Paradoja del sábado noche en la calle Azkuene

A la luz el día, nada, en apariencia, diferenciaba la acera de los portales pares, pertenecientes a la localidad de Pasaia, de los impares, adscritos administrativamente al municipio de San Sebastián. La situación se volvía radicalmente opuesta la noche del sábado. Cuando el reloj de la iglesia de Nuestra Señora de la Virgen del Carmen daba las 21.00 horas, los establecimientos de la parte este de Azkuene echaban el cierre.

Cumplían, de este modo, con las restricciones realizadas por el Gobierno Vasco para aquellas poblaciones que habían prendido la luz roja en el 'semáforo' ideado por Osakidetza. A los bares situados en la acera oeste aún les quedaban unas horas antes de bajar la persiana.

«¿Nos vamos al otro lado?», preguntaba una mujer a su acompañante. «¡Venga! Aunque sea, a echar la última», le respondía él. Y así, la noche se alargaba dos horas más con solo atravesar los escasos dos metros de paso de peatones, frontera imaginaria entre la capital guipuzcoana y Trintxerpe. Más vecinos seguían su ejemplo.

Al paisaje de locales cerrados que se extendía de un extremo al otro de la calle, se contraponía un escenario de cristaleras iluminadas y terrazas llenas de gente. La recomendación de no salir del municipio quedaba en solo palabras.

Con la entrada ayer de San Sebastián en la lista de municipios considerados zona roja, esta paradoja dejará de darse tanto en Azkuene como en Eskalantegi. De rojo se tiñen también el resto de localidades que conforman la comarca de Oarsoaldea. A Pasaia y Lezo, se unen Errenteria y Oiartzun, mientras el número de positivos en Covid 19 no deja de aumentar en ninguno de estos pueblos.

El cómputo de los detectados a lo largo del fin de semana en los cuatro distritos pasaitarras es de 24. La tasa de los últimos catorce días por cada 100.000 habitantes se sitúa en 646,28. La de Lezo es de 1.048,84; la de Oiartzun, de 598,98; y la de Errenteria, de 555,54.