL DIARIO VASCO ha organizado en colaboración con la Diputación de Gipuzkoa un nuevo foro, en este caso con cuatro representantes del primer sector del territorio, con el objetivo de realizar una radiografía de su presente y también de su futuro inmediato, marcado por un coronavirus que ha modificado la vida cotidiana de arriba abajo. Las personas participantes en el debate son Xabier Arruti, director de Agricultura y Equilibrio Territorial de la Diputación de Gipuzkoa; Aran-tzazu Martiarena, del centro de gestión Lurgintza; Bautista Jauregi, del centro de gestión Abelur; y Mikel Arteaga, baserritarra especializado en la producción de leche de vaca.
Los cuatro invitados coinciden en que el coronavirus ha desvelado algunas de las vulnerabilidades del sector, pero identifican otros déficits históricos. Con Arruti como principal agitador del debate, incluso discuten sobre algunos aspectos que introducen nuevos matices sobre la mesa. Se habla de la actividad de los diferentes subsectores, de su estructura atomizada, de las peculiaridades paisajísticas y orográficas de Gipuzkoa, de la falta de relevo generacional, de la importancia de venderse mejor, de la digitalización, de la labor de las cooperativas que prestan servicios de asesoría, de la rentabilidad, de ciertos estereotipos que aún perduran en el imaginario colectivo...
El encuentro se realizó de forma presencial, signo de la ansiada recuperación, el día que Euskadi estrenó la fase 2 de la desescalada, pero eso sí, guardando la distancia de seguridad y cumpliendo con las medidas sanitarias. Los cuatro invitados llegaron puntuales a las instalaciones de este periódico y posaron en la zona ajardinada. La conversación se alargó en el interior durante una hora y media en la que se repasaron todas las claves del primer sector. Pese a las dificultades detectadas, hay esperanza en el futuro.
El reto de trasladar a la sociedad que el baserritarra cuida el medioambiente
El guipuzcoano aprecia que la naturaleza esté bien tratada, pero no es consciente de que detrás de esa labor hay personas de carne y hueso
Los participantes en el debate consideran que existe una visión equivocada del baserritarra desde la perspectiva urbana. En primer lugar, se reconoce y se valora la sensibilidad que el guipuzcoano en general muestra hacia el medioambiente, pero critican que no reconozca la relación directa entre la labor del baserritarra y el cuidado del entorno. Los cuatro coinciden en que ésta es una asignatura pendiente, una de las que más cuesta corregir. Y es que algunos tópicos siguen haciendo daño.
Xabier Arruti
Nos debemos a la sociedad guipuzcoana y es una perspectiva que no podemos perder. El sector primario seguirá existiendo siempre y cuando la sociedad vea que somos necesarios. Pero creo que la visión que tiene la gente de ciudad es equivocada. La sociedad es muy solidaria, está muy sensibilizada con el medioambiente, pero rara vez víncula al baserritarra con el cuidado de la naturaleza. Creen que viene como el maná del cielo. No ven causa-efecto.
En Gipuzkoa no hay incendios porque los bosques están gestionados y limpios por los baserritarras. Los guipuzcoanos quieren el paisaje de Aralar y el queso, pero no valoran el trabajo de los pastores. Hay que formar, concienciar, sensibilizar... El baserritarra saca beneficio de la gestión de la naturaleza, pero también le devuelve. ¿Qué otro sector hace lo mismo? Cuando estábamos realizando una revista para la Diputación sobre la actividad del primer sector, calculamos cuántas hectáreas tienen los jardines de Donostia y qué coste supone el cuidado de los mismos. Luego extrapolamos esa cifra al jardín de Gipuzkoa. ¡Nos salía 3.000 millones!
Arantzazu Martiarena
Y luego tenemos el turismo, que no sabemos aprovecharlo. Hay un potencial turístico importante, pero no sabemos venderlo. Lo que comentas de la labor del baserritarra es verdad; si no fuera por ellos Gipuzkoa sería un zarzal, estaría lleno de maleza. En un congreso de Gure Lurra se comentó que el caserío está ligado a las personas mayores. Vas a los libros y las imágenes parecen folclóricas. Hay que contar que es un modo de vida para todos, también para los jóvenes.
Desde la cooperativa Lurgintza, por ejemplo, intentamos dar asesoramiento técnico-económico a los baserritarras con el objetivo de que minimicen los costes y eleven su rentabilidad. Les asesoramos contable y fiscalmente. Cada caserío es un mundo y, por eso, el servicio es personalizado. Si el baserritarra tiene relevo, puede animarse a hacer alguna inversión y modernizar la explotación. Les ayudamos en todos esos procesos: herencias, transmisiones, inversiones, declaraciones de la Renta...
Los guipuzcoanos quieren el paisaje de Aralar y el queso, pero no valoran el trabajo de los pastores
Bautista Jauregi
En el sector hay diferentes necesidades. Las casuísticas que se nos juntan en los centros de gestión son muy variadas (forma parte de Abelur). Necesitas tener un equipo multidisciplinar porque tienes que saber de leyes, de fiscalidad, de temas técnicos... No es el baserritarra el que viene a nosotros, sino que nosotros acudimos a él. Trazamos una relación personal con todos.
