Prohibido el marisqueo en Txingudi por quinto año consecutivo

La única zona de marisqueo de bivalvos a pie de Gipuzkoa seguirá un año más con el cartel de 'prohibida la recolección'. Por quinto año consecutivo, el Gobierno Vasco ha vuelto a cerrar el estuario del Bidasoa al marisqueo, debido a que los muestreos realizados siguen revelando niveles de bacterias fecales superiores a los permitidos según la normativa europea para el consumo humano de almejas, el principal molusco que tradicionalmente se recolecta allí. No obstante, la calidad de las aguas «ha mejorado» en los últimos años y es probable que el año que viene se vuelva a permitir el marisqueo.

La orden del Departamento de Agricultura y Pesca publicada en este mismo mes clasifica un año más las zonas de marisqueo de la costa vasca. En concreto, cierra la recolección en toda la bahía de Txingudi, excepto la zona de la desembocadura hasta el puntal del aeropuerto, que se cataloga como zona C. Esta etiqueta, en la práctica, supone también la prohibición de mariscar. No en vano, se deberían reintroducir los ejemplares recogidos en una zona catalogada como A (totalmente limpia) para su depuración. El objetivo de la prohibición es prevenir posibles intoxicaciones si se llegan a consumir moluscos recogidos en la bahía de Txingudi.

Según explica la investigadora de Azti-Tecnalia Oihana Solaun, a pesar de que la calidad del agua «ha mejorado mucho» en los últimos años, se requiere que el 90% de los diez últimos muestreos realizados reflejen una concentración de bacterias fecales (E.coli) por debajo de los umbrales que fijan que los moluscos son aptos para el consumo humano. Los cuatro muestreos realizados el año pasado -se utiliza el mejillón como especie centinela- reflejaron valores inferiores, pero el último realizado este año ha dado unos resultados con cifras «muy superiores». Ni Azti ni el Gobierno Vasco conocen el origen de los vertidos fecales.

A pesar del resultado del último análisis, en Azti-Tecnalia confían en que los próximos muestreos que se realicen (cinco más) permitan la apertura del marisqueo el año que viene, teniendo en cuenta la mejora de la calidad del agua. La zona se calificaría como tipo B, con lo que se permitiría la recolección y el consumo humano, una vez depurados.

La prohibición ha caído como un jarro de agua fría entre los aficionados al marisqueo de la zona. El año pasado, sin ir más lejos, la Ertzaintza tuvo que intervenir el mismo día en que se debería haber abierto la veda -el 1 de octubre- ante las protestas de los aficionados delante de los inspectores de pesca.

Muchos aficionados consideran que el agua de la bahía «está limpia» y, a pesar de la prohibición, se aventuran a recoger moluscos. Todos ellos se exponen a multas de hasta 300 euros, según señalan fuentes del Gobierno Vasco.