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:: J.A. REMENTERIA
Miércoles, 27 de febrero 2013, 04:33
El Eibar va a jugar el próximo miércoles en Zaldupe ante el Aurrera de Ondarroa un partido amistoso. A priori puede contemplarse como un partido más de entrenamiento ante el equipo costero que dirige el extécnico azulgrana José Gallastegi. La organización de este partido, a petición del club armero, según ha podido saber DV, no es estrictamente con carácter competitivo, no, tiene otro objetivo, que no es otro que experimentar cómo se juega en un campo de hierba artificial de resina de coco, la última revolución del I+D+i de los césped artificiales. Se trata de un híbrido de hierba natural con artificial. El Athletic, por ejemplo, tiene dos campos con este tipo de césped que se asemeja muchísmo al natural.
El césped de hierba natural de Zaldupe ha pasado a la historia desde el pasado 9 de febrero que se jugó el primer partido del equipo ondarrutarra en el nuevo escenario. El presidente del club ondarrés Eladino González atendió ayer la llamada de este medio y confirmó la petición expresa del Eibar para jugar en Zaldupe «a fin de valorar las características del nuevo césped artificial de resina de coco». El Consejo de Administración del Eibar, tal y como reconoció hace unos días el presidente del Eibar, Alex Aranzabal, va a acometer en verano la mejora del terreno de juego de Ipurua al haber quedado obsoleta su infraestructura interna. En este momento, Ipurua presenta un mal aspecto y es una de las razones, no la principal, que está afectando a la marcha del equipo que dirige Gaizka Garitano. En el seno de los mandatarios azulgranas hay debate, tal y como reconoció Aranzabal, si campo de hierba natural o artificial, «aunque todo el mundo quiere natural», pero las exigencias económicas mandan en estos tiempos difíciles. El Eibar no ha decidido nada, estudia y valora, y jugar en Zaldupe es un primer paso en el escenario de decisiones que hay que adoptar. Eladino González señaló que Zaldupe costó con la obra civil incluida un total de 350.000 euros. Alex Aranzabal baraja que las cifras de las obras oscilarían entre 300.000 y 450.000 euros.
El máximo responsable del Consejo de Administración armero señaló que estaba trabajando en varios frentes a la hora de buscar financiación: Federación Española, Diputación y Ayuntamiento. Dejó entrever que era necesario el apoyo institucional para llevar a cabo tal proyecto. Evidentemente los números que se manejan son altos para un presupuesto de 1.398.142 euros. El montante de la obra, si lo acometiera el Eibar integramente, supondría -dependiendo de lo que cueste finalmente la obra- un porcentaje que rondaría más o menos para hacernos una idea entre el 25% y 30% de su presupuesto, una cifra altísima para la modesta caja azulgrana.
El acometer un campo de hierba natural podría tener un coste mayor que el híbrido del que estamos hablando, además su mantenimiento es más complejo. «Hay que mantenerlo, pero el coste es menor. Hay que regar el campo antes de los partidos, las sensaciones que tienen los jugadores son buenas, dicen que corre rápido el balón. No hay que estar día a día realizando labores de mantenimiento como en un césped natural», señala el presidente del Aurrera de Ondárroa, que se muestra muy satisfecho con el cambio realizado en Zaldupe, hasta ahora con una mala imagen de su terreno de juego.
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