Mikel Arteaga
Yo quiero introducir una palabra que no me gusta nada y es cuando se habla de paisaje natural, paraíso natural, producto natural... No existe el bosque natural, la campa natural... Todo es creado por el ser humano, está intervenido por él. La gente espera de nosotros buenos alimentos y a un precio competitivo. Todo lo demás se piensan que lo hemos heredado y que nos estamos aprovechando de él.
Es una cosa que sucede con el sector forestal, por ejemplo. Con la motosierra cada vez corto más árboles en los alrededores de mi caserío y cada vez hay más. Como nos enseñaron, los malos los utilizas para leña y el resto los dejas. Lo natural no es dejar que crezca un bosque sino, precisamente, intervenir en él para que esté cuidado y bien gestionado.
Unas estructuras muy atomizadas y una orografía particular
Los profesionales tienen una edad muy avanzada y el paisaje accidentado dificulta la gestión de la actividad y la rentabilidad
El primer sector en Gipuzkoa presenta unas características muy definidas. Presenta unas estructuras pequeñas, muy atomizadas, con profesionales de edad muy avanzada y una orografía accidentada que dificulta la gestión de la actividad y la rentabilidad. Además, Gipuzkoa es un territorio de dimensiones reducidas, lo que por una parte tiene la ventaja de que el producto y el consumidor están muy cerca pero, por el contrario, las condiciones laborales del mundo rural tienen que competir con las del ámbito industrial.
Xabier Arruti
En Gipuzkoa tenemos un sector primario con varios subsectores: vacuno de leche, vacuno de carne, ovino, hortícola, forestal, sidra, txakoli, pollo de caserío Lumagorri, cerdo campero, apicultura... Cada uno tiene sus particularidades. El vacuno de leche es muy profesional, muy tecnificado y tiene pocas explotaciones pero fuertes. Su tendencia es decadente y necesita fuertes inversiones. El ovino, en cambio, goza de prestigio, sustentado en la D. O. Idiazabal. El forestal tiene propietarios muy mayores y es un sector muy atomizado, marcado por la enfermedad de la banda marrón y el problema del abandono del monte. Y están la sidra y el txakoli, con 110 sidrerías y bodegas en total, muy profesionalizados y que han conseguido un producto de mucha calidad y de mucho prestigio.
Resumiendo, el primer sector de Gipuzkoa es muy variado, con pequeñas explotaciones familiares. La gran virtud es que el mercado está muy cerca aunque, a su vez, es un punto débil porque la industria está en un entorno cercano y hay que competir asimismo con las condiciones laborales y el modo de vida de la urbe.
Mikel Arteaga
De media, la agricultura y la ganadería son un 40% menos rentables que otras actividades, fundamentalmente por las razones que apuntaba Xabier de las ciudades. Además, está el factor de la dimensión. Las explotaciones son caseríos familiares y estamos limitados. No se pueden tener muchas hectáreas. Además, nos estamos haciendo mayores y la mayoría de los jóvenes optan por una vida más fácil.
Gipuzkoa es pequeña y las condiciones laborales del primer sector tienen que competir con la industria
Arantzazu Martiarena
Estamos limitados por la orografía y por el acceso a la tierra. Hay un sentimiento de mantener lo mío, aunque no me dé nada.
Bautista Jauregi
El sector agrario es el 2% del PIB de Gipuzkoa, sumando la industria agroalimentaria, pero gestiona el 90% del territorio. Hay un desajuste muy importante en ese sentido. El agro cumple una función muy relevante porque, además de producir alimentos y de ser rentables, se encarga de cuidar el medioambiente. El sector está muy organizado productivamente, pero no comercialmente. Más que vender, nos compran. En otros lugares tienen unas estructuras comerciales mucho más grandes. Gipuzkoa tiene limitaciones por la pendiente, por el clima y por otras cuestiones, pero tenemos una población cercana que tiene una buena imagen del producto. Y nuestro sector está muy organizado y con todas las garantías sanitarias.
Una tormenta que ha aflorado notables debilidades del sector
El coronavirus ha obligado a que la mayoría de actividades se hayan interrumpido, sobre todo las que no cuentan con una estructura sólida
El coronavirus ha desvelado las debilidades del agro guipuzcoano. La conclusión de los invitados al foro es que la afección no ha sido la misma para todos los subsectores, porque algunos han detenido completamente su actividad pero otros han podido seguir trabajando, aunque reconocen que nada volverá a ser igual cuando se instaure la nueva normalidad. Con todo, se niegan a realizar un análisis del todo negativo y destacan especialmente el hecho de que su actividad haya sido declarada esencial durante el estado de alarma. Si son esenciales, también habrá oportunidades, sentencian.
