Zerain da un «salto cualitativo» en la recuperación de su pasado minero

El alcalde de Zerain, José Manuel Oria, ejerció ayer de orgulloso anfitrión en el recorrido que el delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, y la directora general de Arquitectura, Vivienda y Suelo del Gobierno, Pilar Martínez López, realizaron por la zona más representativa de las Minas de Aizpea, en la localidad goierritarra. Se inauguraba el resultado de los trabajos de consolidación del taller de transformación del mineral, es decir, de toda la infraestructura que rodea a los tres enormes hornos de calcinación que en los últimos años se han convertido en símbolo no sólo del pasado minero de Zerain, sino también de su presente y futuro como atractivo turístico de la comarca.

Las obras, que se han desarrollado en el último año y medio, han sido financiadas en su mayor parte por el Ministerio de Fomento, que dentro del programa de conservación del patrimonio '1% Cultural', ha aportado 459.870 euros. El Ayuntamiento ha financiado el resto, 153.290 euros.

Con esta rehabilitación, Zerain ha dado «un salto cualitativo» en la interpretación de su historia minera, reconocía ayer el alcalde. Porque si bien la localidad, de tan solo 250 habitantes, lleva cerca de dos décadas trabajando en la puesta en valor de su patrimonio histórico, la consolidación de esta zona permite entender mejor las diferentes fases de funcionamiento de las minas.

En concreto, los trabajos llevados a cabo por la empresa Teusa se han centrado en tres elementos: el depósito superior, al que llegaba el mineral crudo extraído de la montaña; el cargadero inferior que recogía el mineral una vez calcinado en los hornos; y parte de la estructura del cableado aéreo que servía para transportar este mineral hasta Ormaiztegi, desde donde, en tren, se llevaba hasta Pasaia.

Las obras comenzaron con el depósito superior, al que se le dotó de una cimentación nueva. El cargadero inferior era el que presentaba un mayor deterioro, según explicó el arquitecto encargado de los trabajos, Arkaitz Orbegozo. «Aún estaba lleno de mineral, pese a que dejó de utilizarse hace casi cien años, y ese sobrepeso había deteriorado su estructura metálica, poniendo en peligro todo el cargadero». En este caso, se procedió a la restauración del hormigón y los muros de mampostería. Y si bien no se vació del todo, el movimiento del mineral permitió descubrir seis pasarelas de descarga ocultas hasta ahora.

Por último, se ha recuperado la estructura del arranque del cable aéreo, del que sólo quedaban las basas y la cimentación. Basándose en los proyectos originales de 1939, se han reconstruido las estructuras y maquinaria tractora de este tranvía aéreo, así como dos castilletes, de 17 y 8 metros de altura, entre los que se ha colocado un cable acerado idéntico al original, así como baldes de transporte también originales.

El alcalde, José Manuel Oria, se mostraba agradecido al Ministerio de Fomento por haber apoyado esta fase de la recuperación del Coto Minero de Aizpea. «Este coto constituye la esencia de nuestro proyecto, del proyecto de la comunidad de Zerain», que ha apostado por un modelo sostenible de desarrollo rural basado en la puesta en valor de su patrimonio natural, cultural y histórico.

En este sentido, el delegado del Gobierno, Carlos Urquijo, subrayó la importancia de la partida denominada '1% Cultural', que el Ministerio de Fomento destina, de cada obra pública, a diferentes proyectos de conservación del patrimonio cultural. Y destacó que el próximo año esa partida pasará a ser del 1,5%.

Por su parte, la directora general de Arquitectura, Vivienda y Suelo, Pilar Martínez, subrayó la voluntad del Ministerio de Fomento de continuar con el compromiso de invertir y recuperar el patrimonio cultural, histórico o industrial. «La inversión realizada en Zerain refuerza su potencial turístico, una actividad complementaria y por lo tanto generadora de riqueza. Confío que siga de esta forma contribuyendo a dinamizar la comarca y el municipio».

Más proyectos

Fue hace casi dos décadas cuando Zerain tomó conciencia del potencial que escondía la Montaña del Hierro, como pasó a denominarla, y se puso manos a la obra para recuperar tanto el complejo minero, como su entorno, muy deteriorado desde que las minas se cerraron en 1951. En 2008 logró que el Gobierno Vasco lo declarara Conjunto Monumental y después de años de gestiones con particulares y propietarios, se hizo con la titularidad de todo el monumento. Desde entonces, han sido numerosas las actuaciones que se han llevado a cabo, como la rehabilitación de la casa Aizpitta -antigua casa de los ingenieros que trabajaban en la explotación de las minas-, la apertura de una galería minera, y la recuperación de su biodiversidad natural.

Otro de los proyectos que se encuentra ya avanzado, y que pondría la guinda al complejo, al menos como atractivo turístico, consiste en la recuperación del pequeño tren que trasladaba el mineral desde las galerías. Ya se ha recuperado el terreno y el siguiente paso será colocar las vías en un tramo de 2,5 kilómetros.