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PERFIL

El dirigente más duradero ante el mandato más complicado

Egibar renueva su liderazgo condicionado por el pase a la oposición y la difícil relación con Bildu

AMAIA CHICO

Domingo, 25 de marzo 2012, 06:07

El PNV en Gipuzkoa llevará cuatro años más el nombre de Joseba Egibar. El dirigente nacionalista, el más duradero del escenario vasco, ha vuelto a vencer a la adversidad y a evidenciar que la fidelidad a su persona y a su estrategia por parte de la militancia del territorio sigue siendo mayor que la oposición que ha vuelto a resurgir, si cabe con más fuerza que en anteriores ocasiones. Pero Egibar se envalentona ante la adversidad. Y en esta ocasión también ha encarado los reproches a su gestión y ha resultado de nuevo ganador. Seguirá siendo el presidente en Gipuzkoa, el cargo que ha ocupado durante dos décadas.

Las acusaciones de «exclusión» vertidas por voces críticas concentradas en torno a varios exalcaldes jeltzales no han quitado el sueño a este hombre, seguro de sus apoyos, y dispuesto a medirse a unos oponentes que finalmente optaron por no presentar candidato alternativo. Según los menos afines, no es Egibar un hombre dispuesto a ceder terreno con facilidad.

Y menos en un momento en el que su liderazgo en Gipuzkoa se va a convertir en una suerte de isla jeltzale dentro de la corriente mayoritaria ahora en el partido, encabezada por Iñigo Urkullu y menos focalizada en el soberanismo.

El respaldo, aunque mermado en los porcentajes que alcanzó en la asamblea regional de 2008, le legitima no obstante para liderar el partido en Gipuzkoa cuatro años más.

Un mandato que tendrá como principal reto, más allá de la próxima cita autonómica con las urnas, disputar con Bildu la hegemonía que le arrebató hace nueve meses. La tirante relación con la que han empezado la legislatura foral, con un PNV incómodo en la oposición y aguantando sospechas sobre su gestión anterior, augura una travesía complicada al líder jeltzale, que reniega de maniobras bruscas contra la izquierda abertzale y menos que puedan interpretarse como «bloque» frentista en comunión con PSE y PP.

No serán por tanto cuatro años cómodos. O por lo menos no tanto como ha sido liderar el partido durante las horas altas que ha vivido desde que en 1987 Egibar tomara sus riendas en Gipuzkoa. Han sido veinte años, con los cuatro (2000-2004) de paréntesis liderados por su clásico opositor Juan Mari Juaristi, 'Zeler', que ha compaginado con el escaño como parlamentario en la Cámara vasca.

De notable saga nacionalista -su abuelo Pablo Egibar fue alcalde de Andoain-, el líder jeltzale está dispuesto a seguir dando batalla desde una posición firme pero dosificada, en una estudiada estrategia personal de hablar y expresar con contundencia sus posiciones en el momento más conveniente. A estas alturas, a nadie sorprenden los 'matices' que Joseba Egibar seguirá aportando, con seguridad, a un partido al que pertenece desde los 16 años y que entiende de una manera genuina. Lo hará en Gipuzkoa, donde Egibar se apuntala casi como el dirigente imbatible.

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