De la txondorra al ascenso, al son del Corpus

De locura, así fue la víspera de Corpus. Y es que a los txistus y castañuelas, las tradicionales citas infantiles y deportivas, y la siempre marchosa noche de sábado, se le unieron la fiesta de encendido de la txondorra, que recuperó un oficio ancestral, y la del ascenso del Aloña en Azkoagain, lo que sumado a la copa juvenil, pone el broche de oro a las celebraciones del 75 aniversario del club rojillo.

Un proyecto etnográfico que tendrá mucho recorrido este mes, y un más que merecido ascenso deportivo, que puso patas arriba el campo de fútbol, se sumaron a las celebraciones de Corpus en una maratoniana y trepidante jornada en la que pasó de todo, hasta el tiempo se volvió loco.

El día arrancó a la clásica, con una cita que se ha convertido ya en una de las más queridas del maratón de 'Korpus Dantzak' del fin de semana. A las 09.00 en punto zortzikos y banakos, txistus, arcos y castañuelas llenaban la herriko plaza de gente. La banda sonora del Corpus, la de los y las dantzaris, no dejó de sonar durante toda la jornada en calles y plazas, pero la primera representación del día sigue teniendo ese encanto que atrae a tanta gente.

Al mediodía el protagonismo pasaba a la txondorra construida en auzolan en San Martín. Tras meses de preparativos, charlas, proyecciones y salidas, la carbonera de 2,10 metros de altura empezaba a prender en un simbólico acto. Bailes de Goizueta, pasacalles, gastronomía y una exposición que podrá visitarse en la ermita llenaron de gente el parque. La aproximación histórica de Jerardo Elortza, las explicaciones del porqué de la iniciativa y un simbólico ramo de flores en recuerdo de los extintos carboneros, personificado por la hija de uno de ellos (Miren Zuazola) vistieron de fiesta San Martín.

El proyecto surgido en el seno de Gure Bazterrak, dará todavía que hablar, porque toca cuidar la txondorra durante semanas para obtener el carbón vegetal de forma tradicional, y habrá un programa de eventos paralelo con visitas del alumnado de centros educativos, actuaciones musicales, tertulias, bertsolaris y visitas guiadas.

Pero donde la fiesta se desató por todo lo alto fue en Azkoagain con el ascenso del primer equipo masculino a División de Honor. Había mucho en juego y la afición no falló y el equipo tampoco. 1-0 frente al Ostadar y adiós a la preferente a la primera de cambio..

Lo cierto es que la jornada fubolística había empezado de cine, ya que por la mañana el juvenil de primera conquistó la copa en Bergara tras imponerse 2-1 al Euskalduna. Las celebraciones de Agorrosin se extendieron por la tarde a Azkoagain con homenaje en el descanso del encuentro de preferente.

Un duelo por el ascenso en el que hubo que sufrir al principio, porque el Ostadar salió muy enchufado, pero que tras el gol de Joseba Larrea en el minuto 26 modificó el guion. Los lasarteoriotarras tenían que meter dos goles para lograr el ascenso y eso dio alas a un Aloña que pudo sentenciar. El segundo gol no llegó, pero no hizo falta, y tras el pitido final plantilla y afición celebraron el merecido ascenso.