A por proyectos de calado social
La Escuela de la Experiencia inicia su novena promoción con quince personas. Las clases comenzarán la próxima semana en el Centro Social Untzaga, con la matrícula aún abierta
FÉLIX MORQUECHO
Jueves, 11 de octubre 2012, 03:48
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Ser mayor de 50 años, tener ganas de aprender y querer aportar algo a la sociedad son los únicos requisitos para participar en Escuela de la Experiencia. Cinco hombres y diez mujeres comparten estos puntos de partida y la próxima semana iniciarán un curso que se impartirá en la sala polivalente del primer piso del Centro social Untzaga. Las sesiones que se celebran de martes a jueves, de 9.30 a 12.30 horas, les llevarán a tratar temas de distintos géneros. Los últimos interesados aún pueden inscribirse hasta la semana próxima, a través de los ayuntamientos del Bajo Deba.
Armeria Eskola acogió ayer el acto de inauguración del curso, una apertura que «en unos tiempos en los que se ve todo negro» se adornó con la música a cargo de los hermanos Maite y Ander Arroitajauregi. A la cita acudieron representantes de las entidades impulsoras de la Escuela de la Experiencia, los nuevos alumnos, así como integrantes de promociones anteriores.
El curso que arranca supone la novena edición y es la tercera cuya gestión corre a cargo de Ikasten, la asociación de antiguos alumnos de la Escuela de la Experiencia. Su presidente, José Antonio Villabella no se quedó con los tópicos y lanzó un reto a los nuevos alumnos. «Dada la coyuntura, los proyectos que se propongan deben tener un mayor calado social. Un banco de alimentos sería una buena iniciativa» señaló. El curso se desarrolla entre octubre y mayo, y a su finalización cada promoción desarrolla unos proyectos de interés social. Villabella defendió que los desarrollados anteriormente han sido positivos, pero esta vez reclamó ahondar el carácter social de las propuestas.
Clases en el Centro Untzaga
La apertura del curso sirvió para hacer una llamada a los rezagados, «un número de 20 o 21 sería muy bueno para esta experiencia» señaló Villabella. Contar con más tiempo que en la etapa laboral y la experiencia que sólo dan los años fueron las ventajas señaladas para un grupo que da importancia al colectivo, algo que se puede aplicar tanto a la Escuela de la Experiencia como a Ikasten.
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La principal novedad de esta edición será el aula en el que se impartirán las clases. La última ampliación del Centro social Untzaga permitió contar con un aula polivalente en la primera planta. Este local se usa para cursos y sesiones de lectura, costura o banca ética. Desde la próxima semana acogerá también las clases de un grupo que ha ido cambiando de ubicación.
En esta edición, los alumnos proceden únicamente de Eibar y Ermua. En años anteriores también se ha contado con la participación de vecinos de otras localidades, en una actividad abierta a todo el Bajo Deba. Con los 15 nuevos alumnos, el número alcanza los 180 a lo largo de los nueve cursos.
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