Oñati

La parroquia se prepara para tres meses de obras

Más vale prevenir que lamentar. Un refrán breve, pero lleno de sabiduría, es la máxima que ha decidido seguir la comisión parroquial para afrontar los problemas de humedades y goteras que, debido al mal estado de parte del retejo, se han agudizado sobre todo en el claustro y el edificio de sacristía de la parroquia de San Miguel Arcángel.

«La cubierta de la nave central está en buen estado tras ser intervenida en 2015, pero no ocurre lo mismo con la del claustro, que sufre importantes goteras cuando llueve, y con la de la sacristía, en la que se ha caído una parte del falso techo.

Por eso, para evitar males mayores, se ha decidido intervenir en el retejo del claustro y sellar una grieta existente en la piedra de la fachada oeste. Se reparará, a su vez, el tejado de la sacristía y de las naves laterales, y en los pináculos pétreos del claustro se reforzarán los elementos fracturados o con riesgo de caídas» relata el párroco Horacio Argarate.

La cuenta atrás ya ha comenzado. Construcciones Ugarte inició el lunes el montaje de la estructura en la que se va a instalar la grúa, así como el cuadro de instalaciones y la caseta de obra. La semana que viene comenzará el andamiaje propiamente dicho, y una vez culminados los preparativos para este tipo de obras en altura, comenzará a repararse la cubierta.

La construcción del claustro sobre el río, es una de las singularidades del monumental templo oñatiarra, una 'rara avis' muy apreciada, pero las aguas que fluyen debajo de su fotografiado arco exterior, hacen que sufra más humedad que otras iglesias. Y si a eso sumamos goteras, se da el caldo de cultivo perfecto para la proliferación de xilófagos, insectos comedores de madera que hace dos años obligaron a cerrar durante un mes el templo al culto, algo que no sucederá en esta intervención.

Si no hay contratiempos las obras estarán finalizadas en tres meses tras una inversión que rondará los 285.000 euros. Y para ayudar a financiarlas, la junta parroquial está hablando con entidades públicas y privadas y preparando una cuestación popular. «Es una obra que hay que hacer sí o sí, porque sino intervenimos las goteras y humedades se agudizarán y, dentro de unos años, el desembolso necesario para solucionar el problema sería mucho mayor» señalan desde la comisión parroquial.

El templo oñatiarra es parte del patrimonio monumental, además de epicentro del culto religioso, una iglesia construida a lo largo de tres siglos, añadiendo elementos de diferentes estilos, que gracias a los chequeos e intervenciones a los que se ha sometido con el apoyo del pueblo, es todo un referente arquitectónico, no solo de Oñati, también de Gipuzkoa.