Bautista Jauregi
El coronavirus ha llegado para todos, aunque el impacto ha sido desigual y hay diferencias según los subsectores. El vacuno de leche ha resistido bien y parecido sucede con el vacuno de carne. Más afectados están siendo los pastores, porque su actividad no se puede detener. En la producción vegetal las afecciones son mucho más importantes: la sidra apenas se ha podido comercializar con los restaurantes cerrados, con el txakoli ídem de ídem, el mercado de las flores ha sufrido mucho, los agroturismos han sido muy castigados... La horticultura, en cambio, no lo ha pasado muy mal porque esta época del calendario no es de las más productivas.
Xabier Arruti
El coronavirus está teniendo efectos negativos, pero también alguno positivo. El negativo es que los menos afectados son los que están estructurados, por lo que la pandemia ha dejado claro cuáles son los más débiles. En cambio, lo positivo es que la sociedad ha interiorizado que la actividad ganadera, forestal... es esencial. Eso se ha explicitado. Gipuzkoa no se puede entender sin un sector agrario que genere alimentos para su población.
«Si el primer sector ha sido declarado esencial por las autoridades, entonces habrá oportunidades»
Mikel Arteaga
Yo incorporo una preocupación que me está rondando. Todos los mensajes que nos llegan desde los mercados es que la economía se va a retraer considerablemente y los precios de los alimentos, también. ¿Pero por qué tengo que bajar los precios? Estoy trabajando igual, mis costes son iguales o superiores... Una de las respuestas que nos dan es que la cesta de la compra no va a poder subir y, por lo tanto, tendremos que ajustar los precios. ¿Pero por qué no puede ser otro actor de la cadena de valor del producto?
Otra preocupación añadida es que si la economía sufre un retroceso, el apoyo institucional también lo hará. He pasado dos meses y medio buenos, porque no he parado de trabajar, pero vamos a pagar en el futuro las consecuencias de la crisis que viene. En cuanto a la parte positiva, me quedo con que somos esenciales. Y si somos esenciales, también habrá oportunidades.
Arantzazu Martiarena
Y no olvidemos la reforma de la PAC (Política Agraria Común), que viene con una reducción del 12%. Esta crisis ya la sabíamos, pero ahora viene otra con la crisis sanitaria y la económica.
El enorme desafío del relevo generacional y el modo de vida rural
Del caserío se puede vivir de forma digna, aunque es importante recalcar que cualquiera no puede ser un buen profesional
El último eje de la conversación se articula en torno a algunos estereotipos del modo de vida de los baserritarras y su eterna comparación con la vida en las ciudades. Con el déficit histórico de la falta de relevo generacional, los cuatro aseguran que del caserío se puede vivir dignamente aunque advierten de que cualquiera no puede ser un buen profesional.
Xabier Arruti
Con el relevo generacional, me acuerdo del depósito de agua. Si sale más de la que entra... Por desgracia, en nuestro sector sale más de la que entra. El problema es de todo Europa. Las estructuras son importantes pero fueron creadas hace treinta años; se tienen que reinventar. Reinventar significa conseguir que la sociedad nos vea de otra manera, no sólo en palabras sino también en hechos. La digitalización es muy importante también. Gente que se ha quedado en el baserri sin poder salir. Los que tenían infraestructura de banda ancha no han tenido problemas, pero los demás... El modelo de vida de un baserri es muy distinto al de otra persona que se dedica a otra actividad. Es muy exigente porque para vivir de él hay que ser muy profesional. La rentabilidad es condición necesaria. No suficiente, pero necesaria. No me vale un donostiarra que, harto de sus ocho horas en la oficina, se quiera a ir a vivir a Abaltzisketa con una huerta y cuatro vacas porque, aunque el modo de vida sea muy respetable, va a tener los ingresos que va a tener. Yo veo a jóvenes que viven de ello, se van de vacaciones, hacen vida social... No tienen nada que envidiar a otros vecinos de la ciudad.
Arantzazu Martiarena
¿Esta crisis no será estratégica para el sector? En 2008, por ejemplo, mucha gente se quedó en el paro y se acercó a nuestro mundo en busca de una oportunidad. Un hándicap que tenemos es que no hay personal de sustitución. En hostelería siempre encuentras relevo, pero nosotros...
«Este oficio te tiene que gustar, es una profesión por la que tienes que sentir algo especial»
Bautista Jauregi
Hay ciertos sectores cuyas barreras de entrada son grandes, como los de vacuno y de leche, por la necesidad de terreno y de inversión. Pero hay otro factor fundamental: este oficio te tiene que gustar. Es una profesión por la que tienes que sentir algo. Si alguien va al sector agrario a obtener sólo rentabilidad, le diría que se fuera a la industria. Pero eso de que del sector agrario no se puede vivir no es verdad. Se puede vivir y dignamente además, con cierto tiempo libre. Pero hay muchos trabajos sacrificados. No sólo el primer sector. Y quiero dejar clara otra cosa. Vamos a desmitificar que para trabajar en el caserío vale cualquiera. Hay que ser profesional. Hemos cambiado mucho pero debemos seguir haciéndolo.
Mikel Arteaga
Nosotros sabemos el esfuerzo que invirtieron nuestros abuelos y nuestros padres. Cuando nos llegó el momento de decidir, optamos por quedarnos. Sabiendo que la ganadería es muy atada, porque no puedes parar.