Emprendedores

«Una vez que las entiendes, las matemáticas son muy fáciles»

La aplicación 'Manzanas mágicas', desarrollada por Asier Aguado, un errenteriarra de 20 años, premiada en un concurso de Fundación Telefónica

NEREA AZURMENDI

Viernes, 21 de febrero 2014, 11:32

«Los niños son curiosos por naturaleza. Lo único que hay que hacer es aprovechar esa curiosidad y sacarle partido». Concretamente, a través de una aplicación «pensada para que los más pequeños, a través de los juegos y la experiencia, aprendan los números y entiendan las matemáticas». Con esa declaración de intenciones y, sobre todo, demostrando que la aplicación 'Manzanas mágicas' dotaba de contenido a su planteamiento, Asier Aguado, un estudiante de Errenteria de 20 años que cursa el tercer año del grado de Informática en el campus donostiarra de la UPV/EHU, ha obtenido uno de los ocho premios concedidos en la primera edición de aplicaciones móviles en Firefox OS, convocado por Fundación Telefónica.

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Lo habían intentado 600 jóvenes de entre 18 y 25 años, entre los que había «informáticos, ingenieros de Telecomunicaciones, gente de marketing, personas que habían aprendido desarrollo web en FP...». Él se presentó «más que nada para probar. En aplicaciones móviles no he hecho mucho, pero antes de entrar en la universidad había ido aprendiendo por mi cuenta desarrollo web y a hacer páginas web. Como ya sabía por dónde arrancar y tenía una idea, ¿por qué no probar?».

Una nueva plataforma

Asier reunía las condiciones requeridas -programar en Html5 y JavaScript- y contaba con la idea: «Tenía claro que sería una aplicación educativa para niños». Le llamaba también la atención la nueva plataforma para la que tenía que crear la aplicación, el sistema operativo para móviles Firefox OS, desarrollado por Fundación Mozilla y Telefónica que, aunque todavía está dando sus primeros pasos, permite por primera vez a los usuarios acceder a un 'smarphone' basado en estándares abiertos que funciona íntegramente con tecnología web.

Por lo tanto, probó. La prueba le salió bien y, como los restantes siete ganadores, que han presentado apps muy variadas que van desde una red social para buscar trabajo a aplicaciones para cultivar un huerto, ha obtenido un premio doble. Por una parte, una beca para hacer prácticas en empresas del Grupo Telefónica. Por otra, la posibilidad de participar en el programa Think Big Jóvenes. La primera parte la dejará aparcada, porque este joven errenteriarra, que aprendió a leer con un ordenador de juguete y tiene muy presente aquella experiencia, pone sus estudios por delante de cualquier otra alternativa. De la segunda parte, sin embargo, espera mucho, ya que los 3.000 euros que comporta le ayudarán a seguir adelante con su proyecto y, sobre todo, le permitirá «contar con el asesoramiento de expertos» a la hora de «plantearse un emprendimiento en el futuro, porque quién sabe si puedo seguir haciendo cosas a a partir de esta idea».

Asier, sin embargo, es un chaval disciplinado que tiene muy claro que, de momento, su prioridad son los estudios. Se encuentra en un punto en el que tiene que elegir la especialidad. Ya ha optado por Computación, algo que «no va orientado para nada a lo que he hecho para ganar este premio». No va, y sí va, porque si bien la especialidad más relacionada con el desarrollo de aplicaciones es la Ingeniería de Software, la Computación -el 'núcleo duro' de la informática-, tiene mucho que ver con las matemáticas, la materia prima de las 'manzanas mágicas' de Asier y una de las pesadillas recurrentes de muchos estudiantes de todas las edades.

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A él las matemáticas, al igual que las restantes asignaturas, nunca se le han dado «ni especialmente bien ni especialmente mal», aunque da la impresión de que mal del todo no se le dan. «Lo que se se me ha dado bien es entender las cosas, porque memoria no tengo mucha, pero una vez entiendo algo, se me queda». En el caso de las matemáticas «cuando me costaba entender me ponía muy nervioso, pero una vez las entiendes son muy fáciles. Por eso la clave es que lo entiendan desde el principio, que no vayan arrastrando dudas y que no les vayan metiendo cosas en la cabeza de memoria».

Aprender jugando

Ese 'desde el principio', en su visión, se refiere a los niños y niñas «de preescolar». No identifican ni números ni letras, pero ya están familiarizados con las pantallas táctiles de los teléfonos de su entorno adulto, y si algo les sobra es curiosidad. Esa curiosidad a la que Asier quiere sacar partido a través de unas manzanas rojas y apetitosas con las que, de manera absolutamente intuitiva y visual, casi mágica, los niños más pequeños se familiarizan con las cantidades, con los números y con las operaciones aritméticas más sencillas como las sumas.

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Asier reconoce que no tiene alrededor muchos «niños reales» con los que contrastar su intuición y su aplicación. «No soy experto en niños», admite, pero se acuerda del niño que fue hace no mucho tiempo, al que «le gustaba cacharrear con todo lo que tuviera botones», y espera que en los próximos meses pueda mejorar su aplicación, disponible en euskera, inglés y castellano, «con la ayuda de expertos como profesores o pedagogos» y, por supuesto, con «niños reales». Todo para conseguir que «esta propuesta educativa se haga realidad y que los niños vayan comprendiendo las matemáticas con la ayuda de las manzanas mágicas y, sobre todo, jugando».

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