La red pública tiene 25.000 profesores, casi el doble que la concertada con similar alumnado

Según el último informe del Consejo Escolar de Euskadi, en el curso 2022/23, último analizado, había 359.017 estudiantes matriculados en la enseñanza no universitaria en el País Vasco. De ellos, 185.267 (el 51,6%) estudian en la pública y 173.750 (48,4%), en la concertada. Dos mitades casi perfectas.

Sin embargo, la realidad de ambas es muy distinta. Un ejemplo: la red pública cuenta con 25.414 profesores, mientras que la concertada tiene 14.286 docentes, algo más de la mitad. Desde 2020, la plantilla de la primera ha crecido un 2,7%. En el segundo caso, el incremento es de un 0,1%. Eso se traduce en que en la pública hay 8,7 alumnos por profesor, mientras que en la concertada la ratio es de 14,1.

Hay varias razones que explican este desequilibrio. Una de ellas es la jornada laboral. Un profesor de la pública imparte 18 horas de clase a la semana, mientras que en la concertada se eleva a 21. Otra, importante, es que las aulas de una y otra red no tienen nada que ver. En Primaria, por ejemplo, hay 19,1 alumnos, de media, en cada aula pública. En la concertada la cifra se eleva a 23. Pasa lo mismo en la ESO: 20,8 frente a 25,5. La normativa también establece ratios menores para la pública en todas las etapas educativas. Eso significa que hay muchas más aulas públicas y, por tanto, se necesitan más profesores.

Esta realidad se constata fácilmente si se ponen sobre la mesa los datos absolutos. Según el directorio del Departamento de Educación, en Euskadi hay 532 centros públicos que ofertan enseñanzas de Infantil, Primaria, ESO, Bachillerato o Formación Profesional. En cambio, los de titularidad privada financiados con fondos públicos son bastantes menos, 400. Uno de los motivos tiene que ver con la propia concepción de cada una de las redes. La razón de ser de la escuela pública es llegar a todo el alumnado. Así, según datos del sindicato Steilas, la pública tiene presencia en 79 localidades de Euskadi; la concertada, en 29. Es decir, hay municipios de pequeño tamaño y zonas poco habitadas que cuentan únicamente con un centro público.

También hay que tener en cuenta, en todo esto, que los itinerarios educativos son diferentes. Lo más habitual es que los alumnos de la red pública estudien las etapas de Infantil y Primaria en un mismo colegio y luego pasen al instituto para hacer la ESO y el Bachillerato. Sin embargo, el centro concertado por antonomasia cuenta con todas las etapas, de tal manera que un escolar completa la escolarización obligatoria, y a menudo también Infantil y Bachillerato, en un mismo colegio. La idea del Departamento de Educación es impulsar esta tipología de centros –se conocen como centros integrales– también en la red pública como una forma de afrontar el desplome en el número de alumnos en los próximos años por la caída en el índice de natalidad.

Otra diferencia entre ambas redes es el tipo de alumnado que acogen. La pública, por ejemplo, matricula al doble de extranjeros que la concertada y también afronta más situaciones de vulnerabilidad. Ello explica que los centros cuya titularidad ostenta la Administración cuenten con más especialistas de Pedagogía Terapéutica (1.287 frente a 565), o de apoyo educativo (1.039 por 636).

Por todos estos motivos, la red pública acapara, según el mismo informe del Consejo Escolar, el 67% de los recursos que el Gobierno Vasco destina a financiar la enseñanza no universitaria pese a acoger un número similar de estudiantes. En el año 2021, último que cita el estudio, fueron 1.583,7 millones de euros. La concertada recibió 776,8 millones, el 33% (este pasado curso la cantidad se elevó a los 816 millones, lo que incluye el sueldo de los profesores). La inversión por alumno en la pública fue aquel año de 9.900 euros al año y de unos 4.300 en la concertada.

Por sexo, hay muchas más profesoras que profesores. En Infantil, Primaria y ESO hay 27.449 docentes mujeres por 10.121 hombres. El desequilibrio se da en todas las etapas y de forma más acusada en Infantil, donde ellas son el 86% de la plantilla. Esta mayor presencia femenina tiene también su reflejo en los órganos de dirección. Ocho de cada diez directores de la pública son mujeres; en la concertada son el 56%. También hay más jefas de estudio (el 78% del total en la pública y el 70% en la concertada). Por edades, el profesorado de la enseñanza pública tiene una edad más avanzada. El 39% tiene 50 o más años, mientras que en la privada son el 37,4